La paz pasa por la regulación responsable de las drogas

sábado, 27 de octubre de 2018 · 19:57
Si insistimos en combatir al crimen organizado con métodos violentos, estamos condenados al fracaso; para pacificar al país hay que utilizar la inteligencia financiera –se debe recordar el caso de Al Capone– y estudiar la eventual legalización de la amapola con fines médicos y el consumo recreativo de la mariguana, para que el Estado controle responsable y rigurosamente ese mercado. Tal es la tesis que expone en entrevista Juan Ramón de la Fuente, próximo representante mexicano ante la ONU y quien en marzo participará en la asamblea de ese organismo sobre las drogas. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Parte importante del proceso de pacificación en México pasa por la regulación de las drogas y por investigar a los favorecidos del negocio del narcotráfico: el sistema financiero internacional, sostiene Juan Ramón de la Fuente, próximo representante del país ante la ONU. “No se puede ganar con las armas sino con inteligencia”, señala el exsecretario de Salud quien afirma que los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se equivocaron al mantener la estrategia militar y policiaca para combatir al crimen organizado. “¡Hay que parar esta guerra y hay que pararla ya, porque la vamos perdiendo! Necesitamos estrategias alternativas, avanzar en la regulación responsable de la mariguana y analizar con cuidado la legalización del cultivo de la amapola con fines médicos”, sostiene. Entrevistado en momentos en los que se discuten en México los beneficios de legalizar el consumo de la mariguana y el cultivo de la amapola con fines médicos, como ya se plantea en varios proyectos de iniciativa de ley (Proceso 2056), el psiquiatra advierte que en el último caso habría que ir con cuidado, porque los riesgos para la salud son mayores. Hace una observación: si es cierta la información del gobierno de Estados Unidos de que en México hay 44 mil hectáreas cultivadas de amapola, para satisfacer el mercado nacional de producción de heroína y otros medicamentos derivados de la goma de opio y para responder a la demanda internacional sólo se necesita 10% de ese cultivo; ¿qué se haría con el 90% restante? “Hay que irnos despacio”, pide el exrector de la UNAM a los legisladores que tendrán en sus manos las iniciativas de ley que promueven la legalización de los cultivos de amapola con fines médicos. De la Fuente ha escrito sobre el tema de las drogas diversos artículos y será el encargado de fijar la posición del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Asamblea General de la ONU sobre las Drogas, a realizarse el próximo marzo en Viena. Tiene claro que el problema del consumo de drogas no se va a terminar, pero señala que internacionalmente se han abierto alternativas opuestas a la ley prohibicionista, a la que acusa de “irracional”. Una de ellas es establecer una regulación responsable y progresiva del uso de estupefacientes y esa será la opción que propondrá México. “Debemos aprovechar la oportunidad de que en este gobierno hay apertura para buscar alternativas a fin de combatir el problema de las drogas. Creemos que es necesaria la regulación para quitarle el negocio a los grupos criminales, por lo menos en la mariguana, para que sea el gobierno el que regule su venta”, precisa y aclara que por ninguna circunstancia se le vendería a menores de edad. Insiste: “La paz en México pasa por la regulación responsable de las drogas, no con la prohibición y la fuerza de las armas, que han traído más violencia y corrupción. Ese fue el enorme error de los dos gobiernos anteriores y el fracaso es evidente con más de 200 mil muertos y 40 mil desaparecidos”. No obstante acota: “La regulación de las drogas no significa que con ello se va a erradicar por completo el mercado ilegal. Tampoco se van a resolver todos los problemas que genera el crimen organizado. Lo que sí se puede esperar es que una transición hacia la regulación reduzca progresivamente la escala de los mercados ilegales y el daño que causan”. Explica que frente a una creciente demanda mundial en el consumo de drogas, la política prohibicionista que hasta ahora se ha seguido ha fracasado porque sólo estimula el consumo y la criminalidad, y se ha incrementado el mercado ilegal porque tiene la oportunidad de hacer dinero más rápido y en abundancia. “Además, al lado del crimen organizado involucrado en el tráfico de drogas, prosperan el contrabando, el secuestro, la extorsión, el robo, el tráfico de armas y de personas, la victimización de los migrantes y la explotación del trabajo sexual, sin mencionar algunas de las actividades criminales cuya asociación al tráfico ilícito de drogas está cabalmente documentada”, advierte el expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Academia Nacional de Medicina. (Fragmento de la entrevista publicada en Proceso 2191, ya en circulación)

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