De la gloria al desprecio: En venta, el Teatro Alarcón de SLP

domingo, 8 de abril de 2018 · 09:41
Juan Carlos Ruiz Guadalajara, quien escribe la historia social de este primer teatro republicano en México, no puede creer que se ofrezca al mejor postor. El recinto, construido por el afamado arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras e inaugurado la Semana Santa de 1827, es ejemplo único en el país del estilo de los coliseos clásicos europeos, propiedad actual del sindicato minero. Resulta un contrasentido –dice el investigador de El Colegio de San Luis– que paralelamente el Centro Histórico de la ciudad capital sea Patrimonio de la Humanidad. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Único en México por su arquitectura al estilo de los coliseos clásicos europeos, el Teatro Alarcón de la ciudad de San Luis Potosí (SLP) fue –a lo largo de más de un siglo– escenario de las obras del poeta y dramaturgo Manuel José Othón, de los cantos de la soprano Ángela Peralta, de los titiriteros Rosete Aranda, de óperas y zarzuelas, espectáculos de burlesque y hasta de la celebración del cumpleaños 61 del presidente Benito Juárez. Hoy le toca ser protagonista de un drama… o una tragedia, quizás hasta una comedia a juzgar por la forma en la cual se pone a la venta –con las frases hechas de las agencias para comercializar “un acogedor departamento”, una “preciosa residencia” o un “encantador terreno”–, según se anunció en las páginas de Facebook de Vilet Inmobiliaria y Maru Vilet: “Hermoso teatro en venta… precio sólo a quienes tengan el capital.” La publicidad hizo dudar a varios potosinos. Alguno preguntó con ironía si “aceptan crédito Infonavit”. Otros cuestionaron qué dicen al respecto el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Turismo de la entidad. Vilet, directora del Zoo SLP, exconsejera nacional de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y exregidora de SLP (según su Twitter), responde (https://www.am.com.mx/san-luis/2018/02/25/via-facebook-ponen-a-la-venta-el-teatro-alarcon-66641): “Obvio que no es mentira”. Y en otro mensaje: “El Teatro Alarcón está a la venta… está increíble lo ideal es que Gobierno se lo quedara… para que no pasará que en algunas fincas de SLP pero si es muy caro son 300 dueños y podemos concertar citas para quienes tengan solvencia para adquirirlo e intereses” (sic). Vía telefónica desde la capital potosina, el historiador Juan Carlos Ruiz Guadalajara, doctor en Ciencias Sociales e investigador de El Colegio de San Luis, A.C. (Colsan), donde coordina el proyecto Biblioteca Gandhi en el cual participa la Gujarat Vidyapith de la India (Universidad fundada por Mahatma Gandhi en 1920), cuenta que apenas volvió hace un par de semanas de una estancia académica en el país asiático, recibió incrédulo la noticia. En abril de 2007 dio a conocer a esta reportera su proyecto de escribir la historia del recinto, construido por el arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras (Celaya, 1759-1833) e inaugurado en la Semana Santa del año 1827. Su investigación se titula “El Teatro Alarcón de San Luis Potosí, historia social del primer teatro republicano de México”. Adelanta en un texto enviado a Proceso parte de sus avances. Explica que su historia se vincula a la del país, pues tras consumarse la Independencia, los ayuntamientos se propusieron construir espacios urbanos “a la altura de la nueva nación”, y el ideal se dio con mayor fuerza en el gobierno republicano. En SLP existía desde el siglo XVII la tradición de recibir a compañías itinerantes de cómicos y maromeros, por lo cual para 1824 ya contaba con un coliseo de comedias. Como era utilizado también como plaza de gallos, le llamaban Coligallo. El 16 de septiembre de ese año se incendió. Un año después, el tesorero del estado, Juan Guajardo Argumosa, consiguió recursos para erigir un nuevo coliseo y contrató a Tresguerras, quien concluyó en 1826. Ruiz Guadalajara describe que el arquitecto tuvo que adaptarse a las pequeñas dimensiones del terreno, sin renunciar a una buena acústica. Deseaba una fachada sobria, monumental y con motivos republicanos… “los testimonios señalan la enorme pericia y logro de Tresguerras al haber diseñado y construido (…) una bóveda que cerraba todo el espacio”. Se consideró como una de las proezas arquitectónicas del autor. Abandono inmoral Apenas un año después de su apertura, el Alarcón ya era considerado el segundo teatro de la República Federal Mexicana. Aunque a lo largo de la historia tuvo sus altibajos y dificultades para sobrevivir, tanto por la inestabilidad política del país como por falta de fondos. En 1867 el presidente Juárez, “al residir en San Luis Potosí y declararla capital de la República en su paso victorioso hacia la Ciudad de México”, festejó ahí su cumpleaños. El 10 de diciembre de 1900, añade el historiador, un incendio provocó el derrumbe de la famosa bóveda y el teatro quedó abandonado, hasta que en 1910 el ingeniero Octaviano Cabrera intentó rehabilitarlo para las fiestas del centenario de la Independencia. Se le colocó entonces la techumbre de lámina que aún conserva. El teatro vino decayendo porque se construyeron otros como el Arista y, en el porfiriato, el Teatro de la Paz. Destaca el investigador que en los años sesenta lo adquirió el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, sección SLP (cuando lo dirigía Napoleón Gómez Sada, padre de Napoleón Gómez Urrutia). Lo adaptaron para instalar sus oficinas, pero se conservó el foro para sus asambleas. El gremio lo ha rentado o prestado para diversos eventos. En los ochenta fue sede de compañías de burlesque que presentaron desnudos en vivo, lo cual provocó que se le asociara con la inmoralidad y cayera de la estima de los potosinos. Para el historiador del arte Fausto Ramírez –dice– es “una obra tardía del clasicismo híbrido, reflejo de la libertad e ‘invención bizarra’ de arquitectos provincianos… alejados y ajenos al purismo académico y al respeto a la morfología clásica’”. Y el especialista potosino en arte Francisco de la Maza fue uno de sus “más irracionales críticos” al considerarlo “mala obra arquitectónica, de fea fachada y falto de imaginación”. En cambio, Ruiz Guadalajara ensalza su valor. Juzga a Tresguerras como el primer arquitecto “importante del México independiente”. Destaca la forma de herradura de su planta, “como en los coliseos clásicos europeos” y que no se ha modificado; su fachada “está en perfectas condiciones”; debido a lo limitado del terreno carece de vestíbulo, se entra de la calle directo a las butacas; y es un teatro republicano, “un ejemplo increíble de este tipo de arquitectura teatral en América Latina, no hay muchos así”. Situado en la calle de Mariano Abasolo 725, en el Centro Histórico de la capital estatal, “el edificio quedó enlistado y ubicado en el Perímetro A en la Declaratoria de Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de San Luis Potosí, emitida el 19 de diciembre de 1990”, refiere la investigadora de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, Alicia Leonor Cordero Herrera (https://www.boletin-cnmh.inah.gob.mx/boletin/boletines/bmh%2031-6.pdf) Añade: “…tiene valor histórico por haber sido el primero del México republicano, y quizás el único que conserva las características especiales de los coliseos en nuestro país.” Se dice –comenta Ruiz Guadalajara– que los mineros piden 80 millones de pesos por el teatro, pero “se contentarían con mucho menos”, por lo cual insta al gobierno estatal a comprarlo y restaurarlo, pues desde el punto de vista de su conservación hay condiciones para su rescate. Considera incluso que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), encabezado por Andrés Manuel López Obrador, podría involucrarse en su defensa dada su relación con Gómez Urrutia. Fiesta en harapos Como es un inmueble catalogado por el INAH, advierte el investigador que todo aquel que quiera comprarlo debe saber que no lo puede modificar ni alterar. Sin embargo, expresa su temor de que “los tiburones inmobiliarios” lo adquieran y destruyan por completo o traten de preservar sólo la fachada, como se ha hecho con varias fincas del Centro Histórico y los antiguos pueblos de indios, ahora barrios. Asegura el historiador que gente como el propio exgobernador Marcelo de los Santos han adquirido algunas antiguas fincas para hacer estacionamientos u otro tipo de construcciones. Igual hay empresarios que “se están hinchando de propiedades en el Centro Histórico, dejan las fachadas y las convierten en restaurantes, en hoteles o en plazas comerciales”. Al cierre de esta edición se publicó en diarios locales que Juan Carlos Machinena Morales, delegado del INAH en SLP, declaró que el empresario Carlos Slim “pudiera estar interesado en adquirirlo, si se le plantea la propuesta” y tal vez “pudiera suscitar el interés de la Fundación Banamex”, que ha trabajado “con nosotros en Tamtoc y ha rescatado varias otras en Yucatán”; también confió en que los gobiernos federal, estatal y la iniciativa privada podrían rescatarlo de manera conjunta. Nada dijo en concreto. A Ruiz Guadalajara le parece un contrasentido que el pasado 7 de marzo el director del INAH, Diego Prieto, entregara al gobernador de la entidad, Juan Manuel Carreras López, una copia facsimilar de la certificación por la cual se reconoce al Camino Real de Tierra Adentro “en general, y en particular a los monumentos históricos que componen el Centro Histórico” de SLP, cuando esta ciudad no estaba dentro de la ruta, “es un ramal”. Además, recuerda que por décadas varios políticos buscaron para la ciudad potosina la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, cuando tiene tantos problemas, y ha enfrentado situaciones como la devastación del cerro de San Pedro, a pocos kilómetros de distancia, por la minería a cielo abierto de la compañía canadiense Minera San Xavier, de la cual dio cuenta este semanario en varios números; y el abandono y destrucción de los viejos barrios como San Miguelito y San Sebastián. “Es una falacia, una hipocresía por parte de las autoridades potosinas promocionar la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, mientras este teatro está a la venta.” El historiador dice que pidió al presidente de El Colegio de San Luis, David Vázquez Salguero, llamara la atención sobre el problema del teatro durante la ceremonia con Prieto, el gobernador y el secretario de Cultura de SLP, Armando Herrera Silva: “La sorpresa que me llevo es que cuando el presidente del Colsan les pide que atiendan la cuestión, le piden información para saber qué valor tiene, ¡imagínate, no tienen ni idea de lo que representa ese inmueble!” En la ficha del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos del INAH, ciertamente no hay ninguna descripción ni historia del inmueble. Sólo un número de clave (2402800015110), su ubicación y época de construcción (XIX-XX). El ensayo de la investigadora Cordero Herrera se publicó en el boletín Núm. 31 Tercera Época, correspondiente a mayo-agosto de 2014. Para Ruiz Guadalajara, más allá de la estética, el teatro debe rescatarse “en función de lo que representó como espacio público para la historia de San Luis Potosí y de toda la nación mexicana”. Y subraya que, “en términos de sus sentidos profundos, el Alarcón nació como la materialización de un ideal de país republicano que veía en el arte dramático y en la actividad teatral toda, uno de los vehículos fundamentales para la formación de ciudadanos con aptitudes republicanas”. Este reportaje se publicó el 1 de abril de 2018 en la edición 2161 de la revista Proceso.

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