Tres de cada 10 con déficit de atención presenta trastornos como depresión o disturbio bipolar

domingo, 31 de diciembre de 2017 · 14:29
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Entre el 19 al 37% de quienes padecen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) presenta algún tipo de desorden en el estado de ánimo como depresión, disturbio bipolar o distermia, aseguró la especialista Feggy Ostrosky. Considerado un problema de salud pública, el (TDAH) inicia antes de los seis años, con una incidencia del cinco al siete por ciento en niños y un poco más bajo en niñas; en la adolescencia prevalecen los síntomas, y en la adultez persiste hasta en un 50%.   La especialista, quien es directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, señaló que del 25 al 50% de las personas con TDAH manifiestan signos de ansiedad. Además, del 32 al 53% tiene problemas con el abuso del alcohol y la cocaína; en tanto, hasta un 28% sufre de alteración de la personalidad y conducta antisocial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, existe una prevalencia de este trastorno de 5% y, en el caso de México, sin tener una cifra precisa, se estima que afecta a un millón y medio de niños y niñas menores de 14 años.   El TDAH se caracteriza por alteraciones cognoscitivas, conductuales, emocionales y sociales que repercutirán en el comportamiento global de la persona que lo padece, indicó la científica universitaria en un comunicado.   Según la especialista, el desarrollo de este trastorno es variable: “en la infancia observamos conductas y rasgos de temperamento difícil como el ser demandante, explosivo, irritable e insatisfecho”.   En la adolescencia habrá problemas cognitivos sociales y emocionales. Los rasgos más comunes son la incapacidad para mantener y terminar un objetivo, así como la inmadurez emocional y la baja autoestima.   Feggy Ostrosky destacó la importancia del diagnóstico oportuno, pues el tratamiento permite disminuir los riesgos que conlleva, como sufrir maltrato infantil, rechazo escolar, aislamiento social, y en los adolescentes el consumo de sustancias nocivas para su salud.

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