CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió su recomendación 35/2018 a los titulares de la secretaría de la Defensa nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda y de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, por un caso de detención arbitraria y tortura contra una persona por parte de efectivos militares. En dicha recomendación, el organismo nacional pidió repara el daño al agraviado, inscribirlo en el Registro Nacional de Víctimas y proporcionarle atención médica y psicológica conforme a la Ley General de Víctimas. También les pidió colaborar en la presentación y seguimiento de las denuncias de hechos y quejas que se formulen ante la Procuraduría General de la República (PGR) y las instancias competentes de ambas dependencias contra el personal involucrado en los hechos. En un comunicado, la CNDH refirió que conoció del caso cuando un Juzgado de Distrito le formuló una vista, en la que señaló que un procesado dijo haber sido torturado por los agentes que lo detuvieron, por lo que inició el expediente de queja. De acuerdo con la víctima, viajaba en autobús de Monterrey hacia Nuevo Laredo acompañado por su novia cuando fue detenido en un retén operado por elementos de la Sedena. De ahí lo trasladaron a un cuartel, donde fue golpeado, le aplicaron descargas eléctricas y trataron de asfixiarlo cubriéndole el rostro con una bolsa de plástico. Luego fue llevado al aeropuerto de Reynosa, Tamaulipas, y lo pusieron a disposición del Ministerio Público Federal en la Ciudad de México, donde se le inició una averiguación previa por delitos contra la salud y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Durante su investigación, la CNDH advirtió que la detención fue resultado de la operación coordinada entre la Sedena y la Policía Federal y también logró acreditar que los elementos que aprehendieron a la víctima “transgredieron los derechos humanos a la libertad, integridad y seguridad personal, así como a la seguridad jurídica” por su detención arbitraria. También por someterlo a actos de tortura en su contra pues en los dictámenes elaborados por la PGR y en la opinión especializada basada en el Protocolo de Estambul realizada por la CNDH, se concluyó que al agraviado le ocasionaron múltiples hematomas en la cabeza, en el pecho, en ambos brazos y en la espalda, “que corresponden y concuerdan con los actos de tortura que dijo haber sufrido”. Por ello, el organismo recomendó a la Sedena y la CNS que, de manera coordinada, reparen el daño al agraviado, lo inscriban en el Registro Nacional de Víctimas y le proporcione atención médica y psicológica conforme a la Ley General de Víctimas; que colaboren en la presentación y seguimiento de las denuncias de hechos y quejas que se formulen ante la PGR y las instancias competentes de ambas dependencias contra el personal involucrado en los hechos. Asimismo, deberán les pidió que se imparta capacitación en materia de derechos humanos al personal de la Sedena y de la Policía Federal, dirigida a la prevención y erradicación de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. También aplicar efectivamente el “Manual del Uso de la Fuerza, de aplicación común a las tres Fuerzas Armadas” y el “Protocolo de Actuación de la Policía Federal sobre el Uso de la Fuerza”, para que en todos sus operativos se empleen cámaras fotográficas, de videograbación y grabación de audio.