'Pesadilla en el infierno”: realidades paralelas

viernes, 13 de julio de 2018 · 19:14
MONTERREY, N.L. (apro).- La gran virtud de Pesadilla en el Infierno (Incident in a Ghostland, 2018) es un estilizado manejo literario. Más allá del evidente festín sádico, acompañado con una brutal carga de misoginia, en un universo distorsionado por monstruosas acechanzas, existe una inteligente propuesta que oscila entre los territorios del sueño y la vigilia, la realidad y la locura. El director francés Pascal Laugier ya había experimentado el horror en un extremo espantoso en Mártires (Martyrs, 2008), que aportó un enfoque nuevo al tormento físico. Con esta pesadilla infernal se solaza en presentar, con alta dosis de crueldad, los contrastes de dos mujeres que sobrellevaron un evento traumático de maneras diferentes. https://youtu.be/MBf5hqd8VLY Las hermanas Beth y Vera heredan, con su madre, una casona solariega, y en la primera noche son atacadas por asesinos seriales. Aunque parecen haber sobrevivido, el manejo del suspenso hace suponer, con señales contradictorias, que la realidad en la que se encuentran es parte de su sicología afectada por el ataque. Luego del hecho, Beth (Crystal Reed), se convierte en una exitosa escritora de horror, que ha sublimado su pesadilla convirtiéndola en un best seller. Su mayor inspiración es el narrador H. P. Lovecraft. Vera (Anastasia Phillips), en cambio, ha vivido una pesadilla durante más de una década, repitiendo el incidente de manera permanente, atrapada en esos sucesos que la marcaron de por vida. Laugier muestra aspectos contrastantes de la misma tragedia, dos caras de la misma moneda. Los hechos extraños parecen repetirse en la mente de una, convirtiéndola en un ser que bordea la locura, mientras la otra se ha convertido en una mujer con una vida perfecta. El reencuentro entre ellas hace que surjan otra vez los demonios que parecían haber quedado atrás. Más allá de las alusiones de Masacre en Texas (The Texas Chain Saw Massacre, 1974), que se convierten en referente inevitable, hay un esfuerzo seductor por crear un efecto de vida en el espejo, que mueve a sospechar sobre la realidad. En un efectivo giro, el suplicio es dejado de lado para ofrecer una escapatoria. Tal vez todo el episodio posterior al evento sea producto de la mente dañada de la hermana enferma. Sin embargo, pronto la esperanza se diluye pues, por la magia de la ficción y el refinado manejo de espacio-tiempo, hay insinuaciones que indican hacia lo contrario. De esta forma comienza un juego para encontrar pistas que señalen la salida, que puede ser hacia la puerta de la realidad o la de la ficción. Pesadilla en el infierno es una historia terriblemente gráfica. Sus componentes de fetichismo, abuso, travestismo, tortura y homicidio proponen una cinta que es complicada de presenciar. Pero, en su plano narrativo, contiene un atractivo rompecabezas que debe ser compuesto y recompuesto con piezas falsas que, aunque embonan, no son las correctas.

Comentarios