Si la dirigencia cae en un "gatopardismo", hay riesgo de que el PRI se vaya al despeñadero: DI

jueves, 2 de agosto de 2018 · 18:42
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La corriente Democracia Interna (DI) alertó que si la actual dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cae en un “gatopardismo” en el proceso de renovación, existe el riesgo de que el partido se vaya al despeñadero. Dicha corriente, encabezada por el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien se ha erigido como uno de los principales críticos al interior del PRI, denunció que, bajo la supuesta unidad, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) encabezado por Claudia Ruiz Massieu y Rubén Moreira sólo quiere hacer cambios cosméticos y no de fondo. “Quienes se han encargado de refundir al partido no pueden ser los encargados ahora de refundarlo”, afirma la corriente DI en una carta dirigida al CEN. La corriente, que se opuso a los cambios de estatutos para abrir las candidaturas independientes como la de José Antonio Meade Kuribreña, el excandidato presidencial priista, sostiene que la actual dirigencia, en su afán por continuar aprovechando lo que dejaron del PRI, pretende callar a las voces que exigen cambios de fondo con el argumento fácil de “la necesidad de conservar la unidad”. También cuestiona: “¿Cuál unidad pretenden? La de la cúpula a la que ni Democracia Interna ni la mayoría de militantes pertenece”. De igual manera, asegura que el PRI está dividido en dos partes: “Por la minoría que lo ha controlado los últimos años y la mayoría constituida por los cerca de ocho millones de priistas que a pesar del enojo ratificaron con su voto nuestro proyecto de nación, y por importantes cuadros que no han sido escuchados en la toma de decisiones”. En el PRI, insiste, se requiere de una cirugía mayor para rescatarlo “de una enfermedad que parece terminal, pero que tiene cura: la democracia y el rescate de sus principios ideológicos”. En la carta firmada por una larga lista de sus miembros, la corriente fundada hace dos años asevera que si sus dirigentes no abren el partido a la democracia para dar paso a una renovada organización política que asuma los reclamos de las mayorías y los traduzca en propuestas legislativas y en políticas públicas, “no podremos detener la caída, nos iremos al despeñadero”. Manifiesta que con profunda preocupación han recibido mensajes de priistas de distintas entidades en los que señalan que en la renovación de los comités directivos estatales se busca recurrir al consenso entre los mismos de siempre, en contra del propio discurso del Comité Ejecutivo Nacional de apertura democrática. “Es evidente que la cúpula pretende conservar el estado de cosas, como lo demuestra el nombramiento reciente en la Secretaría de Organización y el encargo que al nuevo secretario hizo públicamente la presidenta del CEN, en cuyo mensaje se advierte la intención de permanecer en el cargo hasta donde lo permita la militancia”. Por todo ello, Democracia Interna exige que para los comités estatales o municipales que estén vencidos y sea necesario renovar, la elección se realice por consulta directa a militantes y simpatizantes. Asimismo, que no continúen haciendo nombramientos en el Comité Ejecutivo Nacional, toda vez que éstos deben corresponder a la presidencia de transición “cuyo nombramiento resulta urgente para darle al priismo la certeza de una conducción ajena a quienes nos pusieron en la situación actual”. También que la presidencia de transición sea ocupada por un priista con suficientes méritos, con prestigio y merecedor del respeto de todos, que concluya el periodo estatutario en agosto de 2019. Y, en tanto concluye, que garantice que la Convocatoria para la elección de la dirigencia 2019-2023 se realice por consulta directa a militantes y simpatizantes, de manera transparente y equitativa, sin dados cargados. Para lograr el consenso sobre quién debe ocupar la presidencia de transición, abunda, se debe convocar a la mayor brevedad a todos los interesados entre los cuales se les incluya. Y califica de loable la instalación de la Comisión de Reflexión --que instruyó en su discurso de despedida René Juárez-- para analizar las causas del estrepitoso fracaso del PRI en el proceso electoral de este año, pero aclara que éstas no pueden sustituir tramposamente ni orientar siquiera los cambios que se tendrán que hacer en el partido para enfrentar esta nueva etapa como oposición, ya que deberán discutirse en la Asamblea Nacional que la dirigencia 2019-2023 deberá convocar después de que entre en funciones el próximo año. “Es tiempo de unidad, sí, pero conseguirla pasa por evitar la tentación del gatopardismo para cambiar, para seguir siendo lo mismo”, resalta Democracia Interna, y considera que los cambios deben ser de verdad y muy profundos, además de insistir en que quienes estuvieron al frente del PRI en los últimos años y fueron responsables de la reciente derrota, no pueden pretender un partido a su antojo. “Es momento de cuidar al partido, sí, pero para ello debemos ser autocríticos, dejar de lado la simulación, abandonar la sumisión y hablarnos de frente, sin ambages ni censura. No es menor el enojo y la frustración de tantos priistas por lo vivido como para no entender y descalificar expresiones, comentarios y críticas. El tiempo, una nueva actitud hacia la militancia que le permita participar activamente y la discusión abierta de las ideas habrán de calmar las aguas tempestuosas que nos dejó la derrota”, puntualiza. Finalmente, anuncia que en los siguientes meses realizarán mesas de discusión en el país para recoger el sentir de la militancia sobre el futuro del partido, y esperan se incluya en la renovación del PRI.

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