Comunidad gay repudia entrega de reconocimiento al exgobernador chiapaneco Patrocinio González

lunes, 13 de agosto de 2018 · 22:21
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- En medio de protestas de la comunidad gay y de un fuerte dispositivo de seguridad, el gobernador electo Rutilio Escandón --y no el actual mandatario Manuel Velasco, como estaba previsto--, entregó la medalla “Miguel Álvarez del Toro” a José Patrocinio González Garrido. Esta tarde toda la clase política local se dio cita en el Congreso local, donde se celebró la ceremonia para otorgar la medalla que lleva el nombre de un colimense radicado en Chiapas y quien fue un incansable defensor de la flora y la fauna por más de 60 años. Al término de la sesión solemne, el exgobernador Patrocinio González Garrido lanzó un desafío a quienes lo han criticado y cuestionado por la represión y persecución emprendidas durante su gestión (de diciembre de 1988 a enero de 1993). “El que quiera debatir conmigo, lo reto a debatir lo que quiera, lo único que le pido es que tenga fundamento de lo que dice. Yo tengo fundamento para negar la cobardía y el ataque sin fundamentos”, lanzó el exmandatario, quien recibió el reconocimiento al interior del Congreso mientras afuera una protesta de la comunidad LGBTTI se hizo presente con pancartas y consignas. Sobre el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con quien colabora su hija Josefa González Ortiz, el exgobernador dijo que se palpaba ya un “cansancio popular”, que la gente quería y demandaba un cambio. Y que los cambios son muy importantes. Luego indicó que López Obrador representa “el gobierno vinculado al pueblo y cerca del pueblo”. Y que el tabasqueño está comprometido en atender a ese 46% de la población mexicana que vive en condiciones de pobreza en un país que, en el fondo, tiene tantos medios para atenuar ese flagelo. Al ser cuestionado por los periodistas sobre las acusaciones en su contra, el exgobernador dijo que respeta la libre expresión de todas y cada una de las personas, que cualquiera pueda emitir los juicios que quiera, pero que en lo que se refiere hacia su persona, reta a cualquiera que quiera hacerlo a un debate público en el que se expongan todas las cuestiones que quieran hacerle, pero así como lo acusan también él tiene argumentos para defenderse. Sobre los 15 casos no esclarecidos de homosexuales masacrados en la entidad, González Garrido dijo que “el gobernador no es la Virgen de Guadalupe para hacer milagros”. Y sobre los tres periodistas asesinados bajo su gestión, respondió: “Mira, no digas tonterías, uno era mi jefe de prensa –Tito Gallegos--, y el otro –Alfredo Córdova Solórzano-- era mi jefe de prensa en Tapachula. Esos dos crímenes fueron investigados y aclarados”. En el caso de Gallegos Sobrino, aseguró que lo mató la suegra, haciendo aparecer el crimen como un atropellamiento, esto en el libramiento sur de la capital del estado. De igual forma se capturó a los culpables del otro crimen, aseveró González Garrido. En el caso del tercer periodista masacrado, Roberto Mancilla Herrera, asesinado a tiros el 2 de febrero de 1992, el exgobernador dijo no acordarse de ese crimen: “De Mancilla no me acuerdo, ni dónde escribía ni quién era”. Minutos antes, González Garrido había recibido la condecoración de manos del gobernador electo Rutilio Escandón, y no de Manuel Velasco, como estaba previsto en el protocolo. El diputado Willy Ochoa, presidente del Congreso local, elogió la labor del exgobernador, tras dar lectura a su trayectoria política. En su turno, González Garrido elogió la administración de Manuel Velasco y al gobernador electo Rutilio Escandón. En el acto estuvo presente su hija, Josefa González Garrido, quien brindó aplausos todo el tiempo a su padre desde la primera fila. Afuera del Congreso, la comunidad gay protestó entonando consignas en repudio a la entrega de esa distinción al exgobernador chiapaneco. Josué Moisés, Darwin Pereyra, Tere Campos, Héctor Estrada, Mónica Ramos y otros activistas encabezaron la protesta donde denunciaron que dicho reconocimiento ofendía la memoria de los asesinados en la administración de José Patrocinio González Blanco Garrido. Se estima que unos 15 miembros de la comunidad gay fueron asesinados en la capital del estado durante el gobierno de González Garrido.

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