Era casto, alega Kavanaugh; niega agresión sexual

jueves, 27 de septiembre de 2018 · 20:03
WASHINGTON (apro). – Al punto del llanto, el juez federal Brett Kavanaugh, nominado por el presidente Donald Trump para ser uno de los nueve magistrados de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, rechazó de manera categórica las acusaciones de ataque sexual que en su contra denuncian tres mujeres. Como evidencia, expuso en el Congreso la castidad que guardó hasta entrada su adultez. “Nunca he atacado sexualmente a nadie”, declaró Kavanaugh ante el Comité Judicial de la Cámara de Senadores del Congreso federal, una hora después de que -ante el mismo órgano legislativo- Christine Blasey Ford estableciera que, en un 100%, el elegido del presidente Trump la agredió hace 36 años. “Soy inocente de estas acusaciones”, enfatizó Kavanaugh ante los 21 senadores integrantes del Comité Judicial, acotando que las acusaciones han destruido su reputación y la de toda su familia. Kavanaugh, juez federal desde 2006, ha sido señalado por Blasey Ford, Deborah Ramirez y Julie Swetnick como su presunto atacante sexual hace más de tres décadas, durante sus años de adolescencia. En la sesión de preguntas y respuestas ante los legisladores, Kavanaugh fue sometido a un cuestionamiento detallado por parte de los 11 senadores republicanos por la especialista en casos de ataques sexuales, Rachell Mitchell, vicefiscal del condado de Maricopa, Arizona. “Haré todo lo que quiera el Comité (…) mi familia ha sido destruida”, respondió Kavanaugh a la senadora demócrata Dianne Feinstein, cuando lo interrogó sobre las razones del por qué el FBI no ha investigado las denuncias. El juez federal defendió vehementemente su caso y acusó a los medios de comunicación de difundir las calumnias de las que está siendo víctima. “Nunca he perdido la razón por beber alcohol, me he quedado dormido”, contestó Kavanaugh al cuestionamiento de Mitchell sobre su hábito de consumir bebidas. Blasey Ford testificó que, cuando fue atacada sexualmente, el postulado por Trump estaba ebrio al igual que su amigo Mark Judge, quien presuntamente lo ayudó a meterla a una habitación en la casa donde ocurrió el incidente. También detalló que Kavanaugh intentó desnudarla cuando se colocó encima de ella en una cama. El juez federal negó uno a uno los argumentos que en su contra se expusieron ante el comité. En uno de los momentos más álgidos de la audiencia, el senador demócrata Richard Durbin, de Illinois, pidió a Kavanaugh que se dirigiera al asesor legal del presidente Trump y le dijera que estaba dispuesto a someterse a una investigación del FBI y que se suspendiera la audiencia para dar espacio al procedimiento de las pesquisas. El nominado a la Suprema Corte se abstuvo de hacerlo. En ese momento, el senador Chuck Grassley, presidente del comité, intervino diciendo que la audiencia seguiría. Pese a ello, Durbin insistió en preguntarle a Kavanaugh si estaba dispuesto a que el FBI investigara el caso. “Soy inocente, estoy diciendo la verdad (…) el FBI no llega a conclusiones, hace lo que están haciendo ustedes, preguntas, y luego elabora reportes”, respondió Kavanaugh. La sesión en el Capitolio se convirtió en una batalla campal en materia política, con los republicanos defendiendo a Kavanaugh y los demócratas intentando demostrar que el juez miente sobre su inocencia. En términos generales el caso se transformó en un asunto de credibilidad entre Kavanaugh y Blasey Ford, para determinar quién dijo la verdad ante el Congreso y bajo juramento. Mentir en esas circunstancias implica el delito de perjurio, cargo judicial que implica una sentencia de varios años en la cárcel. “Yo sé lo que ocurrió esa noche, no necesito preguntárselo a nadie”, enfatizó Kavanaugh cuando le sugirieron que si sus amigos, en especial Judge, deben ser sometidos a cuestionamiento por el comité para intentar, con su testimonio, corroborar o desmentir lo declarado por la doctora Blasey Ford. La larga sesión -que duró ocho horas- concluyó con la insistencia de Kavanaugh de que son falsas las acusaciones que hacen las tres mujeres en su contra. Los 11 republicanos del Comité senatorial decidirán este viernes si someten a votación la nominación de Kavanaugh, con la premisa de que, por simple voto partidista, superarían a los demócratas por un sufragio. Si se aprueba por 11 votos contra 10 la nominación de Kavanaugh en el Comité Judicial, la postulación del juez federal deberá ser considerada por el pleno de la Cámara de Senadores, donde posiblemente se imponga de nuevo la mayoría republicana. A menos que el presidente Trump decida retirar a su elegido. Sin embargo, a menos de tres minutos de concluida la maratónica audiencia, Trump envió un tuit con el que dio a entender que le cree a su nominado más que a Blasey Ford. “El juez Kavanaugh demostró a los Estados Unidos exactamente porque lo nominé, su testimonio fue poderoso, honesto y corroborado. La estrategia de los demócratas de buscar y destruir es una desgracia para este proceso y ha sido una total vergüenza y un esfuerzo para retrasar, obstruir y resistir. ¡El Senado debe votar!”, escribió Trump en Twitter.

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