Arqueólogo pide a Armando Manzanero que tenga respeto y no se presente en Chichén Itzá
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jaime Garduño Argueta pidió al compositor yucateco Armando Manzanero que por respeto a la zona arqueológica, no se presente en concierto en Chichén Itzá.
En una carta dirigida a Manzanero y enviada a esta redacción, el arquitecto expone los motivos por los que considera no se debe celebrar el concierto “Celebrando a Armando Manzanero en vivo desde Chichén-Itzá”, programado el 3 de febrero de 2018.
"Las zonas arqueológicas no son escenarios artísticos de ningún tipo. Para realizar el homenaje a su persona, en la Ciudad de Mérida existen lugares apropiados como el magnífico teatro que en honor a usted lleva su nombre o también la popular Plaza Grande. La vocación del Patrimonio Arqueológico es educativa, para la difusión divulgación de nuestra más profunda raíz de identidad que son las culturas que habitaban esta tierra antes de la llegada de los europeos".
Y agregó: "Por lo tanto, las zonas arqueológicas merecen el más profundo respeto. Es decir, de ninguna manera debe usted presentarse en Chi’ Ch’e’en Itza’".
A continuación, reproducimos en su integridad dicha carta (“El notable cantautor Armando Manzanero Kanche’ no debe presentarse en Chi’ Ch’e’en Itza’, Yucatán”), firmada desde la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, por el arqueólogo y antropólogo del INAH, Jaime Garduño Argueta.
Distinguido cantautor Armando Manzanero Kanche’: Tomando como base el desarrollo de la brillante Civilización Maya, de la cual es digno descendiente, me dirijo a usted de manera respetuosa para manifestarle mi rotundo rechazo en relación a utilizar la antigua ciudad maya, hoy zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’ (cuyo nombre en lengua maya yucateca, como es de su conocimiento, significa: “En la Boca del Pozo de los Brujos del Agua”; de acuerdo con el Arqueólogo Román Piña Chan) para la realización de un homenaje a su persona por su magnífica trayectoria musical. Debo aclarar que no me opongo a que se le haga un merecido homenaje. Lo que considero incorrecto, y aquí me uno a muchas voces, es que el mismo se pretenda llevar a cabo al interior de la mencionada zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’. Las zonas arqueológicas no son escenarios artísticos de ningún tipo. Para realizar dicho homenaje a su persona, en la Ciudad de Mérida existen lugares apropiados como el magnífico teatro que en honor a usted lleva su nombre o también la popular Plaza Grande. La vocación del Patrimonio Arqueológico es educativa, para la difusión divulgación de nuestra más profunda raíz de identidad que son las culturas que habitaban esta tierra antes de la llegada de los europeos. Por lo tanto, las zonas arqueológicas merecen el más profundo respeto. Es decir, de ninguna manera debe usted presentarse en Chi’ Ch’e’en Itza’. No quiero aburrirle con citas de libros y artículos de leyes, pero sí mencionaré lo fundamental con el propósito de que se dé cuenta de la gran importancia que el Patrimonio Arqueológico tiene para la Nación Mexicana y que todo mexicano debe proteger y conservar con el mayor de los celos y respeto. Tanto La Carta Internacional de Venecia (1964) como la Ley General de Bienes Nacionales (2016), coinciden en que los edificios arqueológicos no deben ser dañados en su integridad, estructura y dignidad. Desde el punto de vista de su integridad, los restos arqueológicos deben conservarse con autenticidad, es decir, no agregar ni quitar algún elemento arquitectónico. Cuando se hace la excavación de los mismos solamente se les consolida, o sea, se refuerzan para que se mantengan sólidos y como consecuencia evitar su destrucción. En relación al segundo aspecto, estructura, no debe haber objetos que contaminen la visual de los restos arqueológicos, como postes de luz, torres metálicas, anuncios. Los restos arqueológicos deben apreciarse con toda su autenticidad. Además, existe el llamado entorno o lo que rodea al monumento o zona arqueológica el cual no debe ser modificado puesto que es parte del medio ambiente de los restos arqueológicos. Finalmente, el edificio tiene dignidad la cual se extiende a todo el complejo arquitectónico, por eso los asentamientos prehispánicos han sido catalogados por una parte, como centros ceremoniales. Estos centros ceremoniales son dedicados a los dioses: Sol, Luna, Agua, Viento, Fuego. Las actividades fundamentales que se llevaban a cabo eran ceremonias religiosas en honor a los dioses, las cuales se realizaban con el mayor de los respetos. Durante las ceremonias se quemaba copal para purificar el Centro Ceremonial. El sacerdote vestido de una forma muy elegante realizaba la ceremonia desde lo alto del edificio principal, mientras que el pueblo permanecía en la plaza poniendo mucha atención a cada movimiento y palabr del sacerdote, el cual conversaba con los dioses. De este modo, se mantenía el equilibrio del Universo y como consecuencia los pueblos que habitaban esta tierra antes de la llegada de los europeos, podían seguir existiendo. Por lo tanto, la vocación religiosa de los Centros Ceremoniales o antiguas ciudades, ahora zonas arqueológicas, debe respetarse profundamente puesto que representa la dignidad de las edificaciones arqueológicas. Por lo anteriormente expuesto, resulta que no es ético que un lugar dedicado a los dioses, al culto religioso, se pretenda utilizar para desarrollar un evento netamente mercantil, sin el menor respeto para los restos arqueológicos, con el único propósito de obtener ganancias económicas, pasando por encima de lo que sea, con tal de lograr su objetivo. Recapitulando, se tiene que la integridad, la estructura y la dignidad del edificio y del complejo arquitectónico no deben ser dañados, por lo que en las zonas arqueológicas no se deben llevar a cabo eventos ajenos a su naturaleza, como este homenaje concierto que se pretende realizar en la emblemática zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’. Por otra parte, señor Manzanero Kanche’, usted podrá reclamar que en Chi’ Ch’e’en Itza’ se han presentado una serie de cantantes extranjeros como Sara Brightman-Alchetron, Luciano Pavarotti, Elton John y José Plácido Domingo Embil, entre otros. Entonces, se podrá preguntar: “Si se han presentado en Chi’ Ch’e’en Itza’ artistas extranjeros, ¿por qué entonces a mí se me discrimina si soy mexicano y descendiente de los mayas?” Y tiene usted toda la razón señor Manzanero Kanche’. Pero debe saber que ellos se han presentado en contra de la voluntad del pueblo mexicano, en contra del marco jurídico que protege al Patrimonio Arqueológico que es propiedad de la Nación. El Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha interpuesto denuncias penales en contra de cada una de dichas presentaciones y ha habido movilizaciones de Académicos y pueblo en general para evitar que se llevaran a cabo los conciertos. Dichos conciertos se realizaron debido a la ignorancia, corrupción, prepotencia, autoritarismo y despotismo de las autoridades gubernamentales, como directores de instituciones y gobernadores, que en lugar de respetar el marco jurídico para conservar el Patrimonio Arqueológico, son los primeros en mercantilizarlo. Además, sabemos que muchos políticos en nuestro país son de las personas más ignorantes en el tema de Patrimonio Arqueológico, por lo que en realidad ellos ni siquiera entienden de qué se está hablando, pero sí saben que eso dejará buenas ganancias económicas, que es lo que a ellos finalmente les importa. Como dato complementario, le diré que en los cuarentas del siglo pasado, el legendario arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier, quien fue el descubridor de la famosísima cripta del gobernante K’inich Hana’ab Pakal o Escudo Solar Resplandeciente en Palenque, Chiapas, fue encarcelado por oponerse a la filmación de la película La sombra del fantasma; dicha filmación se llevaría a cabo precisamente en la zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’. Ruz Lhuillier manifestó de manera contundente que los restos arqueológicos no serían motivo de mercantilización. Por fortuna, la filmación de la película nunca se llevó a cabo y el equipo cinematográfico fue confiscado y embodegado en la misma zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’ hasta que se pudrió. La antigua ciudad o Centro Ceremonial maya de Chi’ Ch’e’en Itza’ hoy zona arqueológica, es catalogada como emblemática puesto que está mostrando la grandeza de la brillante civilización maya, la grandeza de nuestro largo desarrollo. La base fundamental de la Identidad de la Nación se encuentra en nuestro Patrimonio Arqueológico, por lo tanto, los restos arqueológicos merecen el más profundo respeto. Debido a lo anterior, repetimos, en las zonas arqueológicas no deben realizarse eventos ajenos a su naturaleza, como: conciertos de música, competencias deportivas, grabación de telenovelas, comerciales, shows de luz y sonido, actos políticos como informes de gobierno estatales, conciertos de canto, entre otros; que denigren los restos arqueológicos. Por su parte, el presidente del Consejo Supremo Maya de Yucatán, Valerio Kanche’ Yah manifestó, cuando se iba a presentar en el año 2010 el cantante inglés Elton John en la misma zona arqueológica de Chi’ Ch’e’en Itza’, que: “… se discrimina a los indígenas, se profanan y deterioran el castillo del dios Kukulkan y otros monumentos. No queremos boletos para ver a los artistas, sino que se detenga la destrucción de Chichén Itzá y se respete la integridad de los mayas…los dzules (o blancos) no aprenden.” La vocación del Patrimonio Arqueológico se encuentra en el Sector Educación como difusión divulgación de la raíz más profunda de nuestra Identidad Nacional. Recordemos también que hace unos años esta antigua ciudad maya fue declarada como una de las siete maravillas del mundo moderno. Por lo que con mayor razón se le debe cuidar con un esmero extremo. El Patrimonio Arqueológico representa símbolos fundamentales de la Identidad Nacional, por lo que al pretender utilizarlos en la antigua ciudad maya de Chi’ Ch’e’en Itza’, en el homenaje a su persona, pierden su valor histórico, debido a que se transforman en simple escenografía, acto que va dirigido a la comercialización de los restos arqueológicos. Como consecuencia del evento, dichos restos arqueológicos se convierten en vulgares mercancías. Nohoch Halach Winik (o “Gran Hombre Verdadero”, en su lengua materna maya yucateca): Como usted es descendiente de la antigua y brillante Civilización Maya, lo invito a pensar a meditar a reflexionar sobre todo lo que se ha dicho. En nuestra nación se requiere que cada mexicano se convierta en un celoso custodio de nuestro Patrimonio Arqueológico, por lo que debemos defenderlo a toda costa, aunque pongamos en riesgo nuestra propia vida. (Rúbrica: Jaime Garduño Argueta. Arqueólogo y Antropólogo Social del Centro INAH Quintana Roo. Miembro del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH. Correo: gardunojaime@hotmail.com)