La CNDH reporta graves violaciones a derechos en seis penales y un centro de reclusión juvenil en BC

martes, 3 de julio de 2018 · 17:29
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reportó graves violaciones a derechos humanos en agravio de internos de seis centros de Reinserción Social (Ceresos) y un centro de tratamiento de adolescentes en Baja California, condiciones que pueden alentar malos tratos y tortura. A través del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), el organismo entregó un informe al gobernador panista Francisco Arturo Vega Lamadrid, en relación con las “irregularidades relacionadas con la falta de trato humano y digno, legalidad y seguridad jurídica, protección de la salud e integridad personal”. Las fallas documentadas por el MNPT son el resultado de la supervisión de centros de detención de “El Hongo”, “El Hongo 2”, “El Hongo 3”, y en los de Tijuana, Ensenada y Mexicali, así como del Centro de Tratamiento para Adolescentes en Ensenada, todos controlados por la Secretaría de Seguridad Pública estatal y donde están recluidas 11 mil 332 personas. Según el MNPT, la totalidad de las personas privadas de la libertad en Baja California “se inconformaron por el encierro; la ausencia de actividades e insuficientes visitas familiares; falta de mantenimiento de las instalaciones; carencia de ventilación e iluminación, agua corriente, lavabos o la fuga de agua en los mismos y humedad en las paredes” de los penales de Tijuana, Ensenada, Mexicali, “El Hongo” y “El Hongo 2”, mientras que algunos dormitorios de “El Hongo”, “El Hongo 2” y Tijuana carecen de colchonetas y cobijas. En el informe se destacó que, pese a que en los seis centros de rehabilitación se proporcionan alimentos tres veces al día, “el 100% de los internos se inconformó por las raciones insuficientes; 60% las consideró de mala calidad, y 40% de calidad regular, además de que las consumen al interior de sus celdas por estar encerrados las 24 horas del día”. En cuanto a la atención médica, los reos reportaron dilación en la atención y, en algunos casos, “la ausencia de especialistas médicos, medicamentos y equipo para la atención”. Además, 80% de los internos señaló negativamente el trato recibido por el personal de seguridad y custodia al calificarlo de “malo, ya que se dirigen a ellos con gritos, humillaciones, golpes, discriminación y amenazas, sin especificar si se trata de la autoridad aprehensora o la del centro”. Sólo 20% de las personas privadas de libertad consideró el trato “regular”. El documento destacó que en los seis Ceresos revisados “se observó insuficiente personal técnico para la reinserción social de los internos, ya que sólo 4.89% del total de éstos cuenta con trabajo remunerado; 26.79% participa en actividades deportivas (beisbol, basquetbol, voleibol, y actividad física individual)”. Se consideró como grave que en los penales de Tijuana, Ensenada y Mexicali “la participación de la mujer es casi nula”, en tanto que en “El Hongo 3” no hay “área de gobierno y áreas técnicas, y es administrado por el director de ‘El Hongo’, el cual otorga los servicios médicos a los internos”. El trabajo de supervisión confirmó que “las actividades de tratamiento de reinserción social son escasas, porque a decir de las autoridades ello obedece a la falta de personal técnico, de seguridad y custodia, además de que se pondera con mayor énfasis la seguridad por encima del tratamiento técnico, de ahí que los internos permanecen en un régimen de encierro semipermanente”. El MNPT detectó que los centros no se han realizado modificaciones estructurales para personas con discapacidad, por lo que no existen celdas adaptadas para facilitar el acceso y movilidad de aquéllas, “mientras que las personas mayores, indígenas con alguna discapacidad o pertenecientes a la comunidad LGBTTTI, no reciben atención especializada y algunas son discriminadas, como sucede en ‘El Hongo 2”. Por ello recomendó al gobernador “asignar personal de seguridad suficiente para mantener el orden y la disciplina, y garantizar y resguardar la integridad física de los internos, trabajadores y visitantes de los Ceresos; garantizar que los internos reciban alimentos cuyo valor nutritivo y cantidad sean suficientes para el mantenimiento de su salud”. Asimismo se le sugirió destinar fondos suficientes “para el equipamiento de los dormitorios; que los internos dispongan, por lo menos, de una hora diaria para actividades físicas y/o deportivas al aire libre; revisar el marco normativo que rige el funcionamiento de los Ceresos, en particular el reglamento interno, a fin de actualizarlo y armonizarlo con la Ley Nacional de Ejecución Penal; evaluar los requerimientos de los centros para que los internos accedan a las actividades de carácter laboral, capacitación, educación y deportivas necesarias para alcanzar el objetivo de reinserción social establecido en la Constitución”. La CNDH igual instruyó a “modificar las instalaciones de los Ceresos para facilitar el acceso y el libre desplazamiento de las personas mayores o con discapacidad física, y que el personal directivo, técnico, jurídico, de seguridad y custodia participe en los cursos de derechos humanos y en la aplicación de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes”.

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