AI denuncia explotación y abandono de trabajadores migrantes en Qatar
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La empresa Mercury MENA no pagó miles de dólares en salarios y prestaciones laborales a sus trabajadores, dejándolos atrapados y sin un céntimo en Qatar, informó Amnistía Internacional (AI).
La empresa de ingeniería implicada en la construcción de infraestructura vinculada a la Copa Mundial de la FIFA 2022 se aprovechó del sistema de patrocinio qatarí para explotar a decenas de trabajadores migrantes.
AI solicitó al gobierno de Qatar que garantice a los exempleados de Mercury MENA la recepción del dinero que ganaron, así como la reforma fundamental del sistema de patrocinio (“kafala”), que ha permitido a numerosas empresas explotar a trabajadores migrantes, como ha documentado Amnistía y otras organizaciones desde 2013.
El sistema "kafala" implica que los trabajadores migrantes, sobre todo del ramo de la construcción, son responsabilidad del empleador, quien puede retener la visa del empleado y esto es proclive a la explotación laboral.
Con arreglo al sistema de patrocinio de Qatar, las empresas están facultadas para impedir que los trabajadores cambien de trabajo o abandonen el país, limitando sus posibilidades de huir de los abusos o protestar por el trato recibido. El requisito del “permiso de salida” fue suprimido para la mayoría de los trabajadores en septiembre de 2018.
“Muchos trabajadores de Mercury MENA habían hecho grandes sacrificios y habían solicitado créditos ruinosos para poder aceptar un puesto de trabajo en Qatar, y terminaron trabajando sin cobrar durante muchos meses, defraudados por un sistema que no los protegía. Qatar puede contribuir a que estos trabajadores migrantes rehagan sus vidas, y demostrar que se propone seriamente mejorar los derechos laborales, garantizando que cobran todo lo que se les debe”, explicó Steve Cockburn, director de Asuntos Globales de AI.
Entre octubre de 2017 y abril de 2018, Amnistía entrevistó a 78 extrabajadores de Mercury MENA procedentes de Filipinas, India y Nepal a los que la empresa debe grandes sumas de dinero.
Mercury MENA, antes llamada Mercury Middle East, tuvo un papel importante en la construcción de un estadio modelo que fue fundamental para la presentación ganadora de Qatar ante la FIFA en diciembre de 2010.
Desde entonces, migrantes contratados por la empresa trabajaron en algunos de los proyectos más prestigiosos de Qatar, incluida la “ciudad del futuro” de Lusail, que organizará las ceremonias de inauguración y clausura de la Copa Mundial de Fútbol.
Otros trabajaron en el complejo residencial de trabajadores de Barwa al Baraha, irónicamente promocionado por Qatar como muestra de la mejora de las condiciones de los trabajadores migrantes.
Entre salarios y prestaciones, a la mayoría de los extrabajadores de Mercury MENA entrevistados por Amnistía se les debía entre mil 370 y dos mil 470 dólares estadunidenses.
En noviembre de 2017, representantes de AI hablaron con el director general de Mercury MENA, quien reconoció largos retrasos en el pago de salarios, pero negó que la empresa explotara a sus trabajadores.
Dijo que Mercury MENA había sido víctima de unos socios empresariales sin escrúpulos que le habían ocasionado “problemas de flujo de caja” y varias disputas con contratistas y clientes relacionadas con pagos.
Comunicaciones documentadas entre Mercury MENA y sus trabajadores demuestran que el equipo directivo de la empresa conocía perfectamente los problemas con el pago de salarios, y que siguió haciendo promesas de pagar los sueldos que incumplió.
Amnistía Internacional volvió a dirigirse por correo electrónico al director general de Mercury MENA en diciembre de 2017 y enero de 2018 para solicitar información sobre la situación de la empresa y las medidas que se estaban tomando, y también por carta en julio de 2018 para comunicarle las principales conclusiones de nuestra investigación, pero no ha recibido respuesta.