MONTERREY, NL (apro).- Rayados dio marcha atrás al veto que había dispuesto para los aficionados Tigres para el Clásico del próximo sábado en el Estadio BBVA Bancomer, y anunció que, como medida preventiva, dejará de vender cerveza al finalizar el medio tiempo de ese partido. En un comunicado de redacción confusa, difundido este martes por la mañana, el club de futbol Monterrey, señala que los asistentes sí podrán ingresar al inmueble con playeras y accesorios alusivos al equipo visitante, en este caso de la escuadra de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). “Considerando las más recientes interpretaciones y pronunciamientos de nuestras autoridades deportivas, así como los exhortos que diferentes autoridades e instancias civiles han emitido al respecto, donde claramente hay un cambio de opinión, cumpliremos la recomendación de permitir la entrada de aficionados que porten prendas o accesorios alusivos al equipo visitante”, dice el texto. El club no explica quién emitió la recomendación que los hizo retractarse, ni aclara a quien se refiere con el “cambio de opinión”. Proceso (2141) publicó esta semana un reportaje en el que se expone un reproche unánime sobre el veto que lanzó Rayados el 2 de noviembre a los aficionados Tigres, cuando dijo que el partido era de “alto riesgo”, lo que fue interpretado, por quienes se opusieron a la medida, como ineptitud de la directiva para garantizar la seguridad de los asistentes. En el comunicado que publica hoy en sus canales oficiales, el club regiomontano se dice comprometido con el respeto a las leyes, reglamentos y mandatos, y que las disposiciones anunciadas para el clásico norteño 113 del 18 de noviembre a las 19:00 horas, tenían como propósito la seguridad para los asistentes del estadio. Estas medidas fueron adoptadas luego del pasado duelo fraternal, jugado el 13 de mayo, en este mismo estadio ubicado en Guadalupe, donde Tigres eliminó a Rayados en liguilla con marcador, en la vuelta, de 2-0 (6-1 global) lo que desató la ira de los aficionados locales, quienes golpearon a grupos de animación de los visitantes, riñas que arrojaron como saldo más de 30 detenidos. Sin embargo, en el boletín de hoy, el club dice que para las autoridades el inmueble es seguro. “Las medidas de seguridad extraordinarias, desde su diseño, fueron debidamente avaladas por las autoridades civiles y deportivas competentes, después de la lamentable experiencia que tuvimos en el partido clásico, en mayo pasado”, se menciona. La directiva anuncia que únicamente se permitirá el ingreso a los aficionados que presenten su abono personalizado, con fotografía, por lo que, para el cambio deberá efectuarse un procedimiento administrativo, y se restringirá la venta de alcohol. Precisa el comunicado: “Se implementará un límite en el horario de la venta de cerveza que concluirá al término del medio tiempo del partido”. Concluye: “Convocamos nuevamente a todos los que conformamos la familia del futbol de esta ciudad, clubes, aficionados, autoridades y medios de comunicación, a actuar con responsabilidad, manteniendo un comportamiento ecuánime, respetando a todos los asistentes a este partido, buscando que de esta forma colaboremos todos en la preservación de un espectáculo familiar y muy seguro para todos los asistentes”. Apenas el lunes en la noche, la Liga MX emitió un pronunciamiento en el que reprochaba las restricciones impuestas por el Monterrey, aunque no mencionó a la institución por su nombre. Al dar marcha atrás a su prohibición, Rayados se adelantó a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que anunció que el miércoles establecería una postura sobre la medida, al considerar que podría ser violatoria de los derechos de las personas.