La idea de mantener salarios bajos para reducir la inflación es cortoplacista y socialmente tóxica: Coparmex

martes, 26 de diciembre de 2017 · 18:52
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que la idea de mantener los salarios bajos para reducir la inflación es cortoplacista y socialmente tóxica y, además, criticó la aseveración que hizo el gobierno de Enrique Peña Nieto sobre la “histórica” creación de empleos durante su sexenio. “Las autoridades insisten en regocijarse de que, por primera vez en la historia del país, durante un sexenio se ha superado la cifra de tres millones de empleos formales creados. Sin embargo, esto no es, para nada, un logro”, destacó el presidente del organismo patronal Gustavo de Hoyos Walther, al presentar su balance económico de 2017. De hecho, señaló que la principal consecuencia del bajo crecimiento es que no se han podido generar suficientes empleos formales este año. “Esta cifra supone un rezago constante en el número de empleos necesarios. Para que México pueda dar empleo a los jóvenes que se incorporan a la vida económicamente activa, sería necesario crear 100 mil empleos al mes. Esto significa que los 3.4 millones de empleos formales creados en lo que va del sexenio son apenas el 56% de los estrictamente necesarios”, explicó de Hoyos Walther. Pero aún más preocupante, añadió, es que los empleos generados no han resultado en un verdadero incremento en la calidad de vida de los mexicanos. Y resaltó que según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México y Perú fueron los únicos dos países latinoamericanos –de una muestra de ocho– en donde los salarios reales de los trabajadores bajaron en el último año. Los salarios reales en las empresas formales en México bajaron 0.9% en comparación con un aumento de 1.4% en el resto de Latinoamérica, apuntó. Magro crecimiento Para la Coparmex, en general el balance de 2017 nos muestra un año caracterizado por un crecimiento magro, una generación de empleos insuficiente y grandes oportunidades en materia inflacionaria. “El crecimiento alcanzado en 2017 es mucho menor de lo que esperábamos al inicio del sexenio, cuando se logró la implementación de las reformas estructurales. En 2013, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estimaba que la aprobación de 11 reformas estructurales haría crecer a nuestro país a tasas de entre 5% y 6%. Dichas predicciones han resultado ser por demás optimistas. En los últimos cinco años México ha crecido a un promedio anual de tan solo 2.2%”, enfatizó el organismo patronal. Ante este magro crecimiento, la Coparmex insistió en la necesidad de aumentar la inversión pública como uno de los motores del crecimiento económico, ya que en el último trimestre sólo creció 0.1%, con algunos trimestres de 2017 en dígitos negativos. Gustavo de Hoyos Walther también criticó la postura del gobierno federal en contra del aumento del salario mínimo. “La visión equivocada de que debemos mantener los salarios bajos para reducir la inflación, es cortoplacista y socialmente tóxica. Esta visión supone aceptar que México continúe con niveles de pobreza inaceptables, y con un mercado interno carente de efervescencia y capacidad de consumo”, señaló. Añadió: “La mejor forma de controlar la inflación no es empobrecer a los mexicanos, sino fomentar la competencia. México debe apostar por el crecimiento de la clase media y del consumo”. Según el organismo patronal, entre el 30% y el 40% de los bienes y servicios de la canasta básica no operan en un mercado competitivo, lo que aumenta sistemáticamente su precio. Es por ello que, en términos reales, fomentar la competencia en la producción y transporte de bienes básicos de consumo supondría el mayor y más importante incremento salarial de la historia de nuestro país. “El precio de los energéticos también pudiera ser mucho menor si se generara competencia en la distribución de gasolinas y se invirtiera en un mejor sistema de ductos”, sostuvo. El líder empresarial recordó que la inflación de 2017 se explica por una pérdida de competitividad del peso ante el dólar, ocasionada por la llegada de Trump al poder y la consecuente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como por los incrementos en el precio de los energéticos que se dieron al inicio del año debido al “gasolinazo”.

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