La SRE relega a periodistas y fotógrafos en la Reunión anual de Embajadores y Cónsules

miércoles, 10 de enero de 2018 · 12:24
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Reunión anual de Embajadores y Cónsules, en el que el gobierno federal dicta al cuerpo diplomático mexicano las líneas que seguir para el año entrante, resultó un evento de comunicación vertical y cerrada, en el que la prensa no tuvo oportunidad de hacer preguntas a los secretarios que impartieron sus “conferencias” y presumieron los logros de la administración. Después del arranque del evento, el lunes pasado, la Cancillería cerró el acceso del salón principal a la prensa, y habilitó una sala en la planta baja de su sede para los medios, donde difundió los discursos de los secretarios en un canal de televisión cerrada. Pero las “conferencias” que impartieron esta mañana Salvador Cienfuegos Cepeda y Vidal Soberón Sánz, respectivos titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), ni siquiera fueron transmitidas en la sala de prensa. Ello confirma una vez más el hermetismo de las instituciones castrenses y su desprecio hacia la transparencia, y esto apenas un mes después de aprobarse la polémica Ley de Seguridad Interior, que amplía los poderes de las fuerzas armadas mexicanas. El canciller Luis Videgaray Caso, anfitrión del evento, quien fue señalado en el supuesto desvío de 247 millones de pesos operado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a través del gobierno de César Duarte Jáquez, en Chihuahua para financiar las campañas electorales del PRI en 2016, tampoco apareció ante la prensa para someterse a una sesión de preguntas abiertas. Durante su conferencia, Videgaray pidió a los embajadores y cónsules que mantengan “la más estricta neutralidad e imparcialidad” en las elecciones que se celebrarán este año. Sólo en el lanzamiento formal del evento, los funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dejaron a la prensa presenciar en carne y hueso la reunión, aunque tampoco abrieron un espacio para preguntas. En escasas ocasiones, los reporteros tuvieron la oportunidad de platicar con embajadores y subsecretarios, quiénes bajaron a la sala de prensa, donde respondieron a dos o tres preguntas y salieron. El resto del tiempo, los reporteros estuvieron reunidos en la sala de prensa, escuchando y tomando notas de las “conferencias”. Situación surreal: al no tener acceso al salón principal, los camarógrafos tuvieron que grabar las pantallas de las televisiones para tener imágenes.

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