MADRID (apro).- El juez del Tribunal Supremo español, Pablo Llarena, rechazó este jueves aceptar la entrega del expresidente catalán, Carles Puigdemont solo por el delito de malversación y retiró la Euroorden dictada contra los líderes independentistas huidos a otros países europeos. Llarena considera que el Tribunal alemán de Schleswig-Holstein minó su capacidad como instructor al emitir en días pasados un fallo en el que autoriza la extradición a España solo por malversación, descartando el delito de rebelión por el que le persigue como parte de las acciones relacionadas con el referéndum del pasado 1 de octubre. Sin embargo, el magistrado no prevé acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que se pronuncie por la resolución alemana. En teoría, esto daría a Puigdemont posibilidad de movilidad por la Unión Europea, aun cuando la orden de detención nacional sigue en vigor, y en el supuesto que Puigdemont entre a territorio español sería detenido. Este escenario judicial perjudica particularmente a los otros líderes independentistas que no se fugaron y se pusieron a disposición de la justicia española. En su resolución conocida este jueves, Llarena considera que existe “falta de compromiso” del tribunal alemán con unos acontecimientos “que podrían haber quebrantado el orden constitucional español”. Para el juez español, el tribunal alemán anticipó un enjuiciamiento para el que no tienen competencias, sin sujetarse a los preceptos de la decisión marco sobre la Orden de Detención Europea, ni a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ni al manual sobre la Euroorden elaborado por la Comisión Europea. El magistrado español también retiró las órdenes europeas e internacionales de detención contra otros líderes como los exconsellers Antonio Comín, Luis Puig, Meritxell Serret, Clara Ponsani, así como contra la líder de Esquerra republicana de Catalunya (ERC), Martha Rovira. Eso sí, de entrar a España todos podrían ser detenidos, al mantener las órdenes nacionales de captura.