Independientes buscan congraciarse con banqueros; Ríos Piter el que se lleva las palmas

jueves, 8 de marzo de 2018 · 22:39
ACAPULCO, Gro. (apro).- En la Convención Bancaria número 81, que se realiza en este puerto vacacional, los aspirantes a una candidatura independiente a la Presidencia de la República tuvieron la oportunidad de exponer sus ideas y propuestas ante la élite económica y financiera del país. Cada quien con su estilo muy propio, pero los tres con ánimo de agradar a los banqueros, sus anfitriones… pero como su participación fue en la mañana, antes de que se inaugurara oficialmente la Convención, con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya; el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, y las cúpulas empresariales, más bien los asistentes eran funcionarios bancarios de segundo orden, en su mayoría. Tercero al turno, el simpático –bufón para algunos– y el que más risas arrancó, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se soltó el pelo, como siempre: “Si llego a ser presidente de la República, voy a hacer lo que hice en Nuevo León: Nos apretamos el cinturón, hay que quitar a todos los huevones del gobierno, hay que quitar a todas las dependencias que no sirven, que son un lastre, que no hacen nada más que gastarse el dinero de ustedes”. E hizo las loas de su gestión en el poco tiempo que estuvo al frente del gobierno nuevoleonés… que mucho le han criticado: “En Nuevo León en dos años reducimos (sic) la pobreza y la pobreza extrema, quitando el asistencialismo. Soy un enemigo del asistencialismo; mi mamá no sabe leer, no sabe escribir y no recibió programa de Oportunidades para que yo fuera a la universidad, y mi mamá tuvo 10 hijos, obviamente mi padre le ayudó. “Fui a la universidad, vencí la pobreza sin ningún programa del gobierno, caminé 26 kilómetros diarios para ir a la secundaria. Soy el único aspirante a presidente de este país que ha vencido la pobreza sin necesidad de los programas asistencialistas. Se gasta enorme dinero, cantidades enormes de dinero para sostener a quienes se creen Santa Claus y son los actuales gobernantes de todos los partidos, se creen Santa Claus. “En nuestro gobierno no tenemos ningún programa asistencialista y no pasó nada, reducimos (sic) la pobreza, generamos condiciones para que la empresa llegue a Nuevo León y generamos certidumbre, bajamos requisitos, permitimos libertad de que la gente pueda acceder a la posibilidad de hacer su negocio más rápido. Fíjense cuánto bajamos la pobreza, la pobreza extrema que es evidentemente algo que todo mundo lo usa como un eslogan de campaña, es ingrato, yo viví esa condición, y nos dicen pobres extremos, como si fuéramos caballitos de circo. “A mí me enoja y me molesta que los políticos utilicen los recursos públicos para dar dádivas, esperando aplausos, cuando se debe hablar al mexicano y generarle condiciones de empleo y de negocio, y tenemos que ver tantos requisitos que hacen y tienen los diputados en el Congreso, inventan tantas leyes que nadie se las conoce. “No puede seguir México así, necesitamos mandar a su casa a los políticos, jubilarlos pero sin pensión. Eso es lo que yo quiero hacer. Quitemos el poder a los partidos y vamos a devolvérselo a los ciudadanos”. Margarita Zavala Gómez del Campo, segunda al micrófono, se vio como siempre: insegura, nerviosa, poco convincente, sin velocidad mental para responder rápido las preguntas del moderador, que esta vez fue el politólogo Leonardo Curzio. Dijo la exprimera dama, lanzándose contra sus adversarios: “Yo soy abogada, soy apasionada del Derecho y, como aspirante a la Presidencia de la República, sí les digo que yo tengo la convicción y fuerza ética de realizar esa reforma tan urgente para México, que es la reforma estructural que le falta a nuestro país: la reforma de legalidad y de ética en el gobierno. Tengo la convicción y la fuerza de buscar la justicia para nuestro país, que para mí es una asignación, la asignación pendiente más clara en México. “Tengo la convicción y también, lo digo así claramente, y la autoridad moral, que quizá no tienen todos mis adversarios. Y quiero ser muy clara en esto, si el muro en el que todos nos estrechamos, si el muro que no nos deja crecer económicamente, si ese muro es la corrupción, señores y señoras, el PRI no lo va a derribar, porque él lo construyó. “Y, por otro lado, me consta también el desprecio que se tiene a la legalidad. Y está también otro estilo de ser priista que es el de hábitos de Ricardo Anaya, que si no cumple las reglas de una organización a la que se le dio a cuidar, tampoco tiene por qué cumplirlas en lo grande. “Y sé que también otro contrincante, ese es como del PRI, pero por nacimiento, que es López Obrador, y él se ha rendido al oportunismo y a la ambición vulgar del poder recibiendo lo que sea. Por eso yo he dicho que es el ropavejero de la política. Sí lo es, si le da igual a quien pone en el Senado. “Y que, miren, prometer amnistía a criminales, no garantiza el Estado de Derecho; perdonar a los corruptos nada más porque que te apoyan, no garantiza el Estado de Derecho. Y ya sé que va a venir a decirles que ya está moderadísimo y ya le enviaron a alguien, a algún vocero para decirles que no se preocupen, que no va a dañar la economía siguiendo su manual del populista de los setenta. “Yo digo, bueno, pues como bien decía Manuel Gómez Morín, por cierto, banquero y constructor de instituciones: que no haya ilusos para que no haya desilusionados. Y frente a López Obrador podemos ser todo, menos ilusos, ¿eh?”. Primero en aparecer fue el senador con licencia, Armando Ríos Piter, El Jaguar, para sus amigos. Casualmente fue el que causó la mejor impresión entre los concurrentes. Evidenció sus conocimientos de economía y finanzas públicas, su experiencia en el sector público y en la grilla política. Muy solvente a la hora de responder los cuestionamientos del moderador y de los asistentes. Como los otros dos, tuvo 25 minutos para hacer su exposición y otros 20 para responder preguntas del público y del moderador. Muy coherente el exlegislador. Pero también muy colmilludo: quiso ganarse de inmediato a los banqueros: hablarles al oído, decirles lo que ellos quieren escuchar: “¿Por qué es importante nuestro sistema financiero? Porque es el sistema circulatorio de la economía. Que estén aquí los banqueros nos permite identificar a los distintos actores, obviamente junto con otros actores, pero con la banca como corazón del sistema financiero de la manera en la que nuestra economía permite una asignación eficiente en los distintos recursos. “La manera en la que se toman las decisiones de la producción pasa por este circuito, por este torrente sanguíneo que es el circuito financiero, y hay que reiterar que aquí es precisamente donde se garantiza la competitividad del país. Esto creo que es indispensable, porque hay muchos que luego no lo entienden, ven a la banca como un asunto tal vez distinto como un sector ajeno. No, está en el corazón de la vida económica del país y así es como me parece que hay que ubicarlo en todo su contexto. “Hay logros importantes de la banca, sin duda alguna. Ahí me tocó mi primer trabajo tenerlo en la Secretaría de Hacienda con varios de los que veo aquí hace muchos años, nos tocaba venir de la crisis del 94, tener que identificar precisamente en el rescate bancario un momento crucial del tipo de país que queríamos ser; un país que respetara, que cuidara, que protegiera el ahorro, que buscara la capitalización de los bancos”. Ríos Piter hizo un planteamiento sobre el origen, el desarrollo y el enquistamiento de la inseguridad y la corrupción en México, que le fue muy ovacionado por el auditorio. Dijo: “Yo estoy convencido de que el problema de la inseguridad, la corrupción y la desigualdad se genera en el sistema. Tomamos la decisión de tener una vida partidista, un proceso electoral donde fueran varios partidos políticos los que pudieran competir por el poder. Es una decisión que tomamos hace más de 20 años, y creo que vale la pena poner en contexto que esta cadena que yo les ofrezco el día de hoy que, para ser didácticos, son seis palabras con letra C, es una cadena de seis frases que empiezan con letra C, con letra C de corrupción, por lo menos que la discutamos y la revisemos. “¿Dónde empieza la corrupción en el país? ¿Dónde empieza la inseguridad o incluso la desigualdad de oportunidades? Empieza en las campañas políticas. Primera palabra con letra C. Campañas políticas que cada vez requieren más y más dinero, ¿para qué? Para comprar votos. Segunda palabra con letra C, compra de votos. Cada vez más y más y más dinero, ahorita son siete mil millones de pesos, solamente dinero público, ¿eh?”. “Se dice que por cada peso público llega a haber hasta seis pesos de dinero privado, lícito o ilícito que se busca para comprar votos. ¿Comprar votos con qué? Con tinacos, comprar votos con despensas, con billetes de 200 o de 500, Diegos Rivera, en fin, los billetes que a ustedes les guste ubicar. “Campañas políticas, compra de votos. ¿A quiénes se les compran los votos? Tercera palabra con letra C, a las clientelas, clientelas electorales que cuando uno ve el mapa están claramente identificadas. Son amarillas en la delegación Iztapalapa, eran amarillas en la delegación Cuauhtémoc, ahora son morenas, se vinieron a Acapulco, se broncearon; son azules en el Bajío o son rojas en el Estado de México. “Entonces: campañas políticas, compras de votos a clientelas electorales… ¿Quién pone el billete? ¿De dónde sale el dinero? Sí, una parte sale del dinero que nuestros impuestos pagamos con ellos, siete mil millones decía, pero cada vez más y más de ese dinero es de los compadres, no encontraba otra palabra con letra C, por eso puse esa. “Compadres que ponen una lana, y le dicen: ‘Ah, mi compadre va a ser presidente municipal. Mi compadre va a ser gobernador. Mi compadre va a ser presidente’, pues hay que conseguir una lana. Y entonces ahí está el compadre listo, puesto para poner la lana. “¿Y qué es lo que espera el compadre a cambio? Además de la gran satisfacción de tener a alguien en un cargo público. Lo que espera es una quinta palabra con letras: los contratos. Contratos de obra pública, contratos de servicios. Quién vende las medicinas, quién vende los uniformes, quién hace las carreteras, quién es el que construye los puentes o los bajo puentes o los túneles, es el compadre que le puso una lana a la campaña; y eso cada vez y más y más va haciendo un cuello de botella. “Lo peor de este modelo, amigos y amigas, es que hay una quinta frase, una sexta frase con letras. ¿Quién es el que tiene los contactos con el crimen, quién es el que la lleva con los huachicoleros o quién es el que la lleva con los que cobran piso o con los que secuestran o con los que trafican con personas o con los que trafican con goma de opio, como ocurre aquí en Guerrero?”. “Campañas políticas, compra de votos, clientelas electorales. Compadres que financian las campañas para quedarse con contratos o tener los contactos con el crimen. “Ese es el problema que tenemos hoy en este país”, concluyó Ríos Piter.

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