AMLO someterá a consulta proyectos de NAIM; cancelar avance en Texcoco costaría 100 mil mdp

viernes, 17 de agosto de 2018 · 14:46
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció la convocatoria a una consulta pública a realizarse en la última semana de octubre de este año para decidir sobre las dos opciones existentes del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM): mantener el proyecto de la nueva terminal aérea en Texcoco o construir una nueva terminal en la pista área de Santa Lucía. En conferencia de prensa, acompañado del ingeniero Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, y de su jefe de gabinete, Alfonso Romo, el tabasqueño admitió que se trata de “una decisión difícil”, que es un “asunto que heredamos, pero tenemos que enfrentar” y que -citando al Quijote de la Mancha- “para enderezar el entuerto” se convocará a un periodo de debate en los medios de comunicación y después a una consulta. López Obrador sentenció que “no vamos nosotros a inclinar la balanza a favor de una u otra opción”. Aclaró que no se elimina la opción de dar el NAIM de Texcoco en concesión si ganara esta posibilidad. No obstante, también afirmó: “no aceptamos una camisa de fuerza” y “no estaremos sometidos a intereses creados”. Texcoco En la conferencia, Jiménez Espriú leyó un resumen de tres cuartillas sobre las dos opciones existentes, con pros y contras, tanto presupuestales, como de viabilidad técnica y de impacto ambiental. En el caso de continuar con la construcción del NAIM en Texcoco, dijo que el dictamen señala a favor los siguientes elementos: “cercanía a la Ciudad de México; crearía un gran centro de operaciones y de conexión internacional (HUB); existe financiamiento para el 75% de la inversión y posibilidades de financiar el resto con los ingresos de los aeropuertos actual y futuro; mayor capacidad a largo plazo; y existe proyecto y hay un avance global de la obra de 31%”. Sin embargo, cuenta con varios inconvenientes como “un mayor costo de la construcción, el cual se ha incrementado de 168 mil millones de pesos en el año de 2014 a 300 mil millones de pesos actualmente; altos costos de mantenimiento, aún por determinar; y un retraso de al menos cuatro años en su construcción, así como mayor riesgo en el inicio de operaciones”. El proyecto de Texcoco también implicaría el cierre del actual aeropuerto internacional Benito Juárez y de la base aérea militar de Santa Lucía, “por razones de índole aeronáutica”; un incremento en las tarifas aeroportuarias y “su repercusión en el precio del pasaje”. En cuestiones hidrológicas, el NAIM en Texcoco implicará transformar el Lago Nabor Carrillo en una “laguna de regulación de inundaciones por el riesgo aviar y otros impactos ambientales negativos”. Santa Lucía La segunda opción, la del NAIM en la base aérea militar de Santa Lucía, tiene como ventajas que permitirá conservar, tanto el actual aeropuerto como fortalecer el Sistema Aeroportuario del Valle de México “contar don dos aeropuertos, en lugar de uno sólo, daría mayor protección a la Ciudad de México en caso de siniestros como terremotos, tormentas y actividad volcánica”. Además, habrá un menor tiempo para el inicio de su operación, mejores condiciones del suelo, menores costos de construcción, ya que se estima en 70 mil millones de pesos, mucho menos que los 300 mil millones que costaría el proyecto de Texcoco. Sin embargo, entre los desafíos de esta segunda opción, la organización de investigación aeronáutica MITRE, creada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y contratada por la actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes, afirmó que “la operación simultánea de los dos aeropuertos de Benito Juárez y de Santa Lucía, no es viable”. Ante este dictamen, “nuestros técnicos y un grupo de técnicos chilenos que han colaborado con nosotros y consideran por el contrario que sí es viable, mencionan la necesidad imperiosa de un estudio a profundidad realizado por otra agencia internacional de prestigio”, leyó Jiménez Espriú. El ingeniero detalló que pueden ser agencias europeas o de otro tipo que intervengan. Un estudio de estas características tardaría cinco meses con un costo estimado entre 150 y 200 millones de pesos. Tener operaciones separadas entre ambos aeropuertos, “genera un incremento de costos de operaciones para las aerolíneas, así como posibles incomodidades para los pasajeros”. Cancelar el proyecto del NAIM en Texcoco, afirmó Jiménez Espriú, puede tener un costo de alrededor de 100 mil millones de pesos, 60 mil millones de pesos por las obras realizadas y 40 mil millones de pesos por “gastos no recuperables de contratos firmados”. Esto implicaría también “negociaciones con acreedores y contratistas y costos que tendrían un impacto considerable en el presupuesto de 2019”.  El proceso de consulta o encuesta Después de conocer este resumen del dictamen sobre las dos opciones, el presidente electo López Obrador informó que, a partir de la semana próxima, “el equipo que participó informará con mayor detalle sobre las dos opciones, en los medios de comunicación”. Según dijo, se pretende tener la opinión de los ingenieros y de los organismos civiles y empresariales “a más tardar el 5 de septiembre” y para el 8 de septiembre “se darán a conocer todos los dictámenes recibidos y se presentarán las bases para la celebración de los foros de discusión en radio, televisión, periódicos y redes sociales, con la participación de quienes estén a favor o en contra de cualquiera de las opciones”. En este sentido, López Obrador indicó que hablaría con concesionarios y directivos de medios de comunicación para que abran los espacios para las distintas posiciones. Una vez informado, añadió que “en la última semana del mes de octubre se realizará una consulta o encuesta nacional para recoger la opinión de los ciudadanos en general. El resultado tendrá carácter vinculatorio y, en base a ello, se tomará la decisión definitiva”, concluyó el documento que fue firmado por López Obrador, Jiménez Espriú, Alfonso Romo Garza, Carlos Manuel Urzúa, futuro titular de la Secretaría de Hacienda, el empresario José María Rioboo Martín y el ingeniero agrónomo Sergio Rubén Samaniego Huerta. Los periodistas preguntaron varias veces a López Obrador cómo sería la mecánica de la encuesta. El presidente electo aclaró que su alcance será nacional, que no la realizará el Instituto Nacional Electoral (INE) y que este ejercicio “corresponde a la democracia participativa”. Además, indicó que el documento se le presentará también al presidente en funciones, Enrique Peña Nieto, para que se incorpore a la consulta.

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