CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Encuentros artísticos puede haber muchos, pero en resistencia, pocos… Y que mantengan un discurso directo en contra de la globalización, sólo el Festival de las Culturas en Resistencia Ollin Kan, que este año celebra su 15 aniversario (siempre en la delegación Tlalpan) del 11 al 22 de este mes. Con una programación que se ha distinguido por ser siempre gratuita, con bandas y grupos tanto nacionales como internacionales (este año, de Bélgica, Costa Marfil, Costa Rica, Cuba, Chile, Francia, Guatemala, Guinea y Mali), con propuestas únicas de rescate musical y lenguas –que de otra manera no tendrían cabida en un escenario–, José Luis Cruz, titular del encuentro, define al Ollin Kan como un festival cultural antisistémico. Explica: “Desde su inicio fue diseñado para mostrar otras miradas tanto de nuestro país como del mundo, y esto nos ha llevado a recibir grupos que incluso han estado a punto de desaparecer por esta violencia y corrupción en el sistema. Proceso, más que yo, sabe de esto, porque ha sido una revista en resistencia ante el neoliberalismo y la corrupción. Bueno, pues nosotros somos un festival cultural, antisistémico, de rescate y en resistencia contra el neoliberalismo y la globalización.” El cartel de su aniversario se divide en dos: por un lado, las presentaciones del 11 al 15 de julio a realizarse en el Multiforo Ollin Kan; y luego del 19 al 22 en el Deportivo Vivanco. La delegación Tlalpan otorga la mayor parte del apoyo para realizar el festival. En la primera semana se presentarán 23 bandas y solistas: Dauma, Nancy Zamher, Sangre Maíz, Proyecto Talam Danza de la India, Leticia Servín, La Jaula, Cataratas del Niágara, Orquesta Basura, China Sonidera, Ganja, Neoplen, Los Brass y El Poder del Barrio, de la Ciudad de México; Mamasónika, del estado de Morelos; Byt Band, Paulina y el Buscapié, de Oaxaca; Saoko, Palos Verdes y La Mala Vibra, originarias de Tijuana, y las chilenas Holman Trío y Yaya Fuentes. Y en la segunda ronda, en el Deportivo Vivanco: Valentina Conde & la Voluntad, Reggae, Punta Diamante, Sureda, Alola Melón, Nognes Reggae Sonido Gallo Negro, de la Ciudad de México; Los de Abajo, Iraida Noriega, y Orqueska Internacional, del Estado de México; Afrotronix, de Canadá; el colectivo Sureda, de Francia-Bélgica y México; El Guato y Huba Watson, de Costa Rica; Awa Sangho, de Costa Marfil y Mali; Morena Son, de Cuba; Roque y Masauko, de Cuba y Malawi; Juanito Ayala, de Chile; Sekou Kouyate, de Guinea; Viernes Verde, de Guatemala; Cheick Tidiane Seck, de Mali; y Pibo Márquez Champetrío, con integrantes de Venezuela-Colombia y México. Además José Luis Cruz, dramaturgo de larga trayectoria, cuya puesta Esperando a Godot de Samuel Beckett en 2015 tuvo una acogedora recepción, comentó que para el cierre del Ollin Khan, el 22 de julio a las 18 horas, actuarán grandes bandas de rock sorpresa que se revelarán hasta ese momento. “En estos 15 años hemos traído grupos de más de 80 países y hemos tenido más de 8 millones de asistentes, en los mejores años del festival llegamos a cerca de 1 millón de espectadores. Ahora es un poco más reducido, pero siempre preservando el derecho social a la cultura, el cual defendimos desde un inicio”, dijo. –Sobre el tema de resistencia, se ha opinado que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador es un triunfo de la resistencia.  –Absolutamente, y brinda esperanza. Lo apoyamos en 2006 y en 2012, y estamos profundamente conmovidos con este triunfo, creo que hay esperanza de modificar este ninguneo, error y abandono del PRI a los bienes culturales, el error de un partido que abandonó sus principios y privatizó energéticos y todo lo que pudo. El gran asunto es que ganamos todos, el arte requiere de un sistema más armónico y humano, ahora hay que estar al pendiente y, por supuesto, no dejar de ser críticos. “Invitamos a todos a que vengan, se la pasen bien, celebren el 15 aniversario del festival, al pueblo mexicano que resiste ante la opresión”, concluyó. El programa del XV Ollin Kan puede consultarse completo en www.festivalollinkan.com Este texto se publicó el 8 de julio de 2018 en la edición 2175 de la revista Proceso.