CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El cantante estadunidense nacionalizado argentino, Kevin Johansen, y el grupo The Nada, ofreció un intenso espectáculo de tres horas en el Lunario del Auditorio Nacional. Este recinto íntimo se abarrotó la noche de ayer de público de todas las edades para escuchar al carismático intérprete. Johansen tiene una particularidad: no hay demasiada gente que lo conozca en México, pero los que lo hacen lo siguen apasionadamente. Coreando las canciones en espanglish y bailando ritmos bohemios y latinos, el público subió incluso al escenario en distintas ocasiones a mover las caderas y aprovechar la oportunidad de abrazar a su ídolo. El año pasado él y la banda visitaron nuestro país para presentar su nuevo disco, Mis Américas Vol. ½? como parte de una gira continental. En esta ocasión, su concierto incluyó nuevas canciones, entre ellas “Oh, what a waist! (Pero qué cintura)”, “El jardín del desdén” y “Amor telepathic love”. Sin embargo, no olvidaron los éxitos que han enamorado a su público desde hace años, como “Cumbiera intelectual”, “Desde que te perdí”, “En mi cabeza” y “Guacamole.” Es evidente la familiaridad que hay dentro del equipo, incluso más allá de los intérpretes. La larga convivencia ha logrado crear un fuerte vínculo, reflejado en su capacidad de jugar durante el espectáculo. El iluminador conoce a la perfección las pistas y las ilustra con los colores que se mencionan, e incluso los deja sin ninguna luz cuando el cantante menciona que comienza “el lado obscuro del show.” El stage manager, por su parte, subió a compartir el micrófono durante una canción. Por razones desconocidas para el público, parte de la banda The Nada perdió el vuelo que los llevaría de Santiago de Chile a México. Para complementar el conjunto se integró el mexicano Leonardo Heiblum, conocido por diseñar bandas sonoras de películas. El cantante tiene un evidente amor a México, y afirmó que desde hace 12 años viene a presentarse constantemente. Contó que en una de sus visitas él y el resto del grupo decidieron beber tequila en la calle, sin saber que estaba prohibido. Fue ahí donde surgió “El corrido de la falta administrativa”, canción de estilo mexicano llena de caló y referencias nacionales, que interpretó entre carcajadas del público. Como ha hecho costumbre, el concierto cerró con “Fin de fiesta”, en la cual los músicos se turnan el micrófono principal para cantar una parte de la canción. El cantante anunció por medio de un video que todas las ganancias de las entradas serían destinadas a la reconstrucción de zonas devastadas por el terremoto. La visita comprende tres shows en distintos estados: el 19 en el Teatro Estudio Cabaret de Zapopan, Jalisco, y el 21 de octubre en el Musicantro en Monterrey, Nuevo León.