"Defenderemos lo nuestro", advierten zapotecos y huaves que se oponen a proyectos eólicos

martes, 7 de agosto de 2018 · 16:49
OAXACA, Oax. (apro).- “Estamos preparados para defender lo nuestro; las empresas (eólicas) tienen que respetar los derechos de los pueblos”, advierten los binizaa (zapotecos) e ikootjs (huaves) en un video documental producido por el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos). La grabación recoge una serie de testimonios en torno a las afectaciones de las empresas eólicas en el Istmo de Tehuantepec, que en las últimas dos décadas ha sido punto de atracción de las transnacionales dedicadas a la producción de energía con recursos renovables, lo que ha propiciado que las comunidades de esa región emprendan una lucha en defensa de sus tierras. En la actualidad, el Istmo de Tehuantepec se ha convertido en la principal zona generadora de energía eólica en México y sigue siendo ofertada por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa. Sin embargo, las autoridades han enfrentado las resistencias de las comunidades indígenas que luchan por mejores condiciones de vida para sus pobladores, y esta lucha se ve reflejada en el documental denominado: “Pueblos del Istmo de Oaxaca rechazan empresas eólicas”. El Cencos aborda las promesas de progreso con la llegada de los megaproyectos eólicos y el despojo de sus tierras a los pueblos originarios. Y es que los megaproyectos eólicos han llegado a la región con la promesa de progreso, pero para los habitantes –quienes no cuentan con servicios básicos de educación y salud– simplemente no llega. En el documental, el Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha (Codigo DH) recoge el testimonio de habitantes del Fraccionamiento Simona Robles en Juchitán, dentro del perímetro del nuevo parque Eólica del Sur (actualmente instala 132 aerogeneradores y está por terminar su construcción), que proveerá de energía a FEMSA, aunque para los habitantes del fraccionamiento no habrá mejoras en sus condiciones de vida. Por el contrario, han denunciado el desplazamiento de la cultura de subsistencia de los pueblos zapotecos, así como la pérdida de sus campos de cultivo y plantas medicinales. Con la llegada de los eólicos “nos despojaron de nuestro territorio donde recolectamos plantas medicinales”, asegura la médica tradicional Isabel Jiménez. No obstante, propone “recuperar el conocimiento de nuestros antepasados, no sólo para curar, sino también para enseñar a los niños”. En la orilla de la Laguna Superior, integrantes de la Asamblea de San Dionisio del Mar, en resistencia desde 2012, expresan su sentir sobre la importancia del mar, fuente de trabajo y alimento, y su lucha de resistencia contra el proyecto de Mareña Renovables que pretendía instalarse en la Barra Santa Teresa. Hoy está a punto de concluirse bajo el nombre de Eólica del Sur en dos polígonos: uno en Juchitán y otro en El Espinal. “Estamos preparados para defender lo nuestro, queremos que se componga el clima, pero las empresas tienen que respetar los derechos de los pueblos”, añaden los pueblos zapotecos e ikootjs de la región del Istmo. Codigo Dh acompaña las exigencias de esos pueblos, al igual que muchas defensoras, defensores y organizaciones nacionales e internacionales, en la exigencia por el respeto de sus derechos como pueblos indígenas.

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