CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Reforma Educativa privilegió el valor ético de brindar la mejor educación a los niños, por encima de arreglos políticos con los intereses creados de los grupos que por décadas colonizaron a la SEP, afirmó el secretario Otto Granados. Ése es el horizonte que ha orientado la transformación en estos años para tener mejores logros de aprendizaje, mejores maestros, mejores contenidos y mejores escuelas para todos, sostuvo. El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) afirmó lo anterior durante la entrega del Libro Blanco de la Reforma Educativa y del Informe de Rendición de Cuentas de la gestión 2012-2018 de la SEP a la titular de la Función Pública, Arely Gómez. Ambos documentos serán entregados la semana próxima a la siguiente administración, y estarán a disposición del público, se informó en un comunicado. Granados consideró que hacer una reforma sistémica y estructural para ofrecer una buena educación, equitativa e incluyente es un desafío institucional, político y presupuestal mayúsculo, pero, sobre todo, una reforma moral. El titular de la SEP detalló que, de acuerdo con documentos entregados, en los diversos procesos del Servicio Profesional Docente para ingreso, promoción y permanencia hasta ahora han participado más de un millón 520 mil docentes de educación básica y media superior, más los sustentantes de noviembre. Uno de cada cuatro aspirantes están ingresando a la escuela pública, añadió. Informó que 242 mil maestras y maestros han obtenido su plaza o promoción de manera transparente y exclusivamente por su esfuerzo, su mérito y su capacidad. Destacó que más de 133 mil docentes están percibiendo ahora distintos incentivos económicos al haber obtenido las calificaciones más altas en su desempeño. Expuso que la educación básica atiende ya a 25.4 millones de alumnos, alcanzando una cobertura de 95.4 por ciento entre la población de tres a 14 años de edad, aunque en primaria y secundaria el indicador es prácticamente universal. Afirmó que la eficiencia terminal en primaria se aproxima a 97 por ciento; en secundaria, al 86 por ciento; en educación media superior, al 67 por ciento, y en educación superior 71.5 por ciento.