CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Pocas bandas tienen el lujo de sobrevolar por los límites de una alegre locura junto a 85 mil personas y los estadunidenses Green Day lo consumaron anoche con un cierre espectacular en el festival Corona Capital. “¿Quieren enloquecer esta noche?” y “¡Todavía estamos vivos!”, fueron frases suficientes para que, de la mano de su líder, Billie Joe Armstrong, los reunidos emprendieran un viaje de éxitos y catárticas emociones. Desde subir a dos chicos para cantar, quienes después se aventaron por encima del público; invitar a una chica de entre las multitudes a tocar su guitarra sobre el escenario, así como regalar instrumentos y terminar despedazando su batería, repartiendo los platillos entre la gente, fue tan sólo una parte que los Green ofrecieron a la fanaticada. “Actos punk” algunos los llaman; pero sobre todo fue una actitud desenfadada, porque con su rock fresco y carisma, Armstrong se fue contra la homofobia, la guerra y la corrupción, además de confrontar al presidente de su país, Donald Trump, al decir su mensaje dirigido al republicano: “¡Esto es México!”. Los rostros de felicidad demostraban el espíritu festivo de los mexicanos, que contagiaron del mismo modo a los extranjeros, quienes también estaban en el campo del escenario principal llamado “Corona”, en la curva cuarta del Autódromo Hermanos Rodríguez. El descenso de la temperatura para nada importó, el frío se nulificó cuando empezó el espectáculo a las diez de la noche al escucharse “Know Your Enemy” y “Revolution Radio”. Al vocalista prácticamente se le vio en todo el concierto cargando la bandera de México, se cobijaba con ella, la traía como bufanda y la abrazaba, mientras los presentes le entraban al slam, lanzaban gritos; nunca pararon de brincar, bailar, apretujarse y tararear cada tema a lo largo de casi casi tres horas. “Boulevard of Broken Dreams” hacía llorar y berrear a algunas de sus seguidoras. Continuaron con “Youngblood”, “Hitchin’ a Ride” y “When I Come Around”, enardeciendo al igual que “She” y “Basket Case”. Acercándose el final, tremenda pachanga se desató uniendo las rolas “King for a Day”, “Shout”, “Satisfaction” de los Rolling Stones y “Hey Jude” de The Beatles, en tanto Armstrong se revolcaba en el suelo. Le entraron inmediatamente con “American Idiot”. Y al rasgar “Jesus of Suburbia”, entonces destrozaron sus instrumentos, dando en seguida un set desenchufado. Billie Joe Armstrong tomó su guitarra acústica para despedirse con “Good Riddance (Time of Your Life)”, saldando así la cuenta los Green Day en absoluta gratitud y sus adeptos extasiados simplemente tomaron retirada. Durante la segunda jornada dominical del Corona Capital también se pudo disfrutar la presencia de The Drums, The Sounds, Grizzly Bear y Phoenix. Pero Green Day fue sin duda la loca alegría de un domingo inolvidable. (Crónica solicitada a César Muñoz Valdez para nuestros lectores)