Gente tiene derecho a quedarse en su país, pero los gobiernos no acaban con la injusticia: Alberto Caleris

domingo, 21 de octubre de 2018 · 17:28
GUANAJUATO, Gto., (proceso.com.mx).- Para el músico ecuatoriano y colaborador de Unicef Alberto Caleris, “cada persona tiene derecho a quedarse en su país, estar en su país, sin necesidad de tener que salir a construir un mundo distinto a su propia vida… sin injusticia”. El éxodo de personas de Centro y Sudamérica hacia el Norte del continente fue un tema ineludible en la entrevista con el músico al concluir su presentación en la Plaza de Mexiamora, en el centro de la ciudad, invitado por el Festival Internacional Cervantino por segunda ocasión; la primera en 1996. “La gente tiene su cultura, el derecho a quedarse (en su país) pero los gobiernos intransigentes no lo aceptan, no terminan con la injusticia”, dice el cantante urbano. “El éxodo es terrible… lo vivimos día a día en Ecuador”. Como colaborador del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en proyectos comunicacionales en sectores populares, Caleris ha recorrido y conocido a profundidad las regiones de su país, y entiende que uno de los graves errores que se han ido sumando a muchos otros factores de desigualdad e injusticia en estos países es el abandono de la educación. “Ya sabes, en la frontera norte de Esmeraldas mataron a los tres periodistas –ejemplifica-; todo esto creemos que es producto de un abandono total de la zona; se hicieron proyectos de educación en toda la frontera norte, pero se abandonaron y desatendieron…Colombia viene de un proceso muy violento, se conjuntaron las cosas y se dio el secuestro y la muerte de estos periodistas que no tenían nada qué ver”. En 1996, Caleris, cantautor urbano del Ecuador, vino con un concepto pop, muy distinto a éste que presentó la noche del sábado 20 en la plaza, desbordante de ritmos africanos. “En el 96 vine con un grupo de instrumentos muy modernos; en los últimos años me metí mucho más en esta fusión de lo urbano y lo afro, surgió esto de la Fiesta en el mar”, explicó así el concepto del espectáculo. Esta fiesta tradicional y sincrética tiene lugar precisamente en Esmeraldas, ciudad cabecera de la Provincia de Esmeraldas ubicada en la desembocadura del río del mismo nombre, en el norte de Ecuador. Ahí Caleris conoció el andarele, un ritmo muy propio de Esmeraldas, marcado por el bombo, hay marimbas, y las mujeres hacen la recreación de danza de esa fiesta. “No es una coreografía pensada como un montaje escénico, sino desde el compartir con la gente”, dice sobre las dos bailarinas que fueron parte de la presentación, vestidas con largas faldas y turbantes en la cabeza, a la usanza de la zona. Así, “Fiesta en el mar” es la representación del peregrinaje de esa fiesta pagano-religiosa, en la que la gente sube a las lanchas y entra al río para hacer ofrendas a San Martín de Porres, el santo negro, y a la Virgen de las Mercedes, en el mes de noviembre. Las mujeres visten de blanco cuando ofrendan a la Virgen de las Mercedes, y de colores cuando lo hacen para los dioses negros. Con este concepto, con el que invita a bailar a los espectadores y todo termina en fiesta, Alberto Caleris se presentó también en Celaya dentro de la programación del Cervantino, y viajará a Mérida, Campeche y otras ciudades en los próximos días. “Me gusta contar (con la música) historias de leyendas; me parece que hay muchas muy hermosas en América. Y todo a la música que hago tiene que ver con lo didáctico, con lo educativo. Desinhibir a la gente, lograr que participe, ya es un paso importante”.

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