Las buenas y las malas noticias tras la victoria de AMLO

domingo, 8 de julio de 2018 · 12:54
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- México, hoy, es muy diferente al de hace cinco días. Algunos de los cambios son objetivamente buenos y otros intrínsecamente malos, pero la gran mayoría rehúye el maniqueísmo y admite varias interpretaciones y matices. Como sea, parece pertinente calibrar —desde ya— qué ha significado el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, qué ha ocurrido desde entonces y qué consecuencias se presagian. LO BUENO (no todo es atribuible a López Obrador): 1. Por fin llega la izquierda a la Presidencia: una verdadera transición democrática exigía este hecho. 2. Los mercados no sólo resisten el triunfo de López Obrador, sino que avanzan. 3. El peso se enfila a tener su mejor semana en años. 4. La pugna con los empresarios, que tanto daño podía hacer, se transforma en luna de miel. 5. Ofrece una respuesta concreta a una de sus promesas centrales: el dinero a los jóvenes (o parte de él) saldrá de un “programa de aprendices”. 6. Empresarios que maniobraron suciamente contra el tabasqueño aceptan su triunfo y prometen trabajar por el país. 7. AMLO muestra menos intransigencia: sopesa aceptar la protección del Estado Mayor Presidencial, elimina los insultos y descalificaciones, insiste en la concordia… 8. El exjefe de Gobierno se reencuentra con Cuauhtémoc Cárdenas, algo que le sirve a la izquierda y, por tanto, también al país. 9. Paralelamente, el distanciamiento con el subcomandante Marcos no es algo malo, necesariamente. Sus proyectos y agendas personales son demasiado distintos. 10. Al menos dos micro partidos (que en la práctica no representan más que a sus dueños) podrían perder su registro. 11. El gabinete anunciado por López Obrador será uno de los más preparados en la historia del país (20 licenciaturas, 13 maestrías, siete doctorados, 13 especialidades). 12. El triunfador en las elecciones de 1 de julio llega a la Presidencia de la República con más de 50% de la votación a favor: legitimidad absoluta. 13. Todos los candidatos derrotados se comportan con civilidad. 14. López Obrador y Enrique Peña Nieto se entrevistan y apelan a la cordialidad, lo que augura una casa en paz los próximos meses. 15. Las instituciones resistieron las irregularidades (que, ojo, las hubo y muchas). 16. A la luz de sus estrepitosas derrotas, hay buenas probabilidades de que el PRI, el PAN y el PRD, o bien entiendan algunos de sus errores y mejoren de cara a la ciudadanía, o bien sigan perdiendo influencia hasta que entiendan sus fallos. Las dos son buenas noticias. 17. Lo mismo puede pasar con las instituciones gubernamentales. Pero a diferencia de los partidos, su debilitamiento (así sea temporal) no es deseable. 18. El primer paso de AMLO con Donald Trump no fue de confrontación. 19. El pequeño aumento de politización, tanto en grupos activos como en los tradicionalmente apáticos, puede servir para encauzar de un mejor modo la transición, para observar más de cerca al ganador, para hacer mejor ciudadanía. 20. La inyección de crédito y confianza que recibe el Instituto Nacional Electoral (ciertamente mayor a la que realmente se ganó por méritos propios) puede fortalecerlo. 21. Mejora el ambiente social; en general hay un aumento en la esperanza. 22. Por fin se logra la paridad en el Senado: en la llamada cámara alta habrá casi tantas mujeres como varones. 23. Habrá un gabinete con igualdad de género. 24. El “recién” adquirido protagonismo de gente como Claudia Sheinbaum o Tatiana Clouthier revitaliza ciertas estructuras de gobierno LO MALO (no todo es atribuible a López Obrador): 1. La jornada electoral fue generosa en irregularidades (que no vemos por la gran ventaja del ganador, pero las hubo: uso clientelar de programas sociales, balaceras, tácticas del miedo, sustitución de funcionarios de casilla, robo de boletas, dinero sucio en campañas, rebase de tope de gastos de campaña, fallos criticables del Tribunal Electoral). 2. La mayor de esas irregularidades: el asesinato de decenas y decenas de candidatos. 3. El poder del crimen organizado, que de facto gobernará muchos municipios ¿o incluso estados? 4. El desastre en Puebla. 5. La inyección de crédito y confianza que recibe el Instituto Nacional Electoral (ciertamente mayor a la que realmente se ganó por méritos propios) puede ocultar los graves problemas estructurales que tiene el Instituto. 6. Se desata el clasismo de derecha, evidente durante las campañas y tras la jornada electoral. 7. Se evidencia el clasismo de izquierda (que nadie debe confundir con “conciencia de clase”). 8. Los ataques revelan un país muchísimo más clasista y racista de lo que estamos dispuestos a ver y admitir. 9. Los baños de pureza tanto de izquierda como de derecha. 10. Gente muy criticable, cercana a López Obrador, acaba de obtener un poder inmenso. 11. En principio, la ausencia de contrapesos fuertes es una mala noticia, pero no hay que olvidar que así lo decidieron los votantes. Además, la trabazón entre contrapesos fue una de las razones que trabaron los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. 12. Uno ambivalente: López Obrador propone la llegada de Alejandro Solalinde a la CNDH, lo cual en principio es una excelente noticia, pero ocurre que el artículo 130 de la Constitución marca que los ministros de culto deben separarse de su ministerio religioso al menos tres años antes de aceptar un puesto público. El respeto al marco jurídico debe ser absoluto en un contexto tan delicado como el actual. 13. La dificultad —en sectores importantes de la población y de la clase política— de ver que el momento actual sigue siendo delicadísimo, que el equilibrio y la concordia son precarios, y que cualquier paso en falso puede tener consecuencias graves. 14. Morena creó un fideicomiso, supuestamente para apoyar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre pasado, que alimentó con 78 millones de pesos. Pero no se sabe de dónde vinieron 44 millones y no reportó nada respecto de ese instrumento, lo que significa que eludió toda fiscalización. Así, no hay pruebas de que las víctimas hayan recibido el apoyo… o de que el dinero haya terminado en las campañas. Por esta opacidad, el INE determinó imponerle una multa de 197 millones de pesos. 15. La confirmación de que seguirá el aumento en las gasolinas, que, si bien no llega a los niveles del gasolinazo, ya deja el sabor de promesa incumplida. 16. Buena parte de los votantes de López Obrador se decantaron por él debido a que prometía cambios profundos, sistémicos, y hasta ahora no ha dado pasos al respecto (algo tal vez explicable por la cautela con que ha de moverse estos primeros días). Pero Olga Sánchez Cordero lo ha rebasado por la izquierda. Desde esta perspectiva, AMLO ha sido tibio. 17. Una de las consecuencias del tsunami Obrador es que el independiente Pedro Kumamoto —de reconocida integridad— no llegará al Congreso. 18. Pese a perder el registro, debido a que realmente no representa a nadie, el Partido Encuentro Social (PES, aliado de López Obrador) tendrá más de 60 diputados federales, lo que es una sobrerrepresentación inmensa. 19. La enorme cantidad de votos que recibió López Obrador oculta el hecho de que la abstención fue relativamente alta. Esto, que siempre es una mala noticia, se agrava porque todos los votantes teníamos claro que este proceso electoral en particular era de gran trascendencia. 20. El hecho de que la cantante Belinda haya dado la primicia del relevo en la Cancillería puede parecer sólo un detalle, pero en todo caso es un detalle que denota poca discreción en el entorno presidencial. 21. La urgencia de López Obrador de que se designe por dedazo al siguiente fiscal general es, al menos, signo de opacidad. El aún candidato ha dicho que no impondrá nada, pero si así es nombrado el fiscal, el tabasqueño estaría pasando por encima del clamor de organizaciones civiles y ciudadanos. 22. López Obrador afirmó que los 110 mil millones de pesos del “programa de aprendices” saldrán del erario público, pero ahora mismo no hay 110 mil millones de pesos “extra” que se puedan destinar a ningún programa. 23. Según explican algunos de los fiscalistas más reputados del país, algunos de los mexicanos más adinerados han buscado asesoría para sacar su dinero de México. 24. No hay que olvidar que buena parte de los ataques de López Obrador (incluso algunos de los más vociferantes o groseros) denunciaban actitudes y personajes objetivamente criticables. Sin lugar a dudas, por ejemplo, Peña Nieto es un corrupto y multitud de empresarios desangraron al país. Pero ahora —con su cordialidad a mansalva y más allá de su poco comprendida amnistía— ha otorgado a personajes impresentables un “perdón y olvido” de facto que sí se parece mucho a la impunidad. @JCOrtegaPrado facebook.com/juancarlosortegap

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