Pablo Casado, el nuevo presidente del Partido Popular en España

sábado, 21 de julio de 2018 · 12:56
MADRID (proceso.com.mx).— Pablo Casado, de 37 años, fue elegido este sábado como el nuevo presidente del Partido Popular (PP) con un discurso de renovación de la formación política, aunque con un claro giro a la derecha por sus posicionamientos para regresar a la ley del aborto de 1985, combatir la iniciativa del gobierno socialista para legalizar la eutanasia y proponer una respuesta más dura contra el independentismo catalán. Con la elección de Casado se cierra la era de Mariano Rajoy, obligado a abandonar la presidencia de España por una moción de censura que permitió la llegada del socialista Pedro Sánchez a La Moncloa, sede del gobierno, y como consecuencia luego abandonó la dirigencia del PP agobiado por la nutrida batería de casos de corrupción política de dicho partido. Por más de 450 votos de los militantes de diferencia, Casado ganó (con 57.1% de los votos) en la elección interna a Soraya Sáenz de Santamaría, quien fuera la vicepresidenta del gobierno de Rajoy y su mano derecha. De acuerdo a las costumbres del PP es muy seguro que Pablo Casado será el futuro candidato del partido a La Moncloa, la sede del gobierno de España. En la contienda interna, Casado consiguió sumar a su candidatura a los aspirantes que no pasaron en la primera votación de las elecciones primarias, como fueron la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al exministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, José Ramón García Hernández y Elio Cabanes. Durante la campaña interna, el nuevo presidente mostró su perfil ideológico escorado a la derecha más dura, al defender la ley del aborto de 1985 (de supuestos), la familia y contra la legalización de la eutanasia, como propone el gobierno del socialista Pedro Sánchez, porque abren una “brecha en la moralidad”. En su último discurso durante el Congreso del PP, celebrado viernes y sábado, Pablo Casado se comprometió a “liderar la España de los balcones y las banderas”, en alusión a las muestras del nacionalismo español surgidas a raíz del choque político y social contra el movimiento de independencia de Cataluña, con una guerra de banderas colgadas en los balcones de las viviendas. Durante su campaña, Casado fue particularmente crítico contra las medidas contra el soberanismo Catalán que puso en marcha el gobierno de Mariano Rajoy –quien llegó a reprochar esos señalamientos al interior del PP— y defendiendo tesis de mayor dureza contra el movimiento independentista. Para los principales analistas españoles, la llegada de Pablo Casado al frente del PP supone un freno a la fuga de votantes hacia Ciudadanos, el partido que encabeza Albert Ribera, incluido a la formación ultraderechista Vox. Casado fue jefe de gabinete en el gobierno de José María Aznar y en la dirigencia del PP de Mariano Rajoy fungió como vicesecretario de comunicación durante casi tres años.

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