Se agrava la crisis del futbol americano profesional de México

domingo, 16 de septiembre de 2018 · 10:23
El enfrentamiento entre el excomentarista deportivo Juan Carlos Vázquez y el empresario Óscar Pérez Martínez por el control de la Liga de Futbol Americano Profesional de México ya escaló a instancias judiciales. Esta lucha intestina ha sido aprovechada de manera indirecta por otro grupo de empresarios encabezados por un exsocio de Vázquez y Pérez para lanzar otra liga que debutará en febrero de 2019.  CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Después de tres temporadas, la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA) se encuentra inmersa en una lucha intestina. El enfrentamiento entre sus accionistas ha causado el surgimiento de un segundo torneo de este deporte: la Liga de Football Profesional de México (LFP), impulsada por Édgar Zapata, quien fue socio fundador de la primera organización. La existencia de ambas ligas será un reto en materia de logística para sus organizadores, porque ambas coincidirán en fechas y sedes. En la Ciudad de México, por ejemplo, los juegos comenzarán en febrero de 2019 y los escenarios disponibles son sólo el estadio Jesús Palillo Martínez y el estadio Azul.  En la pugna entre accionistas está Juan Carlos Vázquez, fundador y exadministrador de la LFA, y Óscar Pérez Martínez, actual responsable del concepto y quien se ostenta como el principal dueño de la organización, con 52% de las participaciones.  El pleito entre ambos se recrudeció el pasado 10 de julio, cuando los miembros del Consejo de Administración de la sociedad denominada LFA Profesional determinaron en una sesión revocarle a Pérez Martínez todos los poderes como presidente, según consta en la notificación que le entregó el licenciado Rafael Arturo Coello Santos, titular de la notaría número 30 de la Ciudad de México, tres días después de dicha sesión. Juan Carlos Vázquez, excomentarista deportivo y accionista de la LFA Profesional, asegura que a Pérez le retiraron sus facultades como presidente porque no presentó estados financieros y endeudó a la organización por casi 9 millones de pesos. Uno de los desencuentros entre ambos personajes ocurrió el 24 de mayo pasado durante la asamblea convocada por Óscar Pérez y en la cual el Consejo de Administración fue reducido de cinco a tres integrantes.  Originalmente el organigrama de la LFA estaba constituido por Óscar Pérez, presidente de la liga; Juan Carlos Vázquez, secretario de la organización; Jorge Cruz, tesorero; Arturo Carlos, vocal; y Antonio Díez de Bonilla, vocal.  Tras los cambios en los que Vázquez y Bonilla fueron desconocidos, la estructura del Consejo de Administración recayó en Pérez Martínez, como presidente; Arturo Carlos, como secretario, y Jorge Cruz, tesorero. Pérez alegó que fue ilegal el retiro de sus facultades como presidente, pues dicha decisión debió ser tomada por el Consejo de Administración y por la Asamblea General de Accionistas.  Así, el 13 de julio la Asamblea General de Accionistas de la LFA Profesional resolvió dejar sin efecto la decisión que tomó el Consejo de Administración, devolviéndole a Pérez Martínez sus atribuciones como cabeza de la liga.  El abogado de la liga, Erick Maislin, confirma: “Los poderes que tiene el ingeniero Óscar Pérez, como presidente del Consejo de Administración, no se los puede revocar el Consejo de Administración, sino la Asamblea General de Accionistas”. De acuerdo con la Ley General de Sociedades Mercantiles, el artículo 178 establece que la Asamblea General de Accionistas es el órgano supremo de la sociedad. “Podrá acordar y ratificar todos los actos y operaciones de ésta y sus resoluciones serán cumplidas por la persona que ella misma designe o, a falta de designación, por el administrador o por el Consejo de Administración”. A su vez, el artículo 142 detalla: “La administración de la sociedad anónima estará a cargo de uno o varios mandatarios temporales y revocables, quienes pueden ser socios o personas extrañas a la sociedad”.  Y el artículo 200 expone que “las resoluciones legalmente adoptadas por las asambleas de accionistas son obligatorias aún para los ausentes o disidentes”. Denuncia opacidad Juan Carlos Vázquez reitera que el presidente de la LFA infringe la ley. “Ya le quitaron los poderes. Ahora tenemos que solicitarle a la ley que entregue la administración”.  Vázquez, quien se dice despojado de la LFA por el propio Pérez, asegura que su opositor está impedido para firmar cualquier asunto relacionado con franquiciatarios y patrocinadores. Sobre todo, destaca, no puede firmar cheques de la liga. “De tal manera que si la liga pretende hacer algo, primero lo tiene que autorizar el Consejo de Administración”. También denuncia que el actual presidente de la liga no sólo lo despojó del proyecto, también lo ha amedrentado para obligarlo a desistir de retomar el control de la organización. “La decisión de revocarle los poderes es simplemente porque no ha entregado los estados financieros. Sin éstos no sabemos la viabilidad de la liga. Tampoco tenemos certeza de si es viable o no hacer una integración de más equipos (de seis a ocho a partir de la próxima temporada) ni sabemos si es viable jugar en el estadio de la Ciudad de los Deportes.” El fundador de la LFA reconoce que la liga en manos de Pérez mejoró, “pero la deuda también creció. Por ejemplo, se jugó en el estadio de la Ciudad de los Deportes, básicamente, pero ¿a qué costo? El déficit es alto: al menos es de 9 millones de pesos, según me informan.  “En lo personal, cerré la primera temporada con una deuda de 450 mil pesos. Tuve que endeudarme de manera personal, no a nombre de la liga. De hecho, esa deuda la reconoció Pérez junto con todos los franquiciatarios, aunque hoy la pretende desconocer.” Desde el nacimiento de la LFA, Juan Carlos Vázquez fue designado administrador único, cargo que ocupó hasta el 12 de junio de 2016, antes de ser relevado y cederle parte de sus acciones a Pérez Martínez. Vázquez relata que durante meses acudió a las oficinas de la LFA para realizar sus labores, pero le impidieron el acceso por órdenes de Óscar Pérez. Por lo anterior, comenta, decidió trabajar con su computadora en la calle frente a la sede del organismo, hasta que el presidente de la liga “me puso un policía en la entrada del edificio para impedirme el paso. “Un día, de plano (Óscar Pérez) me advirtió: ‘Ésta no es tu casa, no eres bienvenido aquí, hazte a la idea de una vez’. Fue una expulsión. Cuando le pregunté si planeó chingarnos, el me respondió que sí. Hace más de cuatro meses que no hablo con él.” Acuerdo con liga canadiense Como parte de la expansión que pretende la LFA, el 26 de julio pasado anunció la inclusión de dos equipos más en el calendario de actividades de 2019. Las nuevas franquicias son de Puebla y Toluca.  Al respecto, Juan Carlos relata que se comunicó con el empresario Luis Antonio Vera, dueño del equipo poblano: “Me sentí con la responsabilidad de hablar con él, porque estaba muy interesado en integrarse a la LFA. Lo conocí durante la temporada. Vía telefónica le dije: ‘No sé si sepas, pero soy el dueño, el socio mayoritario de la liga y tengo la responsabilidad de advertirte que Óscar está intentando robar mis acciones. Por lo tanto, hay que tener todas las reservas necesarias si es que realmente quieres invertir en este proyecto. La liga no pasa justamente por sus mejores momentos de manera interna. Es necesario informarte que las cosas están así’.  “Sin embargo él me respondió: ‘No me importa. Voy para adelante’. Yo le avisé”, agrega. El 28 de agosto Proceso localizó vía telefónica a Óscar Pérez. Cuando se le preguntó si tenía alguna impresión sobre el nuevo circuito de futbol americano profesional que fue lanzado por un exsocio de su liga, respondió: “La realidad es que no me estoy metiendo a analizarla. Mi chamba es lograr la internacionalización de la LFA mediante un pacto con la Canadian Football League (CFL). “En todos los años del futbol americano de México nunca habíamos logrado una relación seria, fuerte, comercial y deportiva con una liga que es la segunda más importante del mundo. Vamos muy avanzados, hay un plan de cinco años para hacer intercambios: vamos a lograr el crecimiento de jugadores mexicanos, teniendo como finalidad el intercambio de talento.  “Esa es la noticia, lo verdaderamente histórico, es a lo que deberían voltear todos los mexicanos sin estar hablando mal de nadie. Lo importante es que se den cuenta de lo verdaderamente trascendente que podemos lograr.” De pronto, alguien interrumpió la conversación con el directivo y luego éste pidió restablecer la comunicación al día siguiente. Luego, condicionó la charla y pidió conocer anticipadamente los temas a tratar. Cuando se le expusieron, el titular de la LFA se rehusó a recibir la llamada telefónica. A cambio, se limitó a externar algunos comentarios vía WhatsApp. “Como te comenté ayer, estoy dedicado a hacer crecer este proyecto por el bien común. Si pensamos hacer alianza con alguna otra liga, será con la CFL. No nos interesa participar en ninguna controversia ajena a nosotros. Respecto del tema de revocación de poderes, es totalmente errónea tu fuente. Siempre he gozado de facultades y poderes absolutos e irrevocables. Desde la constitución de la LFA no hay manera de que me sean revocados.” –¿Puedo llamarle? –Te agradezco el interés, pero como te comenté: no nos interesa participar en controversias y alimentar falsos rumores. –Por eso mismo es importante que comparta su versión de manera más completa –se le insiste. –Seguro te están mostrando documentación no vigente, parcial o fuera de contexto legal. Me encuentro impedido, por estatutos de la liga, compartir información interna. Te agradezco mucho el interés. El beneficiario de la LFA sugirió incluso: “No deberías darle foro a este tema”.  Aun cuando se negó a tomar la llamada, Pérez Martínez continúo enviando mensajes: “Sólo te puedo comentar que una liga seria, de mucha antigüedad y prestigio, como lo es la CFL, nos auditó por los intentos de desprestigio que hizo Vázquez (Juan Carlos). Como resultado de esas investigaciones nuestra relación (con los canadienses) salió más fortalecida”. Competencia En el contexto de la lucha interna de la LFA, el 11 de agosto pasado se presentó oficialmente la LFP. Esta nueva organización comenzará su torneo en febrero de 2019. El responsable del proyecto es Édgar Zapata, comisionado y socio mayoritario de la LFP y quien fundó la LFA junto con Juan Carlos Vázquez. La temporada se iniciará con cuatro equipos de la Ciudad de México. Además de un representativo del Estado de México, de Querétaro y Tamaulipas, con la opción de aumentar la cifra a ocho franquicias hasta el 30 de septiembre. Juan Carlos Vázquez también colabora en el nuevo proyecto, aunque de inicio no estará en la nueva competencia. El lunes 3, la Liga de Futbol Americano Profesional presentó una denuncia penal contra Juan Carlos Vázquez por su presunta responsabilidad en la revelación de información que está protegida por el Código Penal de la Ciudad de México. El quejoso, mediante su apoderada legal, Cynthia Amandi Carmona, alega que, como accionista de esta organización mercantil, el acusado tiene la obligación de guardar los secretos de los acuerdos de asamblea. La denuncia penal ya fue admitida por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México. También fueron solicitadas medidas cautelares para que el imputado sea detenido en caso de que vuelva a emitir declaraciones.  Este reportaje se publicó el 9 de septiembre de 2018 en la edición 2184 de la revista Proceso.

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