CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Médicos y enfermeras de diez estados del país marcharon este domingo para exigir la liberación de los doctores Luis Alberto Pérez Méndez y Gabriela Cruz López, quienes fueron detenidos en Oaxaca por la muerte de un menor de tres años. Las movilizaciones se registraron en la Ciudad de México, Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, Nuevo León, Guerrero, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Quintana Roo. El caso ocurrió el pasado 27 de noviembre, cuando el niño Edward Luna se fracturó el brazo izquierdo mientras jugaba en su casa, ubicada en Santa María Atzompa, Oaxaca, y fue trasladado por sus padres al Hospital del Valle. El menor fue intervenido quirúrgicamente a las 21:00 horas del 26 de noviembre pero ya no despertó debido presuntamente a una reacción alérgica a la anestesia. El niño falleció durante la madrugada. Los padres de Edward presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia contra los facultativos responsables de lo que consideran una negligencia médica. El médico Luis Alberto Pérez fue encarcelado el pasado 2 de abril por homicidio doloso a pesar de que no había concluido el desahogo de pruebas. Respecto a las movilizaciones de hoy por este caso, los trabajadores de la salud exigieron que no se criminalice su profesión. Los médicos inconformes acusaron que en la detención de su colega hubo abuso de autoridad y argumentaron que ningún doctor busca afectar o matar a su paciente. En la Ciudad de México, la movilización salió del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino. Unos 200 manifestantes, entre médicos y enfermeras, participaron en la marcha. En Oaxaca, la movilización partió de las Fuentes de la Ocho Regiones con rumbo al zócalo de la ciudad. Los médicos realizaron una convocatoria a escala nacional, con el movimiento denominado #TodosSomosLuis, con el que los profesionistas pretenden presionar a las autoridades oaxaqueñas para que liberen al traumatólogo pediatra. El fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos Beltrán, dijo que el médico puede alcanzar una condena de 8 a 20 años prisión.