'Dudo que en Brasil haya un magistrado más honesto que yo": Lula

martes, 23 de enero de 2018 · 20:48
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En vísperas del juicio por corrupción que afrontará este miércoles en Porto Alegre, al sur de Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo estar tranquilo y prometió que, sea cual sea el resultado, continuará su lucha en las calles para que los brasileños tengan respeto y dignidad. “Dudo que en este país haya un magistrado más honesto que yo”, expresó Lula ante cientos de simpatizantes en esa ciudad. “No estoy aquí preocupado conmigo, sino con lo que está pasando con el pueblo brasileño”, añadió el expresidente, quien aparece a la cabeza en todos los sondeos electorales para la elección presidencial que se realizará en octubre próximo. Acompañado por la expresidenta Dilma Rousseff –depuesta por un juicio político en 2016– y por miembros del Partido de los Trabajadores (PT), del que es fundador, Lula expresó que hubo personas en esa agrupación que cometieron errores, pero aseguró que él es inocente. “Sé que no cometí crimen”, dijo, y recalcó que tiene la “tranquilidad de los inocentes”. Lula también fue muy crítico con la prensa brasileña, a la que tildó de “mentirosa” y “sin compromiso con la verdad”, y sostuvo que sólo la muerte evitará que continúe lo que está haciendo: postularse a un tercer mandato en los comicios de octubre. “Tengo 72 años, pero estoy con la energía de 30”, agregó, luego de lo cual dio un abrazo a Rousseff. La concentración de este martes, a la que acudieron más de 70 mil personas, según los organizadores, inició en una céntrica calle de la capital del sureño estado de Río Grande do Sul y recorrió cerca de dos kilómetros hasta el Anfiteatro Por-do-Sol, un espacio donde la militancia realizará una vigilia para apoyar a su líder. A pocos metros de allí, los tres magistrados que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la 4 Región (TRF4) decidirán este miércoles si mantienen, modifican o anulan la condena de nueve años y medio de prisión que recibió el exmandatario en primera instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero. En la causa, una de las siete abiertas en su contra, la mayoría por sospechas de corrupción, Lula es acusado de haber recibido de parte de la constructora OAS un departamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de favorecer a la compañía en contratos con la petrolera. El exmandatario evitó hablar directamente de ese proceso y, en un tono electoral, rescató los sueños que construyó durante sus dos mandatos y que permitieron crear un “Brasil grande”. El juicio se presenta como decisivo para el proyecto de Lula, pues de mantenerse la pena, su candidatura podría ser inhabilitada, aunque la última palabra la tendría la justicia electoral. Ese escenario no está previsto ni por su partido ni por la militancia, que este martes vistió camisetas con la cara estampada de su líder. (Con información de la agencia EFE)

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