Gran Bretaña: aumentan los intentos de crear un nuevo partido del centro

jueves, 23 de agosto de 2018 · 08:35
LONDRES (apro).- El sistema político del Reino Unido ha estado definido desde el último siglo por un bipartidismo muy arraigado en el país, que ha oscilado entre conservadores y laboristas, sumándose en 1988 un tercer partido “bisagra”: los liberales democráticos. Esta distribución, en una de las democracias más antiguas del mundo, es causa de un sistema electoral que en general ha favorecido las mayorías parlamentarias a cambio de parlamentos menos representativos. En total, 10 partidos políticos británicos han conseguido representación parlamentaria. De estas formaciones, solamente dos han sido capaces de reunir un número suficiente de diputados para formar mayorías estables: el Partido Conservador y el Partido Laborista. Recientemente, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y el Liberal Democrático han conseguido aumentar su número de representantes hasta el punto de poder considerarse ‘partidos bisagra’, que con su apoyo son capaces de otorgar a un tercero la mayoría absoluta. Sin embargo, el mapa político de Gran Bretaña se vio sacudido en junio de 2016 por el histórico referéndum sobre el futuro del país en la Unión Europea (UE), que no sólo dividió a la población del país entre aquellos a favor de la permanencia en el bloque y aquellos euro-escépticos, sino también creó importantes escisiones dentro de las principales agrupaciones políticas. La victoria del Brexit y la subida del veterano político izquierdista Jeremy Corbyn al frente del laborismo llevó por ejemplo a fuertes divisiones entre conservadores eurofóbicos y aquellos europeístas, del mismo modo que entre parlamentarios laboristas de ultraizquierda y pro-Brexit seguidores de Corbyn, con aquellos que quieren seguir dentro de la UE. Muchos expertos y políticos en Westminster consideran ahora que dichas divisiones y enfrentamientos por el Brexit no podrán resolverse en el marco del sistema partidario actual, y agregan que, de no hallarse respuestas, el país enfrentará el peligro de revueltas populares. Dentro del laborismo, las peleas internas, surgidas tras la reciente polémica por el antisemitismo dentro de las filas más cercanas a Corbyn, pusieron a prueba la lealtad de muchos legisladores a su líder político. Ahora muchos de ellos se muestran escépticos acerca del liderazgo de Corbyn, y querrían verlo tomar una posición más abiertamente anti-Brexit. Cuando Len McCluskey, el secretario general de uno de los gremios que más apoya al laborismo, Unite, atacó abiertamente este mes al diputado laborista Chuka Umunna (pro-Brexit), reflejó las preocupaciones de muchos dentro del partido acerca de que el liderazgo de Corbyn podría verse desestabilizado, incluso por un número relativamente pequeño de “laboristas rebeldes” que planean abandonar la agrupación. Por ejemplo, varios diputados laboristas judíos están considerando renunciar al partido debido a la forma en que los dirigentes de la agrupación manejaron la polémica sobre el antisemitismo, demorando sanciones a aquellos políticos y concejales antisemitas. “Hay muchos parlamentarios laboristas que se han visto empujados a un punto límite, y están evaluando la posibilidad de crear un nuevo partido político en el país”, afirmó una fuente laborista consultada por el periódico The Guardian el domingo 19. Muchos parlamentarios indicaron incluso que, si la cúpula del laborismo hubiera sancionado a la legisladora Margaret Hodge, luego de que ésta acusó de “antisemita de mierda” a Corbyn en la Cámara de los Comunes, ello hubiera llevado a la dimisión de un gran número de diputados. Por otra parte, un grupo de parlamentarios de centro, incluidos Umunna y Chris Leslie, han iniciado negociaciones para crear un nuevo partido alternativo anti-Brexit, que presente una opción diferente al electorado británico. Además, Simon Franks, un empresario multimillonario fundador de la compañía inglesa LoveFilm, confirmó que en pocas semanas lanzará un partido centrista llamado Unidos por el Cambio, el cual estará a favor de la permanencia de Gran Bretaña en la UE. “Franks quiere convertirse en el nuevo Emmanuel Macron”, indicó un allegado al empresario. Franks habría destinado 50 millones de libras esterlinas (unos 65 millones de dólares) de su fortuna personal para la formación de la nueva agrupación política. De acuerdo con The Guardian, Unidos por el Cambio no cuenta aún con figuras políticas de renombre que se sumen al partido. A las críticas del sindicalista McCluskey a aquellos que planean crear un nuevo partido político se hicieron eco varios simpatizantes de Corbyn, entre ellos el ministro de Finanzas en la oposición, John McDonnell. En un mensaje a través de su cuenta personal en Twitter, McDonnell advirtió que “aquellos que utilicen el tema del antisemitismo como encubrimiento para lanzar un nuevo partido político, como planean desde hace dos años, serán vistos como cínicos que explotan una preocupación genuina de la gente, misma que estamos tratando de resolver”. La próxima primavera boreal, luego de oficializarse en marzo el Brexit, es visto por muchos parlamentarios de centro como el momento más auspicioso para lanzar un nuevo partido. “Existe un sentimiento muy fuerte (entre los legisladores que quieren formar un nuevo partido) que ello no debe ser una distracción para nuestro principal objetivo, que es detener el Brexit a toda costa”, indicó un parlamentario laborista al Guardian. Otro diputado que participó de la campaña para que Gran Bretaña permanezca dentro de la UE sostuvo que la intención de formar una nueva agrupación política “es seria y real”, al aclarar que “el país necesita de una nueva fuerza política para el periodo post-Brexit”. “El verdadero incentivo para muchos parlamentarios que quieren sumarse a un nuevo partido es la amenaza de deselección. Y es por ello que muchos están muy atentos con lo que pueda ocurrir con Kate Hoey o Frank Field (dos parlamentarios laboristas rebeldes)”, agregó. Chris Leslie, diputado laborista que representa la circunscripción de Nottingham East (Inglaterra), es visto como uno de los diputados con riesgo de ser ‘deseleccionado’ del partido por sus críticas a Corbyn. Leslie llegó a decir en 2015, cuando ocupaba el cargo de ministro de Finanzas en la sombra, que el laborismo había perdido las elecciones generales de ese año en parte por las políticas económicas de ultraizquierda de Corbyn, y desde entonces ha sido uno de los principales críticos del líder del partido. En junio pasado, el parlamentario hizo público un documento titulado El centro político, que sentó las bases para un futuro nuevo partido de centro. Dicho manifiesto, que incluyó capítulos como ‘Evidencia y no ideología’ o ‘Democracia representativa y no populismo’, contó con el aval del centro de investigación Fundación de Mercado Social. De todas maneras, el laborismo no es el único partido que se ha visto escindido por el Brexit, ya que el gobernante Partido Conservador de Theresa May batalla para mantener un balance clave entre el ala más eurofóbica de la agrupación, incluidos el excanciller Boris Johnson y el diputado de ultraderecha Jacob Rees-Mogg, y aquella conformada por conservadores de centroderecha. Varios diputados de ultraderecha consideran que, si May avanza con su plan de Chequers, de permitir que Gran Bretaña siga dentro del mercado común una vez que se oficialice el Brexit en marzo próximo, “el Partido Conservador no sobrevivirá”. Por otra parte, el ala más centrista de los conservadores ha comenzado a establecer contacto con políticos de centro de otros partidos. George Freeman, parlamentario conservador por la región inglesa de Norfolk, invitó por ejemplo a varias figuras políticas del Partido Liberal Democrático y del laborismo para participar el mes próximo en un festival de políticas de centro, organizado por Sally Morgan, exconsejera de Tony Blair. Entre los parlamentarios laboristas que prometieron asistir están Harriet Harman, Liam Byrne y Peter Kyle. Freeman negó que el festival sea una plataforma para crear un nuevo partido de centro, aunque crecieron las sospechas tras invitar como uno de los principales panelistas a Emmanuel Macron. El mandatario francés ganó las elecciones generales en su país tras crear un nuevo movimiento de centro, La République En Marche. Al complejo mapa político del Reino Unido se suman los liberales democráticos, originalmente surgidos como alternativa de centro, pero que se han desplomado en los sondeos de opinión después de que aceptaron conformar un gobierno de coalición con David Cameron (2010 a 2015), De acuerdo con The Guardian, varios diputados “lib-dems” estarían considerando sumarse al nuevo partido de centro. En todo caso, la tercera agrupación política, encabezada por Vince Cable, espera resurgir en las encuestas de opinión tras anunciar el próximo mes una serie de reformas radicales, incluidas ampliar su membresía, permitir que simpatizantes y miembros puedan votar en comicios internos, y cambiar sus reglas de liderazgo para permitir que políticos que no cuentan con una banca en el Parlamento puedan presentarse como candidatos para el liderazgo del partido. Lo cierto es que el ‘terremoto’ causado por el Brexit en el país ya está estableciendo bases para una ampliación de sistema político tradicionalmente bipartidista del Reino Unido, eventualmente dando voz a aquellos electores británicos cada vez más insatisfechos con los conservadores de ultra derecha que amenazan a May, y con el laborismo de ultraizquierda que proponen Corbyn y sus allegados.

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