CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El jefe de gobierno, José Ramón Amieva, aclaró que las autoridades locales sólo brindan atención humanitaria al éxodo centroamericano a su paso por la capital, pero que “el problema sigue siendo de naturaleza nacional”, por lo que pedirá al Instituto Nacional de Migración generar alternativas de solución. “Nosotros, la atención que prestamos es humanitaria. El problema sigue siendo de naturaleza nacional y vamos a comentar al Instituto Nacional de Migración para que, salvaguardando los derechos de las personas migrantes, el gobierno federal pueda actuar para tener conocimiento y poder generar alternativas de solución a este éxodo migrante”, dijo la mañana de este martes durante un recorrido que realizó por el albergue en el estadio Jesús Martínez Palillo. De acuerdo con el funcionario, hasta ese momento había unos cuatro mil 500 migrantes y esperaban mil más en el transcurso del día, lo que completaría la capacidad máxima del lugar. Agregó que las autoridades locales tienen los recursos para atender a esas personas al menos durante los próximos 15 días. “Vienen otros atrás (pero) hablemos primero de éste, que pase, cómo está la situación con éste. En este éxodo, la capacidad que tenemos aquí y con las mejoras que se tienen que hacer, está totalmente controlado”, afirmó. Según Amieva Gálvez, por un sondeo que realizó “a varias personas, la mayor parte de ellas refiere que su intención es llegar a la frontera norte y cruzar (a Estados Unidos) y que la intención que tienen en la ciudad es tomar fuerzas y continuar como grupo”. El funcionario reconoció la necesidad de “redoblar esfuerzos” para mejorar las condiciones de estancia de los migrantes en el albergue. Mencionó que incrementarán el número de baños y generarán la separación en los espacios para ducharse, ya que hasta ayer los sanitarios portátiles eran insuficientes y la gente se bañaba a la vista de todo aquel que entraba y salía del estadio. Y aunque al puente humanitario se han sumado las 16 alcaldías e instancias de la sociedad civil organizada, llamó a los capitalinos a acudir a los centros de acopio de las alcaldías, del Zócalo y de la misma ciudad deportiva a donar, sobre todo, ropa, en especial chamarras, y zapatos de adulto y niño, así como artículos de higiene personal, juguetes y pañales. [caption id="attachment_558494" align="alignnone" width="702"] El albergue para la caravana migrante en la CDMX. Foto: Sara Pantoja[/caption] Sobre la alimentación, anunció que probablemente se trasladen más comedores móviles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Y es que, el que está en el albergue solo tiene capacidad para mil 700 personas por horario de desayuno, comida y cena. Respecto a la seguridad, luego de que ayer por la noche en el albergue se suscitó un conato de bronca entre algunos migrantes, el secretario de Seguridad Pública, Raymundo Collins, informó que habrá personal femenino no armado, dentro del albergue, además de un cerco perimetral con 600 elementos -de policía Preventiva y de Tránsito- en las zonas aledañas del deportivo. La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos local (CDHDF), Nashieli Ramírez, afirmó que, hasta ahora, el consulado de El Salvador ya instaló un módulo de atención a sus connacionales en el albergue. Al albergue también acudió la jefa de gobierno electa, Claudia Sheinbaum, “para solidarizarnos y apoyar en la coordinación de la ayuda humanitaria. Porque lo dice la Constitución y por convicción la Ciudad de México debe seguir siendo una ciudad hospitalaria”, según escribió en su cuenta de Twitter. En entrevista, explicó que la incorporación del equipo de transición -comandado por la futura secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez- es apoyar al gobierno actual con la coordinación y la vinculación con asociaciones civiles para dar una atención integral” a los migrantes. Brindan más servicios Durante un recorrido por el albergue en su tercer día de operación, apro observó la instalación de otra carpa gigante al fondo del estadio para dar techo a los cientos de migrantes, con prioridad para mujeres y niños, mientras que cientos de hombres duermen en las gradas. Algunos que viajan en familia instalaron casas de campaña al lado de las carpas, mientras que otros improvisaron cuartos con tablones de madera que pusieron sobre zonas de pasto donde no hay lodo. También se observó la colocación de más puestos de atención médica y la presencia de diversas dependencias del gobierno capitalino con sus servicios. Otros organismos, como el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, llevaron actividades recreativas como juegos de mesa y destreza física, asistencia psicológica y hasta la Línea Ciudadana gratis para llamar a sus familias a sus países de origen y hasta instalaciones para la recarga de baterías de teléfonos celulares. El DIF y organizaciones internacionales como la Unicef y Save the Children organizaron juegos y actividades diversas para los niños que, datos extraoficiales, cifraban en más de 100. Una carpa que también se sumó fue la de Iglesias de México, en la que monjas y voluntarios ofrecieron arroz, frijoles, tortillas y agua. Varios jóvenes estilistas también prestaron sus servicios gratuitos para cortar el pelo a quienes lo desearan. El Consejo para Prevenir la Discriminación (Copred) llegó para ofrecer información sobre los derechos humanos de población vulnerable y, en particular, para evitar la discriminación. En tanto, dentro y fuera del albergue se observó a jóvenes migrantes que vendían cigarros sueltos entre las carpas. “Tres cigarritos por 5, de a 20 la cajita, fúmele banda, fúmele”, ofertaban. Personal de la CDHDF comenzó a levantar un censo entre los migrantes para tener estadísticas sobre la población. Les preguntaban su nombre, edad, nacionalidad y les ponían una pulsera roja como identificación.