EMILIANO ZAPATA, Mor. (apro).-  Jesús Alberto Capella Ibarra renunció anoche a la titularidad de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos y reconoció que el tiempo a cargo de esta tarea "fue insuficiente para alcanzar y lograr los objetivos que esta administración se había planteado" y recuperar la paz en la entidad. En un video distribuido a través de redes sociales, el jefe policíaco que ha sido casi tan criticado y descalificado como “su jefe” el perredista Graco Ramírez, por los nulos resultados en materia de seguridad pública, se dirige a las ciudadanas y ciudadanos de Morelos: “Quiero informarles, con sentimientos encontrados, que el día de hoy en acuerdo con mi jefe, el señor gobernador Graco Ramírez, he tomado la determinación de renunciar a esta honrosa responsabilidad de Comisionado Estatal de Seguridad Pública en la que nos tocó servir con mucha determinación a muchas familias y a las y los ciudadanos de esta entidad, ante este importante reto que es recuperar la paz y tranquilidad de todo el estado de Morelos”, sostiene enfundando en un uniforme de la corporación. Serio pero sin atisbo de tristeza, Capella Ibarra deja escapar una pizca de autocrítica: “Quiero reconocer con mucha humildad que faltan muchísimas cosas por hacer y que en este esfuerzo de cuatro años y medio el tiempo fue insuficiente para alcanzar y lograr los objetivos que esta administración se había planteado. En particular recuperar de manera absoluta la paz y la tranquilidad del estado de Morelos”. Sin embargo, luego regresa al discurso triunfalista que acompañó todas y cada una de sus declaraciones mientras estuvo en el cargo en la entidad: “Pero también quiero decirles con mucha certidumbre y con mucha convicción que los avances que se han dado en este periodo, en este sexenio, han sido los más importantes en la época contemporánea con tantas complicaciones como el estado de Morelos”. Enseguida viene el reconocimiento al “liderazgo y la voluntad política de quien gobierna”, pues los logros fueron posibles gracias a ello, pero no sólo, también “se logró gracias a la determinación y la valentía de las y los policías de esta entidad. Se logró gracias al acompañamiento y al esfuerzo que autoridades federales realizaron”, sostiene. Luego hace énfasis en la participación ciudadana, pues según Capella, sus logros tienen que ver con “algo que me tiene muy orgulloso, que es la creación de los comités de vigilancia vecinales, que siempre estuvieron muy participativos y acompañando a mis mandos policiacos y a los policías en los policías que estuvieron en los diferentes sectores y cuadrantes que creamos para el servicio de seguridad pública en cada uno de los rincones del estado de Morelos”. En cuanto a los agradecimientos, también alcanzaron para “todo el gabinete de gobierno”, así como para sus “pares y colegas de otras instituciones federales”, pero “particularmente al fiscal general del estado”, Uriel Carmona Gándara. Finalmente asegura que “no ha sido una jornada fácil estos cuatro años y medio, ha sido un tema bastante complicado, en el que lamentablemente 16 compañeros míos se adelantaron en el camino por mantener la paz, la tranquilidad y la seguridad de muchas familias. A ellos los llevaré en mi corazón y en la mente, como un esquema de motivación por el gran sacrificio que han desarrollado sus familias”. Graco Ramírez, en su cuenta de twitter confirmó la salida del jefe policiaco: https://twitter.com/gracoramirez/status/1040434394660401152 Capella Ibarra llegó al cargo el 7 de abril de 2014, luego de la salida de la abogada Alicia Vázquez Luna, quien se incorporó a trabajar a las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República. Durante su gestión, el Mando Único policiaco se convirtió en la institución estatal más repudiada por la sociedad, pues no sólo su actuación no se vio reflejada en la reducción de los índices delictivos, sino que además se convirtió en la que ocupó el primer lugar en violación a derechos humanos. Las acusaciones contra el Mando Único no sólo fueron por detenciones arbitrarias, sino que la causa principal fue la de la tortura y los malos tratos. Según los propios datos de la corporación, durante 2017, el Mando Único detuvo al menos a una persona al día de forma arbitraria, además que el índice de personas detenidas que llegaban hasta el proceso era de 95 por ciento fallida. Cabe recordar que en noviembre de 2017, un grupo de policías a su cargo, llevaron a cabo la masacre de cuatro mujeres y dos menores de edad en una vivienda del municipio de Temixco. Según la versión oficial, las víctimas perdieron la vida en un fuego cruzado, sin embargo, reportes policiacos aseguran que los cuerpos tenían tiro de gracia. En medio de uno de los años más violentos, Capella Ibarra renuncia y no se descarga que pudiera ser considerado para algún cargo en otro gobierno estatal o incluso, en el propio federal que iniciará sus funciones el próximo 1º de diciembre.