Velasco Jiménez, el "Ahumada" de Mancera

martes, 11 de septiembre de 2018 · 10:21
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Con Miguel Ángel Mancera Espinosa resurgió en la administración pública capitalina una versión actualizada de Carlos Ahumada Kurtz, el empresario argentino que, en colusión con Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, entre otros personajes, intentó truncar en marzo de 2004 las aspiraciones presidenciales del entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, con la difusión de los llamados videoescándalos. Se trata de José Antonio Velasco Jiménez, propietario de una docena de empresas de la construcción que operan igual que como antes lo hizo Ahumada: a cambio de contratos, otorga a funcionarios un porcentaje del contrato de obra asignado, hace costosos regalos, remodela sus casas e incluso coloca a incondicionales suyos en las áreas de obras con el consentimiento de las autoridades delegacionales. Además, empleados y familiares del contratista aparecen –a veces sin saberlo ellos mismos– como administradores y representantes legales de la red de empresas que opera y que encontró en el gobierno de Mancera y en media docena de delegaciones una mina de oro. El emporio del contratista José Velasco y sus familiares está formado por las siguientes empresas: Procesos de Ingeniería Aplicada, SA de CV (RFC PIA 970404KE8); Grupo Velasco, Servicios de Ingeniería y Arrendamiento, SA de CV (GVS 080520L79); Procesos Industriales Asfálticos, SA de CV; Construcción, Mantenimiento y Asesoría de Obras Duma, SA de CV; JM Constructora y Supervisión, SA de CV (JCS 050427GTI); Terracerías Dalsi, SA de CV (TDA 070829KR3); Proveedora de Ingeniería, Instalación e Infraestructura, SA de CV; Maggno Proyectos y Arquitectos, SA de CV (MPY 07040976A); Cinco Contemporánea, SA de CV; Proyectos GAD, SA de CV; Empresas de Servicios Industrial y Urbano, SA de CV; y SECRI Constructora, SA de CV. En los tres primeros años del gobierno de Mancera, dichas empresas recibieron 27 contratos de obra que les dejaron una derrama de alrededor de 550 millones de pesos. En el primer año de su gobierno, la Dirección General de Proyectos Especiales adjudicó a las empresas de Velasco nueve contratos de obra, entre ellos la reconstrucción y mantenimiento de la carpeta asfáltica de los Centros de Transferencia Multimodal de la Central de Abasto y Chapultepec, y el reencarpetado en vialidades secundarias para la ciclovía de las avenidas Chapultepec, Sonora y 20 de Noviembre. Según la información obtenida por el reportero, las empresas que ganaron la licitación para realizar dicho trabajo –Duma, PIASA, Servicio Industrial y Urbano y Grupo Velasco– carecían de suficiente asfalto, por lo que tuvieron que desviar el material de otras empresas con contratos vigentes. Pero ese asfalto no lo compraron, salió de la planta del propio Gobierno de la Ciudad de México sin ningún costo. Con equipo pesado del propio gobierno, las empresas de Velasco se encargaron también de renovar en 2012 el pavimento de vialidades primarias en las delegaciones Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Coyoacán, Tlalpan y Xochimilco. A decir de contratistas consultados, es una práctica común que, como la entrega de las obras no siempre se cumple en tiempo y forma, las autoridades capitalinas se ven obligadas a reasignarlas en el ejercicio fiscal siguiente, pero ya sin firmar los contratos correspondientes y, menos aún, verificar el cumplimiento y la calidad de los trabajos. Lluvia de contratos En 2013 el gobierno de la ciudad le otorgó a las empresas del grupo Velasco 15 obras, ocho por invitación restringida, cuatro por concurso y tres por adjudicación directa. Grupo Constructor Gavel, propiedad de una de las hijas de Velasco Jiménez, obtuvo el 8 de enero de ese año, por adjudicación directa, el contrato de obra AD-DDC-F-1-005-13 para realizar trabajos de fresado y reencarpetado con mezcla asfáltica templada en los carriles centrales del Anillo Periférico Adolfo Ruiz Cortines, de Viaducto Tlalpan a Zacatépetl, dirección sur-norte. En la misma fecha, el gobierno de la capital le asignó a otra empresa de la familia Velasco el contrato para realizar el mismo trabajo, pero en la dirección opuesta. Con una semana de diferencia y por invitación restringida, la administración de Mancera otorgó otros dos contratos a empresas del émulo de Carlos Ahumada –Duma y Grupo Velasco–, para fresar y reencarpetar con maquinaria y equipo del propio gobierno capitalino vialidades primarias de las delegaciones Álvaro Obregón y Benito Juárez, y, en el segundo caso, de Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón en una primera etapa. El 26 de febrero, Proyectos Gad consiguió por adjudicación directa el contrato para el bacheo de vialidades primarias de la zona oriente de la Ciudad de México y un mes después, el 25 de marzo, Proveedora de Ingeniería logró, por invitación restringida, el contrato para la continuación de la misma obra en una segunda etapa. Entre el 1 de abril y el 20 de mayo, la Dirección General de Proyectos Especiales de la Secretaría de Obras lanzó la licitación pública nacional para la realización de un paquete de obras y, casualmente, cuatro empresas del contratista consentido del sexenio mancerista ganaron el concurso. De los documentos en poder de este semanario se desprende que Proceso de Ingeniería Aplicada incurrió en anomalías en el contrato para realizar trabajos de mejoramiento a la carpeta asfáltica en vialidades primarias de las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Coyoacán y Tlalpan. Para los trabajos en el tramo que va de Tlalpan a Ingenieros Militares, la Dirección de Obras Concesionadas otorgó un volumen de 40 mil toneladas de asfalto, pero en el contrato asignado a la empresa se fijó un volumen de 70 mil toneladas, cantidad con la que podría repavimentarse dicho tramo de ida y vuelta. Además, en el expediente de esa obra no hay ningún documento que certifique el uso del asfalto asignado por el área de Obras Concesionadas. Algo parecido sucedió con el contrato adjudicado a la empresa JM Constructora y Supervisión para la repavimentación, bacheo y mantenimiento de la carpeta asfáltica en el Eje 3 Oriente (Eduardo Molina) en el tramo de Periférico Oriente, Río de los Remedios y Calzada Ignacio Zaragoza. En el contrato no aparece ningún soporte del asfalto comprado, por lo que se deduce que el material provino de la planta del Gobierno de la Ciudad de México. En la recta final del gobierno mancerista, el consorcio logró los mejores contratos de obra: el cambio de banquetas en el corredor Insurgentes, desde el Monumento a la Madre a El Caminero, la remodelación de la plancha del Zócalo, la pavimentación de algunos tramos del Metrobús y la rehabilitación de las calles de Corregidora, 16 de Septiembre, La Viga y Pino Suárez. En esta última obra, la empresa elevó el costo inicialmente presupuestado en 7 millones de pesos. Según un contratista que conoció del asunto, la adjudicación de dichos contratos no fue casual: Velasco tuvo que asumir el costo de la remodelación de las casas de un puñado de servidores públicos, entre ellos el secretario de Obras, Édgar Tungüi Rodríguez, y el director de Construcción de Obras Públicas, Juan Francisco Martínez Vargas. Además, le hizo llegar a Mancera finos relojes a través de su secretario particular, Luis Ernesto Serna Chávez. Compra de lealtades  En las delegaciones políticas Velasco fue más lejos: con el consentimiento de las autoridades llegó a incrustar a incondicionales suyos en las áreas de obras para amarrar contratos. Al menos así lo hizo en Magdalena Contreras, donde puso a un empleado suyo, el ingeniero Leonel Dueñas, en el área de Obras. Éste renunció hace poco tiempo al cargo. Cuando se le atoraban las cosas, recurría a otro método: en enero pasado le regaló al director de Obras de esa demarcación, Mariano Plascencia Barrios, dos boletos para asistir al Superbowl 2018 en Filadelfia. En la ficha laboral del funcionario delegacional hay una acusación por desvío de 46.2 millones de pesos en su paso por la delegación Miguel Hidalgo. Velasco también amarró un contrato de obra en Cuauhtémoc para la remodelación del edificio delegacional.  Con los gobiernos panistas no ha sido la excepción. El contratista consultado asegura que Velasco tiene acaparada la obra pública en la delegación Benito Juárez, actualmente bajo el mando de Ricardo Amezcua Galán. La razón, dice, es que está repartiendo 35% de “comisión” a los funcionarios. Este reportaje se publicó el 9 de septiembre de 2018 en la edición 2184 de la revista Proceso.

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