'Verano del 84”: pandilla de detectives

viernes, 21 de septiembre de 2018 · 18:51
MONTERREY, NL. (apro).- El Extra Terrestre, Los Goonies, Los Muchachos Perdidos, Cuenta Conmigo. Los referentes de ‘Verano del 84’ (Summer of 84, 2018) son bastante obvios, al tomar como elementos temáticos y visuales cintas clásicas juveniles que, revueltas en una emocionante mezcolanza, reviven la magia de la aburrida década de los 80, cuando la moda apenas comenzaba a explorar su propia definición y se tornó totalmente ridícula. El combo de directores, integrado por Francois Simard, Anouk Whissell, Yoan-Karl Whissell, crea una entretenida cinta de atmósfera que basa su encanto principalmente en la nostalgia. En el escenario de un suburbio típico norteamericano, de clase media alta, ocurre el drama de una serie de extrañas desapariciones de personas. La policía está desconcertada. Pero una pandilla de pícaros que ingresan a la pubertad se encarga de indagar si el principal sospechoso es realmente el verdadero criminal, que ha desconcertado a las autoridades por su astucia para eludirlas. El cuarteto de chavales recuerda a cualquier banda de amigos: están el valeroso, el rebelde, el nerd y el obeso. Y también, por supuesto, está la bella chica, que es la ensoñación de todos y que habita en todo momento en sus fantasías y en sus hormonas explosivas. https://youtu.be/jKKbSS3XiTk Aunque es repetitiva, por darle vuelta a una sola idea, con situaciones que van llevando a conclusiones cansadas, la historia no deja de tener su atractivo, pues los directores se dan gusto creando momentos llenos de humor, en los que los chicos están al acecho, irrumpen indebidamente en propiedad ajena y están constantemente a punto de ser atrapados. Como una cuestión de estilo y una recurrencia que resulta grata, principalmente para los adultos que pasaron su adolescencia en aquella época de transición mundial, se muestran referentes estilísticos, como música electrónica con sintetizadores que recién habían sido descubiertos por los creadores de soundtracks. También hay acercamientos agresivos de la cámara, coches, peinados, marcas y vestuario que resaltan la época. Todo es un festival de la añoranza hacia un tiempo ido que, en su momento, fue bastante aburrido, pero ahora en perspectiva resulta emocionante. Los chicos, que aún no han dejado la infancia por completo, se desplazan en bicicleta, se comunican por walkie talkie, espían a la vecina y enloquecen cuando ven revistas para caballeros. El asunto de su investigación, claro, es importante, pues hay una intriga que atrapa, pero en realidad el espectáculo está en el look del universo ya irremediablemente perdido, consumido por una modernidad que, pese a todo, no deja de requerirlo, como un recuerdo querido. La película suavemente se aproxima a un desenlace doble que, desafortunadamente, se anticipa a kilómetros de distancia. Sin embargo, la atmósfera de misterio y bastante festiva, se rompe por completo, provocando un giro desconcertante, al elevar el tono del discurso hacia un nivel inesperado, que puede resultar muy chocante, por la tremenda sorpresa. Por lo demás, ‘Verano del 84’ es un buen vistazo a lo que fue la moda de hace cuatro décadas y los temas que se tocaban en la ficción. Los fans de Stranger Things, de Netflix, van a encontrar, aquí, una extensión de la célebre serie.

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