Francia, de lo ridículo a lo sublime

lunes, 9 de julio de 2018 · 15:29
Todo hace indicar que la selección de Francia ya supero la época de los escándalos, indisciplinas y bajo rendimiento en la cancha que lo marcaron durante cuatro años. Ahora, tras eliminar a dos grandes del futbol sudamericano (Argentina y Uruguay), los galos emergen como el combinado más serio para ganar la Copa del Mundo que se juega en Rusia. Si bien hay críticas contra la escuadra –de la que siempre se espera más–, estrellas como Mbappé, Pogba y Griezmann se han encargado de engalanar el torneo.      PARÍS (Proceso).– Matrimonio, huelga e insultos son palabras que definen a la selección francesa entre 2008 y 2012. Se trata del periodo negro en el que se habló de Los Bleus más por lo que pasaba fuera de la cancha que en ella. Hace 10 años, después de fracasar en la primera ronda de la Eurocopa Austria-Suiza, cuando perdieron 2-0 su último partido (ante Italia), se le ocurrió al entonces director técnico, Raymond Domenech, pedirle matrimonio a su novia, la periodista de deportes Estelle Denis, en plena entrevista. En cuanto al Mundial de 2010, la afición francesa se acuerda más de la huelga protagonizada por los jugadores y de que la entonces estrella internacional Nicolás Anelka fue corrida de la selección por haber insultado al entrenador, que de las derrotas 2-0 ante México y 2-1 frente a Sudáfrica.  Para terminar con el drama de los galos, el hecho negativo más reciente del equipo lo protagonizó el centrocampista Samir Nasri en la Eurocopa 2012, cuando en el festejo de su gol contra Inglaterra insultó a los periodistas que estaban en el palco de prensa, ordenándoles con un gesto que se callaran.  Acabando dicho torneo, Didier Deschamps, capitán de Francia en el Mundial que organizaron y conquistaron en 1998, fue nombrado director técnico de Los Bleus. Asumió un equipo repleto de futbolistas que eran vistos como jóvenes ricos, mal criados y vulgares. Sin embargo, el campeón del mundo supo imponerse y disciplinar a sus estrellas.    Gallina de los huevos de oro Con Deschamps, la mejoría se reflejó en la cancha. En el Mundial de Brasil 2014 la escuadra gala perdió por la mínima diferencia en cuartos de final ante Alemania, que a la postre se coronó campeón mundial.  Dos años después estuvo a punto de ganar la Eurocopa en casa. Un gol de Portugal en tiempo de compensación impidió la hazaña. El silencio sepulcral había convertido al Estadio de Francia en la catedral de Notre Dame. Ahora, los escándalos son cosas del pasado. Las consecuencias de una fiesta antes de un Mundial –como lo que organizaron los jugadores mexicanos– serían tan graves que ni se atreven a pensarlo.  El trabajo de la Federación Francesa de Futbol, presidida por Noël Le Graët, ha sido un éxito a tal grado que ahora el seleccionado es uno de los candidatos más fuertes para conquistar el torneo. El viernes venció 2-0 a Uruguay en los cuartos de final y disputará la semifinal el martes 10 ante Bélgica.  Además de tener jugadores con 10 en conducta, la formación de nuevos talentos es de las mejores de Europa. Los visores han hecho su tarea: de los cinco futbolistas más caros de la historia, dos son brasileños (Neymar y Coutinho) y tres son franceses: Paul Pogba, Ousmane Dembélé y Kylian Mbappé. Los dos primeros fueron comprados por 105 millones de euros (2 mil 341 millones 500 mil pesos, aproximadamente). Pogba se fue al Manchester en 2016, procedente de la Juventus de Italia, cuando tenía sólo 22 años. Al segundo lo fichó el Barcelona, procedente del Borussia Dortmund de Alemania, a los 20 años. Mbappé es otro récord financiero en el mundo del balompié. Apenas rompió su cascarón en el Mónaco, durante la temporada 2016-2017, cuando a sus 18 años fue adquirido por el Paris Saint-Germain. La transacción implica un pago del conjunto parisino por una montaña de dinero: 180 millones de euros (poco más de 4 mil millones de pesos).  Generación dorada Si bien estas jóvenes promesas tienen futuro, el referente de la selección gala es Antoine Griezmann. Es pretendido por el Barcelona, aunque hace unas semanas declaró que iba a permanecer con el A­tlético de Madrid, equipo con el que ganó la Europa League este año, anotando un doblete en la final contra el Olympique de Marsella, para dejar el marcador 3-0. Hoy, Griezmann es uno de los mejores delanteros del mundo. Después de un 2016 tremendo en el que fue elegido mejor jugador de la Euro, terminó tercero en la lucha por el Balón de Oro, quedando detrás de los dos astros internacionales: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. El juego de Francia se basa alrededor de él. Sin embargo, el esquema de Deschamps es poco claro para algunos.  “A pesar de tener tantas individualidades, no logra crear un colectivo brillante”, opina Alain Giresse, estrella del futbol francés, quien jugo el Mundial de 1986 en México. “La selección acumula buenos resultados, pero le falta encontrar una identidad de juego para brillar”, dice. Considera que, pese a que Hugo Lloris se ha consolidado en la portería, titular desde 2009, la defensa es joven y los jugadores poco regulares. La zaga está integrada por dos centrales que están en los mejores equipos del mundo. No obstante, Samuel Umtiti, del Barcelona, y Raphael Varane, del Real Madrid, son una dupla con menos experiencia que las demás defensas del torneo. Por los costados, Francia posee laterales veloces y ofensivos. Del lado derecho está el joven Benjamin Pavard, del Stuttgart de Alemania. Por el costado izquierdo están Lucas Hernández, del Atlético de Madrid, y Benjamin Mendy, del Manchester City, quien ha jugado poco a causa de una lesión. En la media cancha está el inamovible contención N’Golo Kanté, del Chelsea. Para organizar el juego Deschamps cree en Pogba, su referente del medio campo. En la banca también están otras estrellas internacionales, como Corentin Tolisso, del Bayern Munich, y Blaise Matuidi, de la Juventus. En cuanto al ataque, Didier Deschamps deja que Griezmann juegue de manera libre. Como pivote está Olivier Giroud, del Chelsea, su mejor anotador (31 goles en 76 partidos), pese a ser criticado por su estilo de juego. La velocidad del equipo está a cargo de Mbappe y Dembélé, quienes han vuelto locas a las defensas que han enfrentado en este torneo, como la de Argentina. El punto flaco “El inconveniente es que es un equipo con un promedio de 25 años, es muy bajo. Si Francia no logra imponer su juego, es también porque la experiencia es importante. Y ahí es cuando un partido también se juega con la cabeza”, dice el exseleccionado galo. Con jugadores tan talentosos es difícil pensar que los franceses no disfrutan a su selección. “En el contenido, la producción futbolística carece de calidad. No hay un control del juego, un dominio, un colectivo eficiente”, señala Alain Giresse. “En realidad, la creación es bastante pobre.” Para el exfutbolista, en el conjunto hace falta pensar para qué se tiene el talento, “no sirve si es para lucirse” de manera individual. Con esas palabras, el exmediocampista francés se refiere implícitamente a Paul Pogba, quien desde su traspaso al Manchester United es criticado por aparecer más en los comerciales que en su selección. “Paul debe ser el líder, sí. La gente lo piensa y yo también. Soy uno de los más experimentados con Deschamps. Quiero ser el líder del equipo de Francia. Pero no sólo soy yo. Quiero tomar las riendas del equipo, pero necesito estar en las mejores condiciones. No digo que quiero cambiar las cosas en el equipo, no. Si tengo que jugar de lateral derecho, lo haré”, dijo la estrella que habla de sí mismo en tercera persona. “Las llaves del equipo no las da el entrenador. El jugador las debe de tomar –piensa Alain Giresse–. Hoy, en la selección no hay un 10, un jugador tan creador como lo fue Michel Platini o Zinedine Zidane.” Este exfutbolista que jugó 47 partidos con Los Bleus asegura que la ausencia de Dimitri Payet, media punta del Olympique de Marsella, es perjudicial. “Es el único que puede jugar como creador, distribuir balones, juego largo y juego corto, dar buenos balones. Lo que él hace no lo realizan Matuidi, Pogba o Tolisso…” Hasta el momento, así va el paso de los galos en la Copa del Mundo que se juega en Rusia: vencieron 2-1 a Australia, 1-0 a Perú, empataron sin goles con Dinamarca y echaron del Mundial a Argentina con marcador final de 4-3. Tras eliminar el viernes 6 a Uruguay, los franceses esperan avanzar a la final cuando el martes 10 enfrenten a Bélgica.    Este texto se publicó el 8 de julio de 2018 en la edición 2175 de la revista Proceso.

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