Selección mexicana: más que un orgullo, un jugoso negocio…

viernes, 13 de julio de 2018 · 11:01
CIUDA DE MÉXICO (apro).- La andanza se repite de manera invariable en cada ciclo mundialista, desde que Bora Milutinovic enfiló a la selección nacional al mayor logro histórico de todos los tiempos: la fase de cuartos de final en la Copa del Mundo México 86. Eso equivale a que por primera ocasión el equipo tricolor alcanzó el codiciado quinto juego en sus participaciones mundialistas. Desde el comienzo de las Copa del Mundo, en Uruguay 1930, México ha participado en 16 ediciones a la fecha –incluido Rusia 2018-, y en siete oportunidades se quedó al margen, ya sea por eliminación, o por la sanción propiciada por el sonado tema de los “cachirules”. Sin embargo, ya pasaron 32 años desde México 86 sin que la selección haya logrado hacerse de un sitio en la élite del futbol. Para empeorar la situación, ni siquiera consigue pasar del cuarto partido (octavos de final), una barrera hasta ahora insalvable, pues es en esta instancia en la que ha concluido su participación en las últimas ediciones: Estados Unidos 94, Francia 98, Corea/Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018. En todo caso, está comprobado que los patrocinadores no dejan de invertir millonarias cantidades en el producto llamado selección nacional, sin importar las escasas posibilidades que se tengan, por más desalentador que sea el panorama. Tan sólo en la edición anterior, Brasil 2014, la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) obtuvo 250 millones de dólares por concepto de patrocinios. Y ahora, tras su participación en Rusia, el organismo aspira a obtener 300 millones de dólares de dividendos. En este caso, la Federación Mexicana de Futbol cuenta con 20 socios comerciales en el país, entre ellos cuatro empresas, y un ente público (marca México), forman el selecto grupo de los llamados patrocinadores “Master”. Y gracias a su alianza con la empresa estadunidense Soccer United Marketing (SUM), que posee los derechos comerciales de exclusividad de la Femexfut en aquel país, el organismo apuesta a esta gran fuente de ingresos. A lo anterior se suman los 10 millones de dólares que la FIFA garantiza a cada país como premio por clasificar al Mundial de Rusia y, en consecuencia, su participación en el torneo, al menos hasta la fase de grupos. La selección de España, campeona del mundo en Sudáfrica 2010, presume la nómina más alta en el mercado entre los 32 equipos participantes: mil 40 millones de euros, de acuerdo a Transfermarkt, el portal especializado en la materia y punto de referencia de los reporteros deportivos. Este sitio web le asigna un valor comercial a cada futbolista en función de su rendimiento o por el monto que un club paga por sus servicios. México se ubica en el lugar 18 de Transfermarkt, con 160,40 millones de euros, es decir un poco más del 10% en relación al representativo español. Más aún: la cotización de la emblemática estrella egipcia Mohamed Salah (del club Liverpool): 150 millones de euros, equivale prácticamente al monto total de toda la nómina del representativo tricolor. El jugador mexicano mejor cotizado en el mercado mundial no es Javier “Chicharito” Hernández, con un valor comercial de 15 millones de euros, sino el joven delantero Hirving “Chucky” Lozano, a quien le bastó su primera temporada en el balompié europeo para erigirse en el futbolista nacional más valioso, con una ficha que alcanza los 22 millones de euros, de acuerdo al citado portal de internet. Panamá, la selección que debutó en la historia de las Copa del Mundo, es la de menor valor, con 9.43 millones de euros, si bien hace apenas tres meses el equipo centroamericano apareció en la clasificación de Transfermarkt con una cotización de apenas cinco millones de euros. Jugadores bien patrocinados Pero ninguna federación de futbol en el mundo es capaz de comercializar a su representativo nacional y generar tantos recursos en dos países a la vez como la de México, en gran medida por la fidelidad a la selección de millones de aficionados que residen en Estados Unidos, sin importar sus resultados deportivos -que suelen ser francamente raquíticos ante rivales de poca monta-, sino por los beneficios económicos que el organismo obtiene a costa de los patrocinadores. Por medio de su alianza comercial con SUM, la Femexfut encontró su gran tesoro en ese lado de la frontera, con el añadido de que allá la selección tiene un mercado preferente, en el que todo representa ganancias, vía publicidad estática, patrocinadores, cobros por partidos y derechos de transmisión. Un dato adicional: en el actual ciclo mundialista la federación recibió 50 millones de dólares de su social comercial estadounidense por la renovación del contrato de exclusividad. México “es la única selección que puede llenar un estadio de 70 mil u 80 mil aficionados en México y también en Estados Unidos”, reconoció el entrenador Juan Carlos Osorio en una entrevista reciente con The Washington Post. La empresa SUM, que mantiene su vínculo con la Femexfut desde 2002, renueva cada cuatro años su exclusividad por los derechos de la selección mexicana en aquel país. Por cada juego que se programe del equipo mexicano en Estados Unidos asisten en promedio 50 mil espectadores, sin importar la calidad y el nombre del rival. SUM factura 400 millones de dólares al año, de los cuales 132 millones de dólares van directos a la cuenta de la Federación Mexicana de Futbol, de acuerdo con información del diario Excélsior. Este socio comercial de la Femexfut está considerado el brazo derecho de toda la comercialización de la Major League Soccer (MLS), la principal liga de futbol en Estados Unidos, y de la propia Federación de Futbol de Estados Unidos. Desde 2016, SUM también es socio exclusivo de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) y la Concacaf. Cada selección nacional participante en el Mundial de Rusia recibió de la FIFA más de dos millones de dólares como bono por clasificar, lo cual equivale a medio millón de dólares más que en la edición Brasil 2014 y un millón más que en Sudáfrica 2010. Negocio televisivo El 29 de septiembre de 2017, en una resolución no exenta de controversias, la Femexfut renovó por ocho años más -los siguientes dos ciclos mundialistas- los derechos de transmisión de la selección nacional con Grupo Televisa, junto con TV Azteca. Para extender el convenio, la Asamblea de Dueños votó 12-4 favorable al duopolio de la televisión abierta. La decisión fue posible gracias a una “renovación automática” que fue estipulada en 2006 en una cláusula del contrato con las televisoras, según reveló Alejandro Irarragorri, presidente del Comité de Comercialización, el cual fue conformado para analizar las ofertas por los derechos de exclusividad. Con lo anterior, la propuesta en conjunto de 510 millones de dólares que presentaron Telemundo, NBC y América Móvil -ésta última propiedad del magnate Carlos Slim-, ni siquiera fue considerada. El contrato con Televisa y TV Azteca concluía al final de la Copa del Mundo de Rusia, y los equipos que votaron en contra de la renovación con el duopolio fueron Pachuca y León, ambos propiedad de Jesús Martínez, además de Monterrey y Lobos BUAP. Televisa es dueña del club América, mientras TV Azteca es propietaria de las franquicias del Morelia y Atlas. La propuesta conjunta de Telemundo, NBC y América Móvil consistía en 250 millones de dólares por los derechos de transmisión en Estados Unidos, más 10 millones de dólares por los derechos de transmisión en México y el resto del mundo a través de las plataformas digitales, y otros 250 millones de dólares por los derechos de transmisión para televisión abierta y restringida para México y el resto del mundo. La millonaria propuesta también cubría los derechos de las divisiones en las categorías varonil y femenil en Estados Unidos y el resto del mundo. En total, la Femexfut desechó 510 millones de dólares, a diferencia de los 200 millones de dólares que pagará Televisa, en sociedad con TV Azteca. Por lo tanto, se desaprovecharon 310 millones de dólares. Empero, la federación tiene la manera de reponerse a través de comercializar la marca de la selección nacional en México y Estados Unidos con los patrocinadores que le demuestran fidelidad al equipo tricolor, algunos de los cuales llegan a pagar por partida doble si se trata del mismo producto en ambos mercados, como el caso de una de las transnacionales refresqueras: “Coca Cola de Estados Unidos también paga; lo de México lo paga Coca Cola México y lo de Estados Unidos la empresa de allá. Nosotros cobramos doble: aquí y allá, dijo a Proceso el entonces presidente de la Femexfut, Alberto de la Torre, en 2004. Esta empresa de la industria refresquera se ostenta como el patrocinador “más antiguo” de la selección nacional. Dicha compañía está presente en la imagen del equipo tricolor a partir del Mundial México 86, si bien en “México 70” también respaldó económicamente al representativo mexicano. Los patrocinadores El beneficio es próspero en México, al extremo que una veintena de patrocinadores sustentan el proceso de la selección nacional como aliados comerciales, entre los que destacan cuatro firmas: Adidas, Citibanamex, Coca Cola y Movistar, además de una entidad pública (marca México), en la categoría de socios “Master”. La lista de patrocinadores la complementan: Corona, Izzi, Sky HD, Sabritas, Lala, Chedraui, VISA, Aeroméxico-Delta, Jeep, G500, ADO, Emperador (Gamesa), Cavall 7, Samsung, Baume & Mercier, Mundomex, Nevada Tours y Teamsports. La empresa alemana Adidas, que también es uno de los principales patrocinadores de la FIFA, viste a la selección mexicana desde 2007. Su primer contrato con la federación fue estimado en 80 millones de dólares por dos ciclos mundialistas, es decir un promedio de 10 millones de dólares por año. La marca de las tres franjas renovó su vínculo con la Femexfut apenas terminó el convenio, en 2014, y está vigente hasta 2022. En el pasado Mundial 2014, la playera de México se convirtió en la cuarta prenda más vendida con la marca alemana, con más de un millón de ese producto. Ahora, en Rusia 2018, la empresa de las tres franjas estima comercializar medio millón más de camisetas del tricolor, que redituarán ganancias por el orden de 2.4 millones de pesos. Los aliados comerciales de la Federación Mexicana de Futbol invierten en la selección nacional en función del rango o categoría, que van de cuatro a ocho millones de dólares, de 10 a 15 millones de dólares, y de 20 a 30 millones de dólares por cada ciclo mundialista. En cuanto a los ingresos provenientes de Estados Unidos, las marcas que se hacen presentes con sus aportes son las propias Coca Cola y Visa, además de Home Depot, AT&T, Nissan, BudLight, Advanced Auto Parts, Wells Fargo, Jimador, All State y Makita. El portal Deportesinc.com consignó que el año pasado cada patrocinador en Estados Unidos generó a la federación ingresos superiores a los cinco millones de dólares en 2010. “Y hoy en día, Sports Business Journal y FourFourTwo informaron que su aportación asciende a los 50 millones de dólares anuales”. En el actual ciclo mundialista, la Femexfut estima recibir ingresos por 300 millones de dólares, según Forbes, la revista especializada en finanzas y negocios. Es decir, por su simple presencia en Rusia la Federación Mexicana de Futbol tendrá una utilidad de 40 millones de dólares, en relación con Brasil 2014, por el que recibió 259 millones de dólares y a diferencia de los 170 millones de dólares que le redituó su participación en Sudáfrica 2010, o los 100 millones de dólares por su concurso en Alemania 2006. La FIFA clasificó a México en el lugar 15 del ranking mundial. Es decir, la selección tricolor ocupa la tabla media entre los 32 participantes. Aun así, la Federación Mexicana de Futbol está considerada como uno de los ocho organismos que más ingresos reciben en cada ciclo mundialista, según reportes de Havas Sports, Sport Business y Futbol Finanzas.

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