GUADALAJARA, Jal. (apro).- Una aparente escasa atención en el Hospital Materno Infantil “Esperanza López Mateos” ocasionó que una mujer pariera en la sala de espera; sin embargo, la directora de la institución, Elizabeth Ulloa Robles, rechazó la presunta negligencia y descartó imponer sanciones al personal médico responsable. La afectada, Irma Isabel Santoyo, de 20 años, quien esperaba a su segundo bebé, acudió el pasado martes 17 a las 12:00 horas al hospital debido a que presentaba sangrado. Sin embargo, fue atendida hasta las 5 de la tarde, según declaró a apro, Irma, madre de la afectada. Tras una revisión médica, los doctores decidieron que el miércoles 18 le practicarían un ecosonograma. La cita era a las 11:00, pero la atendieron hasta las 15:00 y le informaron que todavía faltaba "una semana y media" para el nacimiento de su hijo. La futura madre regresó a su vivienda. Sin embargo, a las 19:00 horas se le reventó la fuente y tuvo que volver de emergencia al hospital. Al ingresar, una de las enfermeras del área de triage -o evaluación de la gravedad del paciente-, le tomó los signos vitales, y le pidió que esperara. “Le dije a la enfermera que mi hija tenía sangrado, pero no me hicieron caso", contó Irma. Luego, insistió que le dieran la atención "porque mi hija ya no aguantaba los dolores y me decía que sentía que se le salía, que ya se estaba aliviando". Alondra, una enfermera que estaba en la misma área, habló con su colega Laura, quien estaba en el interior de la zona. Irma relató: "Oigo que le dice, 'usted me dice a qué hora le paso a la que reventó'. Le dije que no son animales y que ya no aguanta los dolores. No me hizo caso". La joven siguió con los intensos dolores. "Le dije a la enfermera que se le estaba saliendo y me dijo '¿qué quiere que haga? La doctora me dijo que ella me hablaba’". La embarazada se levantó, su madre le bajó el pantalón y fue cuando notó que el bebé ya estaba saliendo y "se atoró en la pantaleta", narró. En ese momento, siguió, "salieron tres enfermeras, entumidas, no sabían qué hacer. Inmediatamente salió el bebé y mi hija lo detuvo. Nació en la sala de espera, en una silla". Tras el nacimiento, "las doctoras agarraron al niño, se escondieron y adentro estaban risa y risa", reclamó Irma. Versión oficial  Elizabeth Ulloa, directora del Hospital Materno Infantil, aceptó que hubo omisiones involuntarias y culpó al hecho de tener una infraestructura insuficiente. La servidora pública explicó que los dos médicos de guardia atendían a otras mujeres que también estaban en labor de parto y que la sala de espera estaba llena. Testigo de la situación, esta reportera le aclaró que solo había cinco embarazadas en la sala de espera y que una de las enfermeras se estaba burlando de la situación. Ulloa respondió que no tenía los elementos para evaluar la situación. Y cuando se le ofreció un video como prueba, lo rechazó en un principio. La directora del hospital se comprometió a atender la situación: "Habrá medidas cautelares en donde se deben establecer en qué momento si una paciente llega en emergencia hasta dónde se va a pasar y dejar un cubículo de emergencias para este tipo de pacientes”. Según la funcionaria, el módulo para las emergencias funcionaría a partir de agosto. Elizabeth Ulloa se comprometió a capacitar al personal para garantizar que tenga un buen trato hacia con los pacientes y sus familiares. La Comisión Estatal de Derechos Humanos abrió una queja de oficio por el caso y aseguró que realizará la investigación del mismo.