Caravana migrante se fragmenta en territorio veracruzano
ISLA, Ver. (proceso.com.mx).- En la región piñera y en la Cuenca del Papaloapan, la Caravana de Migrantes Centroamericanos se fragmentó en tres partes, los casi cinco mil hondureños y connacionales centroamericanos que viajan en dicha caravana tuvieron que sortear por la autopista, carretera federal o por pueblos selváticos su destino hacia la ciudad de Córdoba a donde esperan arribar mañana, para el próximo lunes juntarse de forma masiva en Puebla, y de ahí a la Ciudad de México.
Bajo un intenso sol que rebasaba los 30 grados centígrados, el éxodo hondureño buscó diversas vías para trasladarse. Quienes viajaban con liquidez económica, pagaban a traileros, tractocamiones y camionetas de redilas una cuota de cien pesos para poder obtener “un viaje directo” a Cosamaloapan u Orizaba.
El grueso de la caravana -mil 800 hondureños, aproximadamente- caminó de la carretera federal 185 hasta la desviación a Isla, para de ahí pedir “aventón” o viajar de forma masiva en las plataformas de vehículos pesados.
En los paraderos de la Cruz del Milagro y de San Juan Evangelista, en el sur de Veracruz, una treintena de migrantes corrió y batalló por subirse gratis a una plataforma de tráiler. Lugareños de la Cruz del Milagro les dotaron de agua de sabor en bolsas de plástico, tortas y tamales para mitigar el hambre y la sed en el camino.
Los autobuses de la ruta Acayucan-Isla fueron testigos de cómo unas monjas sacaron de sus hábitos un monedero para “costear” el viaje de migrantes de Rodríguez Clara a Isla, pues los choferes de dicha ruta se negaron a dispensar el pasaje a los centroamericanos.
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La caravana migrante se fragmenta en Veracruz. Foto: Eduardo Miranda[/caption]
En el entronque de Isla y Rodríguez Clara, en las afueras de la comandancia de la Policía Federal, voceros de la organización “Pueblos Sin Fronteras” y de la “Caravana de Migrantes Centroamericanos” advirtieron a los hondureños de que era vital en este “tramo” de la travesía, “permanecer unidos”, pues les recordaron que “Veracruz” es mundialmente conocido por ser tierra de narcotráfico, delincuencia organizada y fosas clandestinas, razón por la que había que estar muy alertas.
Al caer el atardecer, una cuadrilla de media docena de patrullas de la Policía Federal comenzó el resguardo del albergue de la caravana.
En el Salón Social de Isla, cerca de dos mil migrantes pernoctarán ahí, integrantes de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús prepararon kilogramos de arroz, frijoles, pan y pollo. Otros lugareños, llevaron ropa, calzado y cobijas en buen estado.
[video width="848" height="480" mp4="https://cdn.proceso.com.mx/media/2018/11/WhatsApp-Video-2018-11-03-at-4.51.37-PM.mp4"][/video]
Campesinos piñeros, llevaron kilos del fresco cítrico para apaciguar la sed de los migrantes. Por la fuerte humedad de esta región, un centenar de migrantes mejor “tendió” su campamento en las afueras del salón social.
Voceros de la Caravana de Migrantes advirtieron que una parte importante de migrantes hondureños que participan en el éxodo lograron avanzar hasta el municipio de Loma Bonita, ahí por su cuenta, tratarán de llegar la tarde de este domingo a Córdoba.
Los migrantes que en grupos pequeños buscaron las casetas de peaje para pedir “aventón” ya lograron arribar a municipios montañosos como Córdoba, Orizaba y Amatlán de los Reyes, en éste último caso, el Albergue de las Patronas ya se alistó para su recepción.
En calles de Rodríguez Clara, Isla y Loma Bonita, niños migrantes pedían “monedas” y “pesos” para “los pasajes”.
Otros niños hondureños, prefirieron una actividad lúdica en un ring de lucha libre montado en el salón social.
La región selvática de los Tuxtlas, la Cuenca del Papaloapan y el sur de Veracruz, regiones azotadas por una alta tasa de marginación y desempleo, fue solidaria con los migrantes hondureños pues no negaron el abasto de agua, alimento, espacio para acampar e incluso hasta les donaban ropa.
Hasta el momento, la “contrapropuesta” del gobierno federal que esperaban los coordinadores de la caravana de migrantes centroamericanos no ha llegado.
La caravana migrante se fragmenta en Veracruz. Foto: Eduardo Miranda[/caption]
En el entronque de Isla y Rodríguez Clara, en las afueras de la comandancia de la Policía Federal, voceros de la organización “Pueblos Sin Fronteras” y de la “Caravana de Migrantes Centroamericanos” advirtieron a los hondureños de que era vital en este “tramo” de la travesía, “permanecer unidos”, pues les recordaron que “Veracruz” es mundialmente conocido por ser tierra de narcotráfico, delincuencia organizada y fosas clandestinas, razón por la que había que estar muy alertas.
Al caer el atardecer, una cuadrilla de media docena de patrullas de la Policía Federal comenzó el resguardo del albergue de la caravana.
En el Salón Social de Isla, cerca de dos mil migrantes pernoctarán ahí, integrantes de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús prepararon kilogramos de arroz, frijoles, pan y pollo. Otros lugareños, llevaron ropa, calzado y cobijas en buen estado.
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Campesinos piñeros, llevaron kilos del fresco cítrico para apaciguar la sed de los migrantes. Por la fuerte humedad de esta región, un centenar de migrantes mejor “tendió” su campamento en las afueras del salón social.
Voceros de la Caravana de Migrantes advirtieron que una parte importante de migrantes hondureños que participan en el éxodo lograron avanzar hasta el municipio de Loma Bonita, ahí por su cuenta, tratarán de llegar la tarde de este domingo a Córdoba.
Los migrantes que en grupos pequeños buscaron las casetas de peaje para pedir “aventón” ya lograron arribar a municipios montañosos como Córdoba, Orizaba y Amatlán de los Reyes, en éste último caso, el Albergue de las Patronas ya se alistó para su recepción.
En calles de Rodríguez Clara, Isla y Loma Bonita, niños migrantes pedían “monedas” y “pesos” para “los pasajes”.
Otros niños hondureños, prefirieron una actividad lúdica en un ring de lucha libre montado en el salón social.
La región selvática de los Tuxtlas, la Cuenca del Papaloapan y el sur de Veracruz, regiones azotadas por una alta tasa de marginación y desempleo, fue solidaria con los migrantes hondureños pues no negaron el abasto de agua, alimento, espacio para acampar e incluso hasta les donaban ropa.
Hasta el momento, la “contrapropuesta” del gobierno federal que esperaban los coordinadores de la caravana de migrantes centroamericanos no ha llegado.
