A siete años del Movimiento por la Paz, crece la deuda del Estado con las víctimas: Sicilia

lunes, 26 de marzo de 2018 · 13:40
CUERNAVACA, Mor. (apro).- El gobierno de Enrique Peña Nieto, al igual que el de Felipe Calderón y las partidocracias, “han traicionado a las víctimas y, con ellas, a la nación entera” y a pesar de las leyes de víctimas y desaparición, muy poco se ha logrado siete años después del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, reprochó su fundador, Javier Sicilia. A prácticamente siete años del asesinato de su hijo Juan Francisco, junto con otras seis personas --que se cumplirá el próximo miércoles 28-- lo que dio pie a la fundación del Movimiento, su fundador aseguró que la “deuda de Estado” en términos humanos asciende a, por lo menos, 150 mil personas asesinadas y 30 mil desaparecidos. Durante una conferencia de prensa en la ofrenda a las víctimas, que también cumplirá siete años el miércoles en los arcos de Palacio de Gobierno, Sicilia señaló que la impunidad se mantiene en 95% y ahora se pretende legalizar la estrategia “fallida” de combate al crimen organizado, con la Ley de Seguridad Interior. El poeta saludó el guiño de Andrés Manuel López Obrador, quien la víspera recordó al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, sin embargo, le pidió que “dé pronto una palabra contra la Ley de Seguridad Interior y abra una agenda para que dialoguemos y caminemos en esa ruta”. Sólo López Obrador, porque –dijo—los demás “partidos, candidatos y Estado, redujeron el drama nacional a los actos de corrupción en los que por comisión u omisión todos están implicados. Olvidan que detrás de ellos, que cínicamente se arrojan unos a otros a la cara, están los muertos, los desaparecidos, las familias rotas, la angustia y la miseria de los desplazados, el dolor sin límite y la indefensión ciudadana”. Más bien, siguió el poeta, “se obstinan, en un alarde de ceguera, en no ver que debajo de su lucha por el poder, la nación es una cloaca hecha de casas de seguridad, de redes de trata, de fosas fabricadas tanto por el crimen organizado como por las fiscalías –Tetelcingo lo reveló--, de extorsión e impunidad. Decidieron borrar la tragedia, creyendo que si no se nombra ni se enfrenta, dejó de existir. Pero el horror, cuando no se encara, crece y un día, es la lección de la historia, los alcanzará para hacerlos comparecer ante el banquillo de los acusados”. Javier Sicilia señaló que, a siete años, el Movimiento por la Paz vuelve a increpar a los gobiernos y los partidos: “¿Qué tienen que decirles a las víctimas? ¿Cuál es su propuesta de justicia y de paz para ellas y el país? ¿Cómo harán si ganan para hacerlas posibles y no convertirse en los próximos administradores del infierno? ¿Cuál es su posición ante las drogas y sus propuestas para dejarlas de ver como un problema de seguridad nacional y enfrentarlo como un asunto de salud pública? ¿Cómo, por lo tanto, van a generar una política que deje de subordinar al país a la estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos, que se quiere legalizar con la Ley de Seguridad Interior? ¿Cuál va a ser su política frente a los desaparecidos y las fosas del país?” Finalmente criticó el hecho de que el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Gustavo Urquiza Beltrán, “esté permitiendo que líderes sindicales, de dudosa calidad Moral --Mario Cortés y Virginia Paz Morales-, condicionen la libertad de pensamiento y de acción de nuestra máxima casa de estudios. Esté permitiendo también que esos intereses oscuros, que miran a la UAEM no como la casa del pensamiento y de la libertad, sino como un botín político y económico, violenten la noble y notable tarea que el Programa Universitario de Estudios de la Complejidad y Formación de Ciudadana (PUECC) lleva a cabo en favor de los derechos humanos”. Sicilia narró que el pasado 21 de marzo, acudió a la UAEM el representante del Alto Comisionado de la ONU en Derechos Humanos, Jan Jarab, a un foro sobre la Ley de Seguridad Interior, y el rector Urquiza hizo el vacío y no acudió, pero además “permitió que porros, movidos por Mario Cortés, generaran un clima de linchamiento hacia Javier Sicilia y el exrector Alejandro Vera, colocando pancartas ofensivas en las dos entradas del campus universitario”. Finalmente hizo referencia al ataque registrado a las oficinas de Nueva Alianza la madrugada del domingo pasado y afirmó que estas acciones “sólo pueden ser motivadas por el clima de linchamiento que el porrismo ha generado dentro de la universidad y que rectoría avala como ‘punto de vista’”.

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