En trepidante ida de la final femenil, Tigres y Rayadas empatan 2-2

sábado, 28 de abril de 2018 · 09:48
MONTERREY, NL. (proceso.com.mx).- En un trepidante juego de final regiomontana del torneo Liga MX femenil, Tigres y Rayadas empataron 2-2 en la ida disputada anoche en el Estadio Universitario. La garra y el talento que desplegaron las chicas de los dos bandos, ante 38 mil espectadores que casi llenaron el coso de San Nicolás, contrastó con el pésimo trabajo del árbitro Mario Terrazas, que tomó decisiones erróneas y que influyeron en tres de los cuatro tantos de la velada. El primer cotejo de la serie final fue de constante vaivén, con alternativas en las dos porterías que mantuvieron en el filo del asiento a los asistentes, y a los aficionados que vieron en casa la transmisión en vivo. Las felinas, dirigidas por Osvaldo Batocletti, fueron las que aportaron la cuota de emoción inicial al minuto 8, con un zurdazo de caro Jaramillo que se estrelló en el poste del arco que era custodiado por Claudia Lózoya. Sin embargo, el grito de gol se liberó al 11, cuando la atacante felina Belén Cruz recibió un pase en posición adelantada, que no detectaron ni el silbante ni la abanderada, lo que le permitió sacar un zurdazo cruzado para abrir el marcador. La arquera de las locales, María de los Ángeles Martínez, estuvo a punto de cometer una pifia monumental al 15, cuando permitió que una pelota botara a su lado y al dejar que saliera, permitió que se estrellara peligrosamente en el poste. La polémica arbitral siguió al 20, cuando la atacante rayada Mónica Monsiváis cayó dentro del área, y reclamó un penal que no fue concedido. Al 24, Martínez se barrió dentro del área ante una llegada de Danny Solís, de Rayadas, quien aflojó el cuerpo y se desplomó, señal que Terrazas interpretó erróneamente como penal. Un minuto después, Rebeca Bernal disparó a la izquierda y engañó a la arquera de los anfitriones para igualar los cartones a un gol. Tigres, que mantenía el asedio sobre el arco de las visitantes, aflojó el ritmo, lo que permitió que arreciaran los embates sobre su portería. Fue al 26 cuando las chicas de La Pandilla, comandadas por Héctor Becerra, se fueron al frente 2-1 en el marcador, con un soberbio testerazo de Monsiváis. Con el marcador favorable a las regiomontanas, los equipos se fueron al vestuario. Para la segunda etapa, las acciones se equilibraron, con un intenso trámite en la media cancha, donde hubo un marcado congestionamiento de jugadoras. El cansancio cobró su cuota al obligar a las damas a soltar pelotazos largos, buscando una escapada de sus extremos, que tuvieron actividad incesante. Al 59, Diana Evangelista, de las Rayadas, sacó un disparo potente que obligó a Martínez a desviar el obús por encima del arco. Al 89, el silbante anuló con justicia un gol que ya estaban festejando las auriazules, en una jugada a balón parado, debido a que la chica que envió el recentro estaba adelantada. Debido a las constantes interrupciones del juego, el Nazareno otorgó 5 minutos de compensación. Cuando el partido expiraba, el silbante se colocó la etiqueta de villano al marcar afuera del área de La Pandilla, al 95, una mano inexistente de una jugadora rayada, que en realidad jugó el balón con el estómago. Caro Jaramillo cobró de zurda y la defensa rayada Vanessa López desvió la pelota con la cabeza y la envió a su propia meta, para dejar los cartones empatados a 2 tantos, ante la algarabía de las tigrillas que sacaron una igualada con sabor a victoria. La vuelta se jugará el próximo viernes 4 de mayo a las 22:30 horas en el estadio BBVA, del Monterrey. En esta instancia el gol de visitante no cuenta, por lo que el empate en marcador global al final, conducirá directamente a la tanda de penales.

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