Tras la debacle, inicia la pelea interna en el PRI

martes, 3 de julio de 2018 · 16:39
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La pelea interna en el PRI, luego de su estrepitosa derrota, comenzó a manifestarse desde el día siguiente a la votación. Mientras la corriente Democracia Interna, que encabeza el exgobernador Ulises Ruiz, volvió a pedir la renuncia de la dirigencia para que se convoque a una asamblea nacional, el presidente del partido, René Juárez Cisneros, dijo que no es tiempo de dividir. El guerrerense se reunió este martes al mediodía con líderes parlamentarios, dirigentes de los sectores y de organizaciones, así como del Comité Ejecutivo Nacional. Ahí pidió fortalecer la unidad partidista, reflexionar y reencontrarse con la militancia y los ciudadanos. “No es momento para dividir”, dijo en el cónclave realizado en la sede nacional, luego de que ayer el expresidente del partido, César Augusto Santiago, demandó un ajuste de cuentas al dirigente anterior Enrique Ochoa Reza y su sucesor, así como al excandidato presidencial, José Antonio Meade, y a su coordinador de campaña, Aurelio Nuño. Por su parte, la corriente Democracia Interna difundió un nuevo comunicado en el que acusa al presidente Enrique Peña Nieto, a su grupo encabezado por Aurelio Nuño, así como a la dirigencia priista, de haber cometido los errores que llevaron a la derrota el pasado domingo. “El presidente Peña y sus funcionarios de primer nivel en el gobierno, principalmente quienes han estado encargados del combate a la inseguridad, a la pobreza y quienes cometieron actos de corrupción o quienes se debieron dedicar a erradicarla, son responsables en gran medida del resultado electoral”, aseguró. Luego, la corriente encabezada por Ulises Ruiz exigió “que así lo asuman para que no pretendan influir en la reconstrucción del partido, entienda que no tienen cabida en la reconstrucción del PRI. Ocúpense mejor de entregar ordenadamente el gobierno y las dependencias y entidades que están a su cargo”. Peña y su gabinete, reiteró, son los principales responsables de la debacle, de abrir el partido a candidatos externos y de cerrar los espacios a la militancia. También los acusó de imponer decisiones y candidaturas a placer y promover cambios a los documentos del PRI “que atentaron contra las posibilidades democráticas con el pretexto de hacer más fácil la toma de decisiones, con frivolidad, con prepotencia, auxiliados por una clase política que se prestó a esa humillación a los priistas de todo el país; con la complicidad de gobernadores, dirigentes de sectores y organizaciones y los mismos de siempre, esos iluminados cuyas acciones se convirtieron en una gran traición”. Democracia Interna insistió que la reconstrucción del PRI debe ser a partir de la militancia, no de los gobernadores ni de la actual dirigencia. Por eso, convocó a la clase política del país para que “participe en esta reconstrucción de un verdadero partido político al servicio de México y de los militantes priistas”.

Comentarios