Comunidad LGBTTTI exige justicia a dos años del asesinato de Paola

miércoles, 3 de octubre de 2018 · 14:13
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con una bandera de colores en la mano y flores llegaron a la iglesia las amigas de Paola; arregladas, con vestidos cortos y zapatillas, se colocaron en la parte delantera del templo y atentamente escucharon las palabras del padre, mientras la foto de Paola posaba sobre un banquito. Convocaron a esta misa, en la colonia Guerrero de la ciudad de México, el domingo 30 de septiembre, para honrar la memoria de su amiga a exactamente dos años de que fuera asesinada, y también para recordar que su caso sigue impune. Paola, mujer trans que se dedicaba al trabajo sexual, murió en el Puente de Alvarado, en la Ciudad de México. Se encontraba dentro del automóvil del hombre que se acercó para contratar sus servicios y que minutos más tarde le disparó. Su muerte quedó registrada en un video que grabaron sus compañeras. Paola se ve postrada en el asiento, mientras el hombre grita “yo no fui”, a su costado. Para exigir justicia, sus compañeras y amigas llevaron su cuerpo dentro del ataúd a la avenida Insurgentes; protestaban en contra de la liberación de su presunto agresor y del hartazgo que tenían como comunidad LGBTTTI, por la violencia en su contra. Dos años después, y a pesar de haber sido tan mediático, este transfeminicidio sigue sin ser castigado Kenya Cuevas fue quien convocó a esta misa, pues a raíz de la muerte de su amiga ha iniciado una lucha en defensa de la comunidad transexual y por la búsqueda de justicia del caso. Kenya trabajaba con Paola y estuvo presente cuando la mataron. Ella recuerda que estaban paradas en Puente de Alvarado, cuando un coche se les acercó. Kenya rechazó al cliente y adelante se encontraba Paola, quien sí se subió. Minutos más tarde escucharon unas detonaciones, Kenya corrió hacia el automóvil donde se encontraba Paola, aún respirando. El sujeto levantó el arma y quiso hacer lo mismo con Kenya. Sin embargo, el arma se encasquilló. Tras terminar la misa Kenya comentó que luego de dos años “la carpeta de investigación en la Fiscalía de Homicidios se quedó parada porque la PGR no ha ejecutado la orden de aprehensión en contra del sujeto, a pesar de que se tienen todos los elementos para vincularlo y dos testigos”. Aseguró también que seguirán en lucha y no se detendrán. Según datos del Observatorio de Personas Trans Asesinadas, México se encuentra en segundo lugar como el país más violento contra la comunidad LGBTTI. La organización Letra S, en su informe “Violencia, Impunidad y Prejuicios”, reportó que de enero de 2013 a diciembre de 2017 al menos 381 personas LGBT fueron asesinadas en México por motivos presuntamente relacionados con la orientación sexual o identidad y que las mujeres trans son las más expuestas, ya que de 381, 209 son personas trans. Belinda, quien también era amiga de Paola, es otra de las testigos de lo sucedido esa noche del 30 de septiembre. En comparación con Kenya decidió ocultarse tras su muerte, pues dice que ante las amenazas que les empezaron a llegar sintió mucho miedo y decidió irse de la ciudad. Sin embargo, decidió regresar al darse cuenta de que la violencia hacía la comunidad no tiene límites y que no puede vivir con miedo. “Siempre la recuerdo por su acompañamiento, nosotras vivíamos juntas. (Paola) diario se metía de trabajar a las siete de la mañana, yo antes; entonces, cuando llegaba a casa me tocaba a mi cuarto con café y tamales, y me decía: “¡Hermana, ya llegué!”” “Yo no creía que había homicidios a personas trans o lésbico gay, decía: ‘eso jamás va a pasar’ y cuando vi que en mi cara mataron a Paola fue un día muy feo”, comentó Belinda. La comunidad LGBTTTI se ha manifestado para exigir la tipificación del transfeminicidio. De acuerdo con Letra S, las líneas de investigación que han seguido las fiscalías en estos casos muchas veces no consideran necesario incluir la orientación sexual e identidad de género de las víctimas. La misma organización indica que “los antecedentes de violencia, como las agresiones, el acoso u hostigamiento y la discriminación, sufridas por las víctimas antes de ser asesinadas son elementos importantes a la hora de fijar posibles líneas de investigación, establecer probables motivaciones de los criminales y situar a este tipo de crímenes dentro de un contexto específico que ayude a esclarecerlos”. El caso de Paola es un ejemplo de la situación que enfrenta la comunidad trans en México, desde la discriminación que por su preferencia de género día a día viven hasta el asesinato. Letra S agrega que los hechos de violencia contra esta comunidad no deben considerarse como aislados, sino que están aunados a estereotipos negativos hacia las personas LGBT y, en general a quienes transgredan las normas de género. “Las perciben como personas anormales y trastornadas”, sostiene la organización.

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