CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El alcalde de Acapulco, el perredista Evodio Velázquez Aguirre, y el exdirector de Saneamiento Básico, José Alonso Gutiérrez, cruzaron acusaciones sobre presuntos actos de corrupción, debido al colapso que sufre el servicio de recolección y destino final de la basura, pese a estar privatizado. Actualmente, las tres empresas que administran el negocio de la basura en el principal destino turístico de la entidad reciben del ayuntamiento 20 millones de pesos mensuales, es decir, 240 millones anuales y 720 millones por trienio, informaron los funcionarios municipales. Este hecho exhibe la opacidad en los sistemas de recolección y destino final de residuos sólidos, así como el manejo de tiraderos a cielo abierto que son administrados por empresas privadas bajo contratos discrecionales, no sólo en Acapulco, sino en Chilpancingo, donde el gobernador Héctor Astudillo Flores también mantiene una disputa pública con el alcalde priista, Marco Antonio Leyva, por el control del negocio de la basura. Esta semana, el edil de Acapulco, quien puso a su esposa como diputada local plurinominal, Perla Martínez Ríos, acusó a su exdirector de Saneamiento Básico, José Alonso, de “enriquecerse” a costa del erario durante su paso por la administración municipal. También, Velázquez Aguirre advirtió que va a inhabilitar a los responsables del desmantelamiento de la dirección de Saneamiento Básico ante la crisis que atraviesa el sistema de recolección de basura que provocó un problema de salud pública en Acapulco, expresó en un audio filtrado en redes sociales. En respuesta, el sobrino de Joaquín Alonso Piedra --el empresario porteño que se encuentra preso y acusado por el gobierno federal de ser el presunto operador financiero del cartel de los Beltrán Leyva en Acapulco--, dijo que su patrimonio es producto de “sus empresas”, sin especificar cuántas y el giro comercial. Residencia en Las Brisas Alonso Gutiérrez también acusó a Velázquez Aguirre de adquirir, durante su administración como alcalde porteño, una residencia en el exclusivo fraccionamiento Las Brisas cuando anteriormente vivía en una colonia popular. “Yo no soy el que me cambié a los tres meses a Las Brisas”, soltó el exfuncionario municipal y anunció ayer, en rueda de prensa, que demandará por daño moral al alcalde de Acapulco. En enero pasado, Alonso Gutiérrez dejó la dirección de Saneamiento Básico municipal después de que permaneció en el puesto desde junio de 2013, durante la administración del exedil de Movimiento Ciudadano (MC), Luis Walton Aburto. Luego de ser ratificado por el actual alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, y casi cinco años después, Alonso Gutiérrez se postuló como candidato a síndico en la planilla del exaspirante a la presidencia municipal de Acapulco por el Frente, Joaquín Badillo Escamilla, sin embargo, ambos perdieron la elección frente a los candidatos de Morena. En declaraciones al periódico El Sur, Alonso Gutiérrez se deslindó de las acusaciones del alcalde perredista Evodio Velázquez y refirió una serie de hechos que exhiben presuntos actos de corrupción en la administración municipal. Al respecto, dijo que la Contraloría interna del ayuntamiento porteño le entregó su carta de liberación de responsabilidades administrativas desde hace seis meses, y explicó que en la dirección de Saneamiento Básico no se manejan recursos económicos porque se trata de un área operativa que tiene un presupuesto anual de 360 millones de pesos y en un trienio asciende a mil 80 millones. Además, consideró que el problema de acumulación de basura en Acapulco se debe a que el ayuntamiento adeuda más de 170 millones de pesos a las tres empresas encargadas de la recolección y reciclaje de residuos sólidos desde finales de 2017 a la fecha. “Por cada tonelada recolectada, el municipio paga 370 pesos a las empresas recolectoras, y en promedio al mes a las empresas se les pagan 20 millones de pesos, y la dirección únicamente se dedica administrar las rutas de recolección”, justificó Alonso Gutiérrez. También, el exdirector explicó que, durante los más de cuatro años que estuvo en el cargo, fueron vendidos 40 vehículos, entre camiones, camionetas y contenedores, sin especificar la ganancia y la empresa o particulares beneficiados. Mientras el edil porteño y su excolaborador se lanzan acusaciones en medios de comunicación, el problema de la basura en Acapulco se vuelve un asunto de salud pública, debido a que se pone en riesgo la integridad de los ciudadanos.