CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El impacto en la inflación por las medidas arancelarias que impuso Estados Unidos “será reducido”, aseguró Daniel Chiquiar, director general de Investigación Económica del Banco de México (Banxico), aunque aclaró que aún es “temprano” para saber la magnitud de las represalias comerciales. “Habría primero que evaluar el impacto antes de decir en qué dirección y de qué magnitud va a ser, pero presumiblemente el impacto va a ser reducido en dado caso”, puntualizó al presentar el ‘Reporte de Economías Regionales’ correspondiente al primer trimestre del año. De acuerdo con el funcionario, parte del costo del aumento arancelario de Estados Unidos lo tendría que pagar el consumidor de ese país y no el mexicano. “Al contrario –acotó–, el consumidor mexicano podría ver alguna baja en los precios de algunos productos como resultado de esta situación comercial”. Hace dos semanas el presidente estadunidense Donald Trump aplicó aranceles de 25% y 10% a las importaciones de acero y aluminio de la Unión Europea, Canadá y México. En respuesta, el gobierno de Enrique peña Nieto aplicó aranceles a productos del vecino país, como aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros, hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación, que se aproxima a los cuatro mil 200 millones de dólares. En este entorno, el Banxico previó que el impacto será mínimo en la inflación, que continúa su tendencia a la baja. No obstante, en su último reporte trimestral de inflación, el banco central señaló riesgos para los precios, entre ellos el hecho de que la cotización de la moneda nacional continúe presionada por las mayores tasas de interés externas y la fortaleza del dólar, así como la incertidumbre asociada a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y al proceso electoral de julio próximo. También advirtió sobre choques en los precios de los bienes agropecuarios y presiones al alza en los precios de algunos energéticos.