Secretario de Gobierno de Morelos descarta 'mano negra” en 'jubilaciones doradas”
CUERNAVACA, Mor. (apro).- Los involucrados en las “jubilaciones doradas” que aprobó el Congreso local aseguraron que se trata de un asunto “legal”, pese a que al menos dos de la beneficiadas tienen 40 años o menos, pero recibirán como “pensión” alrededor de 50 mil pesos por su corta labor en la administración pública.
Una de ellas es Stepahnie Guzón André, de 40 años, quien ingresó al gobierno de Graco Ramírez el 1 de enero de 2013 como coordinadora general de Relaciones Públicas y Eventos Gubernamentales, con un salario de 65 mil pesos mensuales, según el tabulador de salarios de la gubernatura.
De acuerdo con su historial laboral, esta funcionaria, quien se encuentra en la lista de las “jubilaciones doradas”, fue secretaria del titular de la Secretaría de Seguridad Pública de 2000 a 200, y luego directora de Desarrollo Humano del Sistema DIF Morelos, de 2001 a 2002, además de secretaria particular de las presidentas de ese Sistema, de 2003 a 2007.
Según datos de la página de transparencia del gobierno del estado, en 2011 regresó a la administración pública con el cargo de directora de Contraloría Social de la Secretaría de Contraloría del estado, donde laboró hasta 2012, aunque al mismo tiempo fue secretaria privada del secretario de Finanzas y Planeación. Finalmente, en 2013 fue designada en el cargo con el que se jubiló.
Otra de las beneficiadas es Anahí Bahena López, de 37 años de edad, licenciada en derecho. Al momento de la jubilación se desempeñaba como directora general de Consultoría en Asuntos Administrativos, con fecha de ingreso 1 de diciembre de 2016, según la ficha proporcionada por el portal de transparencia.
Esta funcionaria es esposa del actual secretario de Gobierno, Miguel Ángel Colín López, quien salió al paso de las críticas que ha recibido su cónyuge y calificó como “legal” la jubilación; además, negó que hubiera “mano negra” en la decisión del Legislativo local.
“Es un procedimiento que lleva el Congreso. Es una jubilación que como trabajadora tiene derecho. Si lo acreditas, por supuesto que le dan viabilidad. Si no la acreditas, pues no es pertinente”, sostuvo.
Agregó: “A mi me parece que es un tema que se ha sesgado (pues) el hecho de que una persona esté cerquita de mí o incluso sea mi cónyugue (sic), no quiere decir que pierda sus derechos laborales. Es un tema que está sustentado en el Congreso. Si el Congreso ha decidido que es procedente es porque se analizó y se entró al estudio. Y por supuesto sabemos que estará sujeto a la revisión en cualquier momento, las (pruebas) documentales existen, ahí están, está acreditado y se hace conforme a derecho”.
Molesto, insistió: “Nadie puede decir que yo intervine, yo no hablé con ningún diputado, con ninguna persona. Es un procedimiento, insisto, que a la gente que está cerca de mi, incluso mi esposa, le atañe como derecho. Ser esposa del secretario no limita sus derechos laborales ni como persona. Es el Congreso el que dictamina”.
Otra de las críticas a Bahena López, cuyo historial laboral se ocultó, es que cuando el Congreso local emitió una convocatoria para designar a dos nuevos magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, su nombre apareció en la lista de inscritos.
Al cuestionamiento de si no era incongruente solicitar la jubilación y al mismo tiempo ser considerada para una magistratura, el secretario de Gobierno respondió: “Yo te pregunto si tú, al tener tu pareja, te limita a tomar tus propias decisiones. A mi esposa no, ella puede tomar sus propias decisiones. Ella toma sus propias decisiones como persona, es ella la que tomó esa decisión, no está impedida para hacerlo, no está impedida para solicitar la jubilación, no está impedida para ser magistrada, es una profesional, es una abogada con maestría y está en ejercicio pleno de sus derechos”.
El proceso de elección de magistrados fue detenido por un amparo de uno de los abogados inscritos, supuestamente porque las magistraturas tenían dedicatoria, dado que en la lista aparecían, además de Bahena López, el esposo de la también diputada local Hortensia Figueroa Peralta, Roberto Soto Castor.