Robles desmiente triangulación de recursos y acusa a medios de personalizar observaciones de la ASF

miércoles, 21 de febrero de 2018 · 14:51
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rosario Robles Berlanga negó una vez más que se haya enriquecido a partir de los presuntos desvíos multimillonarios que detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en las dependencias que dirigió en la administración actual, y denunció la “personalización que hacen algunos medios de las observaciones de la ASF”. En los últimos cuatro años, la ASF detectó que, durante las gestiones de Robles, las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) participaron en presuntos esquemas de desvío multimillonario de dinero a través de convenios celebrados con organismos estatales que, a su vez, subcontrataron redes de empresas fantasmas. “Desmiento el hecho de que a mí se me acredite, a mí, Rosario Robles, un esquema de triangulación de recursos que es absolutamente falso”, soltó la funcionaria al salir de la delegación capitalina de la Procuraduría General de la República (PGR), donde “esperó 20 minutos” a los abogados del periódico Reforma, quienes no acudieron al llamado que Robles les extendió ayer. Ante los reporteros que se amasaron frente al edificio de la PGR, la titular de la Sedatu leyó un texto en el que rechazó la existencia de “ninguna prueba que a mí en lo personal me vincule en un esquema de triangulación”, y aseveró que pidió a distintas autoridades que investigaran su situación bancaria y patrimonial. Afirmó además que las auditorías forenses que Reforma mencionó en su portada –encabezada “Detectan mega desvío a Robles”-- no se hicieron a la Sedesol ni a la Sedatu, sino a los organismos que fueron contratados por estas dependencias. Después de leer su documento y entregar a los reporteros un paquete de hojas, que contenían entre otras algunas fotografías de su casa en la colonia Pueblo de Los Reyes, en Coyoacán, la funcionaria cedió el espacio de los micrófonos a Emilio Zebadúa González, su oficial mayor desde el arranque de la administración de Enrique Peña Nieto. Mientras la funcionaria se retiraba en su camioneta, Zebadúa trató de exonerar la Sedesol y la Sedatu de las reiteradas observaciones de la ASF. Su argumento resultó simple, y poco convincente: repitió que la responsabilidad de subcontratar a empresas fantasmas la tuvieron los organismos estatales con las que la Sedesol y la Sedatu –es decir, él mismo como Oficial Mayor--, firmó los convenios. Apro señaló al funcionario que, según la ASF, ambas dependencias pagaron sobrecostos aberrantes –cientos de millones de pesos-- a los organismos públicos a cambio de servicios no prestados, duplicados o de pésima calidad, y que aun así dieron por cumplidos los convenios. “Unas (observaciones), en efecto, señalan que los entregables que se les mostraron (a los auditores) durante este primer periodo de solventación, o no son suficientes, o no son los correctos, o faltan, etc. (…). Y claro que tendremos la obligación, las distintas áreas de la Sedatu, como de las demás dependencias, de mostrar que lo que se pagó se recibió”, respondió. Y añadió: “A la fecha, después de cinco años de gestión de la secretaria Robles en Sedesol y en Sedatu, no ha habido una sola sanción de ningún carácter administrativo o de otro tipo contra un funcionario público de ambas secretarías”.

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