Mujeres en el Festival Iberoamericano de Cádiz

martes, 6 de noviembre de 2018 · 10:54
CÁDIZ, España.- El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz llega a su XXXIII edición, que reflejó la diversidad escénica tanto en formatos, géneros, estilos y contenidos de países como el anfitrión España, Argentina, Cuba, Chile, Ecuador, México y República Dominicana. Más de 22 grupos con espectáculos de las artes escénicas se presentaron del 19 al 27 de octubre. El Festival abrió en el Teatro Falla con el espectáculo Amazonas de Juana Casado y la Compañía de Mujeres Andanzas-TNT, en donde el flamenco y las percusiones dominaron el escenario. A través del mito de las amazonas expusieron cómo, en un acto de rebeldía, las mujeres expulsan a los hombres para defender su libertad. El espectáculo dancístico que más resaltó y creó un impacto significativo entre los espectadores fue La Wagner, de Argentina, donde cuatro mujeres bailan desnudas y accionan poniendo en evidencia patrones de conducta, prejuicios y pudores. Transitan de la repetición del movimiento a la violación y las agresiones. Sacuden al espectador con una danza despojada de erotismo donde la masturbación, la exposición explícita de los genitales y las posturas que se han catalogado como “masculinas”, son ejecutadas por estas mujeres valientes que resignifican el movimiento. Otro espectáculo de danza contemporánea fue el de La maldición del Malboro con la Compañía española Excéntrica Producciones que, como contraparte de La Wagner, cuestionó los roles masculinos, las funciones asignadas y los estereotipos sociales establecidos. La Compañía Nacional de Danza de República Dominicana, dirigida por la coreógrafa Marianela Boán, presentó Defilló, una pieza colorida y bella, con toques de una estética naif. La española Marta Carrasco crea y dirige su espectáculo Perra de nadie en el que, ella, como mujer, afirma su locura y su ser de nadie. La actriz y directora ahonda en la identidad, la soledad y la reivindicación del yo, liberándose de cualquier dependencia y atadura. Perra de nadie emerge poderosa con imágenes provocadoras invitándonos a habitar esta realidad de figuras y texturas impregnadas en un cuerpo que sólo puede ser de ella misma. En la plaza del Falla, María Cavagnero, de Argentina-España, creó juegos de danza y acrobacia con un aro y distintos elementos más para reflejar este Equilibrium buscado en los caminos de conocimiento. Maracaibo Teatro con Fémina. Las mujeres mueven al mundo, de Cristia Maciá, mostró situaciones de sexismo,  violencia y complicidad.  En la plaza de la Catedral, Scandall Teatro presentó el performance Flowerless, donde la actriz Paulina Escamilla utiliza la técnica del clown para poner en evidencia las cadenas generadas por las exigencias de la moda, y en el que la ropa era el elemento que definía el comportamiento del personaje y limitaba su expresión. Pudimos reírnos de ese afán de querer moldear el cuerpo femenino según los patrones comerciales, y los aprietos por los que se pasan. Es de hacer notar que la perspectiva de género fue un aspecto importante en este festival, en el que mujeres directoras y coreógrafas expusieron, en colectivo, sus puntos de vista, y en el 22 Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas, llevado a cabo los tres primeros días, se intercambiaron experiencias y se visualizaron nuevas perspectivas de análisis.   Este texto se publicó el 4 de noviembre de 2018 en la edición 2192 de la revista Proceso.

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