Bajo engaños, Rosario Robles se defiende
Más engaños En los últimos meses, Robles sostuvo una y otra vez que las dependencias a su cargo recibieron los servicios por los cuales habían otorgado convenios millonarios a los organismos públicos. Sin embargo, la ASF señaló que la Sedesol y la Sedatu pagaron por servicios “simulados”. En una auditoría, por ejemplo, mostró que la Sedatu pagó al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social y a la Televisora de Hermosillo SA de CV para la entrega de materiales, los cuales resultaron totalmente idénticos. Y lo peor: los pagó por montos millonarios, ¡cuatro veces!. En junio pasado, el portal Aristegui Noticias mostró que, bajo la coordinación del equipo de trabajo más cercano a Robles, la Sedesol y la Sedatu falsificaron los “entregables” y las facturas que posteriormente fueron presentadas como evidencias de que los servicios sí se entregaron. Otro argumento engañoso que empleó Robles en su defensa desde principios de año fue que ninguna auditoría ni investigación la vinculan con algún acto de enriquecimiento ilícito; afirmó que los medios citan su nombre porque “vende”. Con tales afirmaciones, no desmiente a nadie: ni la ASF ni ningún medio afirmó que la funcionaria embolsó dinero a partir de estos esquemas de desvíos. Lo que documentaron la ASF y la prensa fue que tales esquemas fueron realizados durante sus mandatos al frente de la Sedesol y la Sedatu. En un principio, Robles lo negó, hasta que, en febrero pasado, reconoció por primera vez que “si alguien abusó de la confianza mía en la Sedesol y en la Sedatu, que pague; pero que sea con nombre y apellido”. Todavía el pasado 11 de septiembre, en respuesta a una pregunta de Apro, afirmó que “si hay personas que hayan incurrido en alguna irregularidad, que se castiguen, con nombre y apellido, a la gente que ha sido denunciada ante la PGR. Por cierto, yo no estoy en ninguna denuncia, y sin embargo mi nombre aparece porque es el que vende…”. -Usted es titular de la Secretaría, se le dijo. “Yo soy la titular, soy la responsable de las políticas públicas de la Secretaría, pero por esto hay ejecutores de gasto en cada una de las áreas y hay responsables con nombres y apellidos”, eludió. De nuevo, Robles no mintió en un sentido estricto: no existen evidencias de que ella haya firmado algún convenio que desembocó en desvíos. Sin embargo, desde su primer día en el gobierno federal, la funcionaria ha tenido al mismo equipo de colaboradores cercanos. Ello, a pesar de que la ASF ha señalado los esquemas fraudulentos cada año desde febrero de 2015. Entre ellos, mantuvo a Emilio Zebadúa González como Oficial Mayor –por su oficina pasaron los convenios--, y a Humberto René Islas Cortés en la Dirección General de Recursos Materiales (DRGM) –esta dependencia es señalada en varias auditorías--. También preservó a Gustavo Rodríguez González en la dirección de Comunicación Social, a Enrique Prado Ordoñez en la Dirección de Licitaciones y Adjudicaciones de Contratos de Bienes y Servicios, y a su amigo, Ramón Sosamontes Herreramoro –a quien contrató como “asesor” en la Sedatu--, entre otros. Una última: el pasado 11 de septiembre, Rosario Robles afirmó que “seguimos hablando de auditorías que han pasado, que han ya sido superadas”, lo que resulta falso. La ASF interpuso 27 denuncias ante la PGR derivadas de las observaciones que hizo a la Sedesol entre 2013 y 2015. Es decir, que el órgano fiscalizador estimó que existían evidencias suficientes para constituir un delito y que la Sedesol no pudo demostrar lo contrarioPeriódico @Reforma miente en su campaña de linchamiento en mi contra. Sedatu no tiene contratos con empresa Agatha Líderes Especializados. Como lo he hecho anteriormente, exijo pruebas que me relacionen con esa u otras empresas. De lo contrario procederé conforme a derecho
— Rosario Robles (@Rosario_Robles_) 24 de septiembre de 2018