TOLUCA, Edomex. (apro).- Alumnos, personal administrativo, académico y de investigación exigieron al gobernador priista Alfredo del Mazo respetar la independencia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) y no involucrarse en la reforma universitaria promoviendo su aprobación, pues de hacerlo sólo confrontará a la comunidad, en virtud de que muchos sectores rechazan ese proyecto. También demandaron a la Legislatura local (que el viernes de la semana próxima iniciará su último periodo ordinario de sesiones) no dictaminar la propuesta, sino esperar a que ésta sea enriquecida por la comunidad universitaria para que, en todo caso, sean los siguientes diputados quienes se encarguen de su análisis y votación. De igual manera, demandaron al rector Alfredo Barrera reconstruir el documento para que sea integral y atienda las necesidades de la comunidad estudiantil, no sólo las políticas de las cúpulas. Tras rechazar la reforma aprobada por el Consejo Universitario el pasado 29 de junio, por considerar que atenta contra los principios de autonomía, gratuidad y democracia de la educación pública, los inconformes remitieron a la Legislatura mexiquense una contrapropuesta. Jaciel Montoya, coordinador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP), acusó que la reforma es una propuesta sólo del rector que se traduce en una “reelección disfrazada de ratificación”, y cuestionó que Barrera Baca merme la autonomía universitaria incluso al decidir que la reforma se turnará al gobernador, en lugar de remitirse directamente a la Legislatura. Los cambios, consideró, además atentan contra el principio de rendición de cuentas, pues pretende que el Consejo Universitario elija al contralor, mientras esa facultad es de la Legislatura local. De ser avaladas las modificaciones, alertó, serán desconocidas por la comunidad universitaria, se convocará a la UAEMex a foros de revocación de mandato y a nuevas elecciones generales. Sin aclarar, La Estafa Maestra En tanto, Fermín Carreño, coordinador del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo Sustentable, lamentó que estos cambios ocurran cuando ni siquiera han sido aclaradas las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en torno a casos como La Estafa Maestra, pues a pesar de que se asegure que ya quedaron solventadas, no se han presentado los documentos para acreditarlo y tampoco se ha podido justificar la contratación de empresas “fantasma”. Por su parte, representantes de las facultades de Economía e Ingeniería indicaron que en sus respectivas instalaciones los consejeros acordaron con la comunidad universitaria votar en contra de la propuesta oficial, por lo que no se explican las razones por las que la reforma del rector fue avalada por unanimidad. En estos casos, consideró Montoya Arce, se habla al menos de presión ejercida sobre los consejeros para pronunciarse a favor de los cambios. Los quejosos, entre los que también se encuentra el colectivo de alumnos Organización Universitaria, abundaron que la reforma no fue construida con base en una consulta plena, directa, libre y democrática; no recogió las demandas de quienes se expresaron oficialmente y, al momento de votarse, los consejeros no la conocieron, aparte de que las modificaciones fueron realizadas en calidad de urgencia y hasta hoy se desconoce el documento aprobado. La reforma, indicaron, plantea incluir en el Consejo Universitario a las unidades académicas regionales, pero sólo les dota de cinco consejeros en contra de 120 de las Facultades concentradas en la capital mexiquense. De igual manera, advierten la necesidad de que la reelección de rector y directores no se realice fast-track, sólo con la valoración parcial de los sectores, sino por consulta clara, abierta y transparente a la comunidad para que los consejeros no tengan poder unipersonal de decisión.