Las estaciones del Metro, en la esfera integral de la cultura

sábado, 10 de noviembre de 2018 · 10:35
Una concepción cultural más humana, más cálida, solidaria y participativa ha sido desde hace años el punto de arranque para integrar al Metro de la Ciudad de México, más allá de su función como medio de transporte. En estaciones emblemáticas y proyectos de arte en muros, pasillos y plazas aledañas a las vías del tren, ha crecido este caleidoscopio de convivencia e identidad, según explica su impulsor el profesor Sandalio Sainz de la Maza, para combatir “la fábrica de enfermos que hemos creado”. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Resultado de una visión integral de la cultura, en los últimos cuatro años el Metro capitalino se ha visto engalanado con la creación de 11 estaciones denominadas “emblemáticas”, y algunos espacios in situ habilitados como museos, para ampliar los conocimientos y el disfrute de los cinco millones y medio de usuarios que transportan sus trenes al día. Asimismo, en paradas y plazas de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) se desarrollan concursos de pintura infantil, torneos de ajedrez, fomento a la lectura, clases de danzón y bailes aeróbicos, exhibiciones artísticas, conciertos y otros programas gratuitos. Ecología, arte, deporte, ciencia, historia y tecnología ilustran los motivos de las estaciones emblemáticas del Metro, idea del profesor Sandalio Sainz de la Maza Martínez, hombre reconocido por haber inventado el Maratón Internacional de la Ciudad de México en 1983, y quien como coordinador de actividades deportivas, sociales y recreativas del STC, expone: “La educación es fundamental. Estoy convencido de que un país sin educación está condenado al fracaso. Yo creo que hace falta lanzar un tsunami en la conciencia colectiva de los funcionarios públicos y los políticos para ganar esta lucha titánica en pos de un cambio radical, a fondo, en favor de la educación.” La filosofía detrás de las estaciones emblemáticas es fruto de la amplia experiencia pedagógica, política y en la administración pública de Sandalio Sainz, quien fue seleccionado en 1968 como juez de atletismo en la XIX Olimpiada de  México a los 20 años de edad, cuando midió el tercer lanzamiento de disco del estadunidense Al Oerter en el Estadio de Ciudad Universitaria (64 metros con 68 centímetros, conquistando su cuarta presea olímpica de oro). “La prioridad sería convocar a quienes queden al frente del nuevo gobierno en la Secretaría de Salud (Jorge Alcocer), de Cultura (Alejandra Frausto) y del Deporte (Ana Guevara) con el de Educación (Esteban Moctezuma Barragán) para ofrecer al país un proyecto integral que garantice, con otras instancias, la formación de ciudadanos en la excelencia educativa, la salud, el arte, la cultura y los deportes desde la temprana infancia”, manifiesta. Fiel al pensamiento motor de congeniar actividades físicas y recreativas con la estética del arte y el saber de las ciencias; el entretenimiento colectivo y la convivencia en sociedad, señala que “debemos acabar con la fábrica de enfermos en que se ha convertido nuestro país”. Sin vandalismo Su currículum da la impresión de que “el profesor Sandalio” (como le llaman sus colaboradores) siempre se ha encontrado en un lugar preciso. Dice el continuador en México del ideal helénico de paideia, cuya meta es la adecuada formación espiritual, técnica y bienestar corporal de los ciudadanos: “Estoy sorprendido de que la gente haya respondido muy bien a las estaciones emblemáticas, no se han dado casos de vandalismo. Hemos incorporado en la estación Universidad de la línea 3 –tercera con mayores pasajeros de la red entera, unos 600 mil diarios– pantallas multimedia que ofrecen servicios de biblioteca con 35 mil lecturas; se muestra un historial de pumas ilustres y los que han ganado el Nobel: el poeta Octavio Paz, Alfonso García Robles, de la Paz, y el químico José Mario Molina, los tres estudiaron en la UNAM. Lees máximas de José Vasconcelos, José Emilio Pacheco o Carlos Fuentes y te sorprende el magno mural La Universidad en el umbral del siglo XXI, del pintor Arturo García Bustos, recientemente fallecido, con 55 metros cuadrados en acrílico y óleo sobre yute.” Un fresco de la compañera de García Bustos, la muralista guatemalteca Rina Lazo, adorna desde 1970 la estación Bellas Artes de la línea 2: Reproducciones de Bonampak. La estación Mixcoac (trasbordo de líneas 12 y 7) contiene las siete salas del Museo del Metro que exhibe arte mexicano de la segunda mitad del siglo XX, con cuadros de Leonora Carrington, Raúl Anguiano, Francisco Toledo, Alfredo Zalce, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, Vlady, y Rufino Tamayo; planos originales y fotos de la construcción del subterráneo, hallazgos antropológicos del INAH e información sobre el diseño de la iconografía de las líneas 1, 2 y 3. Egresado de la Escuela Nacional de Educación Física, con estudios en Métodos y Técnicas de la Información por la institución periodística “Carlos Septién García”, Sainz refiere con humor jovial y ágil expresión verbal en su oficina del Deportivo del STC, ubicada en la colonia popular Ramos Millán: “Las estaciones emblemáticas y los proyectos de arte en muros, pasillos y plazas aledañas a las vías del tren han crecido; su objetivo principal es hacer del Metro de la Ciudad de México un caleidoscopio de convivencia más humano, más cálido, amable, solidario y participativo.” Nació el 23 de abril de 1948, en el seno de una familia ganadera de Texcoco, misma que producía la leche del rancho Santa Bárbara. De pequeño, Sandalio Sainz aprendió a criar vacas, montar a caballo, amar la naturaleza, viajar al extranjero con sus padres (Juan José, de origen vascuence, y doña Rosario Martínez) y leer a los clásicos de la literatura universal. En esto último influyó el periodista y poeta yucateco Humberto G. Tamayo, al que acompañaba al programa televisivo de Un solo hombre y anunciar el lácteo familiar como “una leche tan fresca que hace tres horas apenas era pasto”. Hacia mediados de febrero de 2018, cerca del parque donado en Coyoacán por El apóstol del árbol jalisciense Miguel Ángel de Quevedo, la estación Viveros/Derechos Humanos de la línea 3 echó a andar su emblemática “¡Que viva la Selva Lacandona!”, homenaje “a la reserva de flora y fauna chiapaneca que conforma uno de los pulmones más importantes con sensacional puente colgante de enseñanza ecológica para aprendizaje de niños y adultos”. La inversión ascendió a 3.5 millones de pesos, proporcionando por la Fundación Azteca del Grupo Salinas. Sobre un estante esquinado asoma un nicho de volúmenes con obras de Revueltas, Neruda, Arreola, Henestrosa, Einstein, Alexis Carrel, Sergio Nudelstejer y Amado Nervo, con sus favoritos Gorki, Tolstoi, Gogol y Dostoyevski, “pues aprendí algo de ruso en visitas a la antigua Unión Soviética mientras diseñé intercambios de albergues juveniles”. El 3 de agosto de 2015, se integró al SCT cuando el entonces director Jorge Gaviño Ambriz lo convocó. Muestra un libro biográfico de Armando Manzanero, dedicado: “Me lo acaba de regalar el año pasado cuando inauguró la estación emblemática de ‘Autores y Compositores de México’ en División del Norte, de la línea 3. Allá están los retratos de casi 400 músicos, como el del autor del ‘Cielito Lindo’ y ‘Jesusita en Chihuahua’, ¿tú sabes quién es? ¡Quirino Mendoza!, un personaje de Xochimilco que pocos mexicanos conocemos.” Ahí existe una pantalla de karaoke (#Regálanos una canción) para que paseantes y viajeros entonen melodías de José Alfredo, Juan Gabriel, Álvaro Carrillo, Consuelito Velázquez, Rigo Tovar, “Lara, o el ídolo que más te guste, con objetos y souvenirs”. Por 30 metros en cada biombo sonríen las fotografías de Guty Cárdenas, Macedonio Alcalá; los nacionalistas Ponce, Galindo, Moncayo y Leonardo Velàzquez; Guadalupe Trigo, Héctor Quintanar, Francisco Núñez, Arturo Márquez, Eduardo Soto Millán, Guillermo Diego y Lolita de la Colina. El programa ambulante “Grandes voces de México”, con tenores y sopranos, los miércoles recorre andenes. Hace dos años se inauguró en el Metro Polanco (línea 7) la emblemática “UNESCO” (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), “en honor al poeta Jaime Torres Bodet, quien dirigió la UNESCO de 1948 a 1952”. Apunta el también coordinador entre 1976 y 1982 del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (Injuve) y del Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA): “Antes, en mayo de 2017, impulsamos la emblemática estación ‘Caricaturistas Mexicanos’ del Metro Zapata en el cruce de la línea 3 con la 12, donde para que no mires puros pegotes de fea publicidad, te asombren las 31 caricaturas de Emiliano Zapata ilustradas genialmente por El chango Cabral, Magú, Rocha, Manjarrez, etcétera; caminas y vas adentrándote en los inicios de la caricatura nacional con El hijo del Ahuizote o El colmillo público en paredes, es todo un museo del comic dedicado a José Guadalupe Posada, Aragonés, Rius, y los personajes de Gabriel Vargas en La familia Burrón.” Hay pinturas y cartones de los moneros Abel Quezada, Alberto Isaac, Kemch, Ahumada, El Fisgón, Dzib, Sergio Arau, Boligán, Calderón, Alarcón, Sixto Valencia, Alarcón, Naranjo y Hernández, entre tantos. Enumera también las estaciones emblemáticas: “Ídolos del boxeo mexicano”, en Garibaldi/Lagunilla (línea 8 y B), con escaparates que exhiben los cinturones de campeones mundiales, trofeos y guantes. “Leyendas de la Lucha Libre”, 47 efigies de campeones “en este deporte espectáculo tan mexicano”, parada Guerrero (B y 3). “Ejército y Fuerza Aérea Mexicana”, en Colegio Militar (2). “Ciclismo”, del Velódromo (9), y la denominada “Británica”, inaugurada este mes de octubre en el Metro Auditorio (línea 7) por el director del STC, Jorge Jiménez Alcaraz, quien cantó “Imagina” de John Lennon, y aclaró: “No sólo es una estación emblemática al Reino Unido, sino un tributo al pueblo británico en su conjunto.” Fábrica de enfermos Premio Nacional del Deporte 1985 en la década de los noventa, Sandalio Sainz de la Maza estuvo cerca del excandidato priista a la presidencia, el sonorense Luis Donaldo Colosio (1950-1994), fungiendo como diputado federal en la LV Legislatura 1991-1994, cuando promulgó la Ley Federal del Deporte y creó el Maratón Ecológico del Ajusco. Lamenta: “La obesidad es un problema gravísimo. Un adolescente que no ha hecho deporte de niño, si consume alimentos sin valor nutritivo y lleva una vida sedentaria o sentado con su teléfono celular, sufrirá de diabetes, que es la principal causa de muerte en México; a los 40 años le amputan un pié y luego se quedará ciego. Estamos creando una fábrica de enfermos y es alarmante, el problema de salud pública es delicadísimo, somos el país con medalla de oro en obesidad infantil y el segundo de adultos más gordos en el mundo.” Rumbo al cambio de siglo, Sainz de la Maza estableció la Fundación Ángeles Verdes, acompañando a Silvia Hernández, secretaria de Turismo, en la Dirección General de Información y Auxilio al Turista, donde dieron vida al “Tianguis de Acapulco” y la “Gran Aventura del Mundo Maya” conjuntamente con delegaciones culturales de Belice, El Salvador, Honduras y Guatemala, en los estados de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. “México es el onceavo país más poblado del mundo, sólo hay diez que tienen más de 125 millones de habitantes. Y somos el número 14 de mayor extensión, con 11 mil 250 kilómetros de litorales, cuando España tiene 900. ¡Tenemos todo para crecer en grande! Porque hay 29 millones de estudiantes que atender, más que todos los siete países de Centroamérica juntos; sólo en educación básica son 25 millones. Desde hace seis años la Dirección General de Educación Física desapareció del organigrama de la Secretaría de Educación Pública, y a los niños se les da una hora de clase con actividad física semanal. El Parlamento Europeo recomienda que deban ser cinco y la Ley de Fomento al Deporte en la Ciudad de México obliga a las escuelas privadas y oficiales a tres, pero no cumplen.” –¿Estaría dispuesto a colaborar con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador? –No tengo el gusto de conocer a AMLO, pero anhelo seguir trabajando en el gobierno. Irme jubilado a casa no va conmigo. Me siento bastante bien física y mentalmente; yo seguiré aportando al país, porque la vida es crear, y estoy convencido que los cambios son oxigenantes. “Gracias al ejercicio físico me siento como si tuviera treinta años, practico frontenis, nado, y ni por aquí me pasa pensar siquiera en algún día tirar la toalla, cuando hay muchas cosas por emprender en la vida y para sacar adelante a México.” Este reportaje se publicó el 4 de noviembre de 2018 en la edición 2192 de la revista Proceso.

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