Opositores al NAIM exigen la cancelación legal e inmediata de la obra y el regreso de terrenos

martes, 30 de octubre de 2018 · 19:22
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Opositores a la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en Texcoco, exigieron la “cancelación legal e inmediata de las obras relacionadas con el proyecto del nuevo aeropuerto, dentro y fuera del polígono”, así como la recuperación de la zona lacustre y la reintegración de los terrenos “despojados” a comunidades y ejidatarios. En conferencia de prensa, representantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y la Plataforma Organizativa contra el Nuevo Aeropuerto y la Aerotrópolis, fijaron su posición ante el resultado de la consulta ciudadana convocada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en la que se rechazó la construcción del NAIM y se optó por la habilitación de la Base Aérea de Santa Lucía. Los denunciantes puntualizaron que su rechazo al megaproyecto de Texcoco, “no es un aval al proyecto de Santa Lucía”, y que la decisión final debe quedar en manos de los pobladores de las comunidades que serían afectadas por la habilitación de la Base Aérea. Portando machetes y paliacates rojos en sus cuellos, los integrantes del FPDT y de la plataforma urgieron al Poder Judicial de la Federación, al Tribunal Agrario y al Registro Nacional Agrario a resolver los procesos legales que han sostenido los ejidatarios contra el NAIM y las asambleas “amañadas” por las que se procedió a despojar a comunidades y a ejidatarios de terrenos para el megaproyecto. Trinidad Ramírez, del FPDT, responsabilizó al presidente Enrique Peña Nieto; al gobernador Alfredo del Mazo; al secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y al subsecretario Manuel Cadena, de cualquier represalia contra los opositores al NAIM. De igual manera convocó a organizaciones civiles, comunidades y pueblos originarios al encuentro “Desde el lago: en defensa del agua, la tierra y la libertad”, para plantear estrategias sociales contra “la minería extractiva, el fracking, los megaproyectos, las eólicas, la defensa del agua, la tierra, el medio ambiente, la lucha en contra de la mal llamada reforma educativa y la presentación con vida de los desaparecidos”, entre otras demandas sociales. “La lucha contra el aeropuerto en Texcoco no ha terminado aún, y la lucha por el rescate del lago apenas empieza”, dijo Ramírez tras advertir que continuarán en su exigencia “hasta que saquen todas sus máquinas y toda su basura, hasta que caiga su barda perimetral y recuperemos la hermosa vista de nuestro campo”. Una vez anunciada la cancelación del NAIM, los opositores demandaron la restauración ambiental del lago de Texcoco a través de un programa de rescate hidrológico en el que participen los habitantes de la zona. Asimismo, exigieron el diseño de un plan alternativo de desarrollo, elaborado por los afectados; la restitución de las tierras ejidales y de uso común “que fueron despojadas mediante prácticas fraudulentas y que actualmente se encuentran en litigios”, y la reconstrucción del tejido social. Juan Pablo Murillo, de Tepetlaoxtoc, destacó que hay la disposición de los integrantes de la plataforma para compartir información con los habitantes de las zonas aledañas a Santa Lucía, convencidos de que “los pueblos tendrán que ser consultados antes de llevar a cabo cualquier obra”. Murillo agregó que los opositores al NAIM estuvieron en contra “del megaproyecto convencidos de que el problema del sistema aeroportuario metropolitano se puede y debe resolverse sin que implique despojo de los pueblos y daños al medio ambiente”. Obdulio Ruiz, Ignacio del Valle y Juan José Reyes, de Tecuila, Atenco y Texcoco, respectivamente, hicieron un largo recuento de daños ambientales y de despojos de tierras ejidales, situaciones que exigen san resarcidas. En Tecuila, dijo, Ruiz, hay un registro de 400 hectáreas apropiadas por los inversionistas “para zona hotelera”; en Atenco hay en litigio unas mil hectáreas, en tanto que los cerros que colindan con el megaproyecto han ido desapareciendo por la extracción de material pétreo para rellenar el lago, entre ellos el cerro del Tezoyo se convirtió en un cráter de una profundidad de 60 metros con una extensión de más de 400 metros cuadrados, y a ello se suma la desaparición de especies endémicas. Los opositores urgieron la creación de un proyecto de rescate de la zona afectada que no sólo implica las 5 mil hectáreas del lago de Texcoco, ocupadas por la construcción del megaproyecto, en el que participen activamente los pobladores.

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